Demonio

73.Diferente.

No sabía que era lo que acababa de pasar....
Había salido de la casa de Jarek sin decir ni una palabra más y ahora solo caminaba por la tranquila calle, al menos eso me relajaba un poco.
Suspiré llena de tensión.

¿Qué le pasaba a ese demonio? dije para mí misma sabiendo que él no iba a decírmelo.
Pero bueno.
Seguí hasta llegar a la casa de mi tío y una vez allí me encerré en mi habitación y recordé lo último que Jarek me había dicho; "nos vemos mañana para ir con el demonio de la Gula". Rápidamente me cambié a una cómoda pijama que constaba de una blusa de rayas y un short negro y me lancé a la cama cerrando los ojos.

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El día en aquel lugar era igual de luminoso que en la Tierra.
Me levanté con ganas de iniciar el día, me cambié y me alisté para bajar a desayunar, terminé de atar mi cabello en una coleta y me dirigí al comedor, mi tío probablemente estaría por allí.

-Buenos días -saludé al hombre que parecía muy alegre.
-Buenos días Lauren, ¿desayunas conmigo? -sonrió.
-Claro -me senté a su lado justo cuando una chica que no era Lira, apareció.
-¿Y qué se te antoja? Pueden prepararte lo que tú quieras.
Me quedé callada, no estaba acostumbrada a elegir cualquier cosa que quisiera.
-¿Qué comes tú? -le pregunté.
-Crepas.
-Quiero eso mismo -sonreí y la chica asintió volviendo a la cocina.
-¿No crees que es una casa gigantesca solo para ti? -le pregunté observando el lugar que parecía más silencio que el día anterior.
-Nunca es suficiente -dijo con un poco de soberbia -además ahora estás aquí.
Sonreí.
-Para mí aún así sigue siendo un lugar muy grande.
-Ya te acostumbrarás sobrina.
-No lo creo -respondí justo cuando la empleada volvió con mi desayuno, le di las gracias y empecé a comer todo con rapidez pues la comida de ese lugar tenía un sazón muy bueno, similar al de la Tierra pero a la vez diferente.
-Oye tío -le hablé de pronto.
-¿Qué pasa?
-¿Mi mamá vivió aquí?
Él me miró acongojado.
-No, en ese fue vivíamos en otra casa.
-Ya veo -me entristecí un poco, me hubiera gustado conocer el lugar donde mi mamá creció.
Mi tío sujetó mi mano en un intento de consolarme.
-Cuando quieras puedo contarte lo mucho que ella y yo nos divertíamos.
-Eso me gustaría mucho -suspiré -en fin ¿cómo te fue con tu conocida?.
-Bien -sonrió socarrón -y hoy en la noche saldré nuevamente con ella.
-Que bien, me encantaría conocerla.
-Un día de estos.
-Más te vale.
Guardamos silencio un momento hasta que mi tío inició la conversación.

-¿Qué harás hoy?
-Saldré con Jarek y con el demonio de la Gula.
-Eso suena divertido -me observó comprensivo -ya verás que tu relación con todos ellos será mejor con cada día.
-Espero, porque ayer se notó que no les agrado mucho.
Mi tío negó divertido.
-Es solo que están extrañados por la presencia de una chica humana, pero no tengo dudas de que terminarás por sentirte en familia.
-No lo sé -comí un bocado.
Me observó fijamente.
-Sabes que siempre contarás conmigo ¿no?
-Lo sé -respondí con sinceridad.
-Entonces puedes contarme todo lo que pase con ellos, aunque te aseguro serán buenos recuerdos. Quise creer en sus palabras.
-Tienes razón, todo saldrá bien... además, mínimo Ben parece ser alguien agradable.
-Lo es.
Ambos seguimos desayunando en tranquilidad cuando escuchamos el timbre de la puerta.
Una empleada se apresuró hacia allá mientras seguimos comiendo.

-¡Buenos días familia! -se escuchó su conocida voz.
Mi tío y yo volteamos la mirada encontrando a Jarek.
-¿Qué haces aquí? -el tío Dimitri miró con mucha seriedad a Jarek.
-Que carita -se burló mientras me abrazaba y me daba un beso en la mejilla -solo vine por Lauren.
-Ya me contó que irán con Benedict -se cruzó de brazos.
-Si -se sentó junto a mí.
-Más te vale que la cuides -apretó la quijada.
-Siempre la he cuidado -sonrió malicioso.
-No lo dudo -se miraron fijamente. De pronto el ambiente se había llenado de tensión.
-¡En fin! -Jarek se levantó de su asiento -debemos irnos.

Me levanté en cuanto dijo eso.
-Adiós Lauren y cuídate mucho -me sonrió mi tío.
-Adiós -le sonreí de regreso.
-Adiós Jarek -lo miró con severidad.
-Adiós Dimitri -se despidió burlesco.
Y ambos nos dirigimos a la salida.

-¿Por qué se produce tanta tensión entre ustedes? -le pregunté una vez que salimos de la casa.
-Ya te dije, nos odiamos por naturaleza -sonrió para sí mismo. -Ajá como si eso fuera todo -rodé los ojos mientras seguíamos caminando por las tranquilas y bellísimas calles.
-Hoy te vez preciosa -lo escuché decir.
De inmediato volteé a verlo con el ceño fruncido.
-¿Qué? -dijo inocente.
-Yo estoy como siempre ¿qué te traes?.
-Nada -apresuró el paso -¿quieres que te cuente algunos detalles de Benedict?
-Claro -ignoré el hecho de que me había cambiado el tema anterior. -Bueno -me observó a los ojos -al ser el demonio de la Gula, es un poco adicto a todo, pero lo que más le encanta es el alcohol.
-¿Entonces es un borracho?
-Totalmente.
-Pero en la cena se veía súper tranquilo.
-Solo estaba así porque Dimitri le pidió que se controlara, pero ahora lo conocerás como realmente es. Y es más, tengo la teoría de que si fuera humano ya habría muerto de una sobredosis de alcohol .
-Eso me da un poco de ñañaras. Jarek soltó una carcajada.
-No tienes ni idea. 
Y aunque eso había dicho, Ben seguía siendo el que más me agradaba y sabía que también a Jarek pues eran muy cercanos.
-¿Jarek?
-¿Si?
-¿Algún día... algún día me llevarás con tu padre para que conviva con él?
-No, nunca y de ser posible te mantendré fuera de su alcancé -soltó con dureza.
-Eso se oye muy drástico.
-No hablemos de él ¿quieres? -me observó fijamente.
-De acuerdo -susurré con confusión pero ¿por qué parecía odiarlo? -solo lo mencioné porque Dimitri me dijo que ven eran como un padre para ti.
-En cierto modo.
No quise chismosear más, se notaba que no hablaría de ello.

...

Pronto llegamos a la casa de Benedict. Jarek se adelantó y abrió la puerta sin siquiera pedir permiso.
-¿No deberíamos tocar? -le dije demasiado tarde, cuando ya estábamos dentro.
-Hermosa a él no le molesta que entre a su casa -se apresuró a subir unas escaleras.

¿Hermosa? ¿me había llamado hermosa?
Decidí omitir eso y lo seguí. Nuevamente Jarek entró a un cuarto sin avisar.
Y oh que cosas. El tal Benedict estaba tirado sobre su cama con un montón de botellas vacías que apestaban la habitación, pero cuando digo un montón es un gran montón, diría que aproximadamente unas veinte.
-Benedict levántate -le gritó Jarek.
-¿Qué quieres Jarek? -no sé molestó ni en abrir los ojos y solo se cubrió la cabeza con una almohada. Ni siquiera se había dado cuenta de mi presencia. Jarek sonrió malicioso.
-La hermosa sobrina de Dimitri quiere hablar contigo.

En serio ¿qué le pasaba a Jarek con eso de llamarme hermosa? Benedict soltó un quejido.
-Dile que otro día, que no venga, no estoy visible -su tono de voz se oía muy ebrio.
-Lo lamento mucho -dijo con falsa empatía -pero ya está aquí.
-¿En la sala? -seguía cubierto.
-No, aquí, en tu cuarto.
Benedict se quedó en silencio y rápidamente se destapó dándome la cara.

-¡Lauren que sorpresa! -me miró fingiendo una sonrisa. Después se apresuró a levantarse pero por su estado se cayó al suelo.
-H-Hola -me quedé allí parada mientras oía a Jarek soltar una carcajada.
No debí juzgarlo por las apariencias.