Demonio

44.Confianza.

Me senté en el sillón frente al televisor y me cubrí con una manta, el clima se había vuelto más frío.

-Bueno -Jarek apareció -ya que no quieres hacer nada divertido, tengo tres opciones de películas que podemos ver: "La quinta ola", "El dador de recuerdos" o "Los juegos del hambre".
-La que quieras estará bien -lo observé.
-Tú preferiste quedarte aquí así que escoge.
Rodé los ojos.
-Afuera hace frío Jarek, además no tenía ánimos de salir.
-¡Bien! -se acercó al dvd e introdujo una película, enseguida la reprodujo.

Me acomodé mejor mientras él se sentaba a mi lado.
-¿Así que estás diciéndome que prefieres quedarte en un hotel con un demonio caliente? -bromeó.
Sonreí.
-Es peligroso pero prefiero eso a salir.
-Entonces todo lo que pase será tu culpa -se acercó aún más.
-¿Qué película pusiste? -cambié el tema.
-La tercera opción -jaló parte de la manta y se cubrió con ella.
-Esa película es buena... -me alejé levemente de él.
-Eres tan aburrida -me dijo tras mi acción.
La película comenzó pero dejé de prestarle atención por seguir hablando con él.
-No soy aburrida... de hecho hace tiempo he querido hacer una cosa que nadie se imagina.
-¿Sexo?
Lo golpeé.
-No. Quiero hacerme un tatuaje.
Se rió.
-Eso si me sorprende.
-Si, cuando le dije a Nico también le sorprendió -pensé en mi mejor amigo -dijo que me dolería mucho.
-No duele -pasó su brazo por detrás de mi espalda.
-¿Tienes un tatuaje? -lo alejé
Asintió.
-¿Quieres verlo? -sonreía juguetón.
-Depende de donde lo tengas.
-Está en un lugar visible...solo que nunca lo has notado por las circunstancias.
-¿A qué te refieres?
-Solo es visible cuando tengo mi forma demoniaca.
-¿En serio?
-Si. Te mostraré.
Se levantó rápidamente del sillón y se quitó la playera.
-¿Es realmente necesario que te la quites? -susurré aún recordando lo que yo había hecho en mi estado de ebriedad.
-Por supuesto.

Y allí estaba nuevamente esa forma tan extraña que por alguna razón seguía sin molestarme. Jarek me observó fijamente y después de unos segundos se dio la vuelta dejando ver su espalda baja y efectivamente tenía un pequeño tatuaje, pero yo no lograba comprender que decía, parecía una palabra en griego o latín o alguna lengua antigua.
-¿Qué significa? -pregunté mientras él volvía a la normalidad.
-Tal vez si algún día te tenga la suficiente confianza, te lo diga -se colocó la playera de nuevo.
Espera ¿que?
-¿No confías en mí? -le pregunté pues aquello si que me sorprendió.
Sonrió.
-¿Tu confías en mí?
Auch. En realidad nos conocíamos muy poco y éramos muy diferentes aún con todos esos momentos incómodos que habíamos vivido.
Ambos nos quedamos callados.

-¿V-Vemos la película? -le sugerí y de inmediato volvió a sentarse a mi lado.

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Después de dos horas y algo más el final de la película se acercaba.
La protagonista no estaba dispuesta a matar al amor de su vida, antes prefería morir con él.
Ambos tomaron un puñado de semillas envenenadas y estuvieron a punto de comerlas pero el malo aceptó que ambos vivieran...

-¿Te sacrificarías por mí? -preguntó Jarek que me abrazó en modo de broma.
-Hay dos problemas con esa pregunta.
-¿Cuáles?
-Uno es que tú y yo no somos pareja y no nos amamos para hacer alguna locura como esa. Y dos es que tú no puedes morir demonio.
Jarek sonrió malévolo.
-Tengo dos argumentos en contra de eso -me miró desde muy cerca -uno, no necesariamente por amor te sacrificarías y dos yo si puedo morir.

-¿Qué dijiste? -abrí levemente la boca -¿tú puedes morir?
Se alejó.
-Pues claro, pero no te diré nada más.
-Eso es injusto, primero me metes curiosidad y después te quedas callado -le reproché.
Ambos escuchamos como la película había terminado y Jarek apagó la televisión.
Todo en silencio.