Una chica de cabello pelirrojo, y ojos verdes, que traía un pantalón negro y blusa de tirantes del mismo color, se cruzó de brazos mientras me observaba con seriedad.
-¿Te conozco? -la miré de arriba a abajo intentando recordarla.
-Por favor -se rió -acabamos de conocernos, no pudiste simplemente olvidarme.
Hice memoria... aquella voz se me hacía muy familiar.Abrí ligeramente la boca cuando lo pillé.
-Eres la ladrona -susurré.
-No soy una ladrona -me miró ofendida mientras se sentaba en el lavamanos -solo soy una Robin Hood que le da a los pobres lo que necesitan.
-Eso suena muy noble, pero sigue siendo robar -la miré a los ojos.
-Una niña rica como tú, no lo entendería -me sonrió falsamente.
-¿Quién te dijo que yo soy rica? -me reí ante tal tontería.
-Solo hay que ver los lugares que frecuentas, como este. Ah y ni se diga de tus finos acompañantes.
-¿Qué quieres? -cambié el tema.
-Saber... -me miró llena de curiosidad -¿qué hacías en la habitación de ese viejo y qué le hicieron tú y tus amigos para que terminara tan asustado y decidiera donar todo por voluntad?.
-Nada -mentí.
Soltó una risa forzada.
-Si no me quieres decir esta bien -se bajó del lavamanos y me sonrió -pero gracias por hacer que donara todo y por salvarme de que tus amigos me hicieran algo malo.
-D-De nada -dije sorprendida.
-¿Cómo te llamas? -miró el tatuaje en mi brazo.
-Si te digo no creo que tu me vayas a decir tu nombre -reí.
-Tienes razón -se quitó un mechón de la cara -pero lo repito, nunca creí que una chica que se ve tan feliz y buen hiciera algo como eso.
-Bueno, no soy cien por ciento feliz y buena...-por alguna razón le seguí hablando -hay veces en las que me siento mal. Por ejemplo, ahora estoy enamorada de alguien y...no creo que sea correcto.
Suspiró.
-Te entiendo perfectamente...yo también lo estoy.
-¿Por qué lo dices en ese tono apagado?
-Porque es...un chico malo -se rió y yo a la vez también.
-Ya somos dos -le dije.
-Probablemente, pero no creo que el que te gusta sea un Robin Hood como mi idiota.
Reí.
-No es un ladrón pero es... realmente malo. Ya lo oíste en aquella habitación.
-Eso si.
-La verdad -me reí con nerviosismo -me alegra poder hablar de esto con alguien, porque no puedo hacerlo con las personas cercanas a mí.
-Lo mismo digo -desvió la mirada -por eso creo que deberías decírselo -me soltó de pronto.
-Y tú a él -le respondí.
Rodó los ojos.
-Tal vez lo haga...algún día -dijo dudosa.
-Tal vez yo también -dijo igual de insegura.
-Bueno pues solo quería agradecerte, ahora tengo que irme chica -me observó.
-Bien -me quedé allí parada mientras la chica se despedía con un ademán.
Después de verla salir me relajé y tomé mi celular. Decidí que al estar en la Tierra debía aprovechar para llamar a algunas personas muy especiales.
Marqué el primer número y esperé.-¿En serio eres tú Lauren? -se oía sumamente emocionado.
-Si, hola Nico.
Soltó un gritó de felicidad.
-Cuéntame todo, ¿cómo te ha ido? -estaba feliz.
-Bien -sonreí -la mayoría de esos demonios han sido amables conmigo.
-Que bueno... pensé que te comerían viva -bromeó.
-Que gracioso -una sonrisa apareció en mi rostro.
-Ya, perdón -guardó silencio un momento -¿ya le llamaste a tu papá?
-Aún no, pero ya lo haré.
-Pues hazlo ya -casi, casi me ordenó.
-Yo quería hablar contigo pero si tienes tanta prisa -bromeé.
-Es que en este momento él es más importante.
Sonreí.
-Tienes razón.
-Entonces hablamos después.
Y me colgó.
Me reí. Nico siempre quería lo mejor para mí...
Busqué el segundo número y antes de llamar a mi papá tenía que hablar con esa persona.-¿Hola? -escuché su voz y después un ruido extraño.
-Hola, espero que ese ruido no haya hecho Blacky.
-¡Lauren! -dijo Asher con emoción y sorpresa -no, no te preocupes por él, está bien.
-Si eso lo sé -dije muy feliz pues también extrañaba mucho a Blacky y a Asher.
-Al fin hablas -me reprochó.
-Perdón -reí apenada -es que donde estaba no había señal.
-Ajá... ¿cómo te va?
-Bien, mi familia ha sido muy linda.
-¿Y con tu amigo Jarek?
-Excelente, creo que ahora nos llevamos mejor, incluso he conocido un lado de él que jamás imaginé.
-Hablas de él como si...
-¿Cómo si que? -sonreí sabiendo que sospechaba algo.
-Nada, solo espero que realmente te cuide...o le rompo la cara, aún me desagrada un poco.
Reí con nerviosismo.
-Mejor cuéntame tú ¿cómo va todo?
Escuché un maullido de fondo.
-Todo está bien, solo que Blacky come más de lo que pensé... ya tengo que colgar, debo alimentarlo.
-Bien, cuídate.
-Adiós Lauren.
-Adiós -dije y de inmediato colgué.Enseguida busqué entre mi lista de contactos el número de mi papá...
Era ahora o nunca.-Hola -saludé.
-¿Hija? -sonaba muy feliz -¿cómo estás mi pequeña?
-Bien -reí al darme cuenta que todos me preguntaban lo mismo -el tío Dimitri ha sido un muy buen anfitrión pero...
-¿Pero? -preguntó preocupado.
-Te extraño -me sinceré.
-Yo también -sentí la tristeza en su voz -aún así me alegro de que convivas con Dimitri.
-Pero quieres que no tarde mucho en volver ¿verdad?
-Exactamente.
-No te preocupes, pronto te caeré de sorpresa.
-Te esperaré con ansias.
-Genial...Por ahora tengo que regresar, estaba comiendo.
-Bueno, cuídate mucho.
-Y tú...y salúdame a Amelia y a Luce.
-Y tú a Dimitri.Ambos reímos y entonces papá cortó la llamada.
Suspiré frente al espejo. Hablar con mis seres queridos me había hecho sentirme mucho más tranquila...
Salí del baño y caminé a nuestra mesa, encontrando a esos dos demonios comiendo.
-¿Y esa sonrisa? -Jarek me observó curioso.
-¿Cuál? -me senté a su lado.
-Esa -pasó su mano por mi labio.
-Ah esa -sonreí más -es porque hablé con Nico... y con mi papá.
-Con razón -siguió comiendo.
-Creí que la relación con tu papá no era la mejor -interrumpió Gerald.
-Digamos que todo está siendo arreglado -sonreí y volví a mi comida.-Al acabar de comer -prosiguió Gerald -volvamos al otro lado, no me lo tomen a mal pero tengo otras cosas que hacer.
-No hay problema -le sonreí pero supuse que Gerald nos dejaría por allí y seguiría atendiendo sus asuntos sin nosotros...En fin, aquel día no había ido tan mal con el demonio de la Avaricia.
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Jarek y yo caminábamos en dirección a su casa.
Como lo había supuesto, volvimos a su hogar junto a Gerald, pero después nos dijo que ahí acababa todo, que tenía cosas que hacer y simplemente nos abandonó. Así que el demonio de la lujuria me había dicho que lo acompañara a su casa para pasar juntos la tarde cosa que después de varios "por favor" en tono juguetón, había aceptado.
-¿Y qué se supone que haremos? -pregunté cuando entramos a su casa dejando atrás un paisaje al que aún no le llegaba la puesta de sol.
-Lo que tú quieras -se dirigió a la cocina y pronto volvió con una botella de vino y dos copas -ven. Lo seguí por las escaleras hasta llegar a su cuarto.
-Creí que yo no podía tomar alcohol -le recordé sentándome en un mini sofá.
-Esto es de la Tierra -se sentó en el sofá.
-No importa, no lo haré porque aún recuerdo lo que pasa cuando bebo junto a ti.
-Vamos solo un rato -vertió el líquido en las copas y me dio una de ellas.
-Solo un rato demonio -tomé un sorbo muy pequeño del líquido.
-Ya sé que podemos hacer -jugó con su copa.
-Por favor, que no sea una de tus perversiones.
Soltó una risa.
-Por ahora no.
-¿Entonces?
-Un juego muy divertido.
-¿Qué clase de juego? -me dio un poco de miedo.
-Verdad o reto.
-Vale...parece algo decente -sonreí sin imaginarme el error que había cometido.
-Bien -sonrió sádico y vi la maldad en sus ojos -pero te castigaré si no dices la verdad o si no cumples tu reto.
-Estás loco -le reproché.
-Yo empiezo -ignoró mis quejas -¿verdad o reto?
-Verdad -me repantigué en el sofá.
-En una escala del uno al diez ¿qué tan atractivo crees que soy? Me quedé en silencio. Claro que haría preguntas como esas.
Pero solo era un juego ¿no? No había razón para que me diera pena... o bueno eso no importaba, no quería saber si era cierto eso de que me "castigaría".
-Diez -dije casi en un susurro.
-¿Perdón que dijiste?
-Ya basta -le di un manotazo. Jarek sonrió satisfecho.
-Tu turno.
-¿Verdad o reto? -pregunté.
-Verdad.
Por un segundo me planteé preguntarle otra cosa pero ya habría tiempo para eso, tenía que hacer que primero se sintiera cómodo y cuando le preguntara lo otro, no quisiera huir con sus bromas.
-En la misma escala, ¿qué tan linda te parezco?
-¿Tiene que ser dentro de esa escala? -bromeó.
-Si.
-Bueno, bueno... un diez -tomó un trago de su copa y me miró omitiendo la ya famosa pregunta.
-Verdad -volví a decir pues no aceptaría un reto por parte de ese demonio, las preguntas eran de alguna forma, más seguras.
-Recuerda que debes ser sincera o te castigo.
-Ya lo sé.
-Me he dado cuenta -comenzó a decir -que cuando estás nerviosa evitas mirarme a los ojos ¿por qué hoy estabas nerviosa en la casa de ese humano?
Oh rayos esa pregunta no la había visto venir.

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Demonio
Romance"El infierno puede ser divertido si estás con el demonio correcto". -Tú me invocaste -me observó con una sonrisa realmente atractiva y llena de malicia -ahora disfruta las consecuencias. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Lauren es una chica con una vida norm...