Demonio

92.Junto a ti.

Alguien tocó la puerta de la habitación.
-Adelante -dije.
E inmediatamente esas tres personas entraron a gran velocidad.

-¡Hija! -mi papá corrió hacia mí y me envolvió en un abrazo.
-Hola -sonreí y aún con todo, me alegré de que estuviera bien.
Observé a mi tío Dimitri parado junto a la puerta, solo sonrió y noté la sensación de alivio en su rostro.
Mi papá me besó repetidas veces en la cara y después me observó.
-Que bueno que estás bien mi pequeña -sonrió.
-Lo mismo digo -volví a abrazarlo -estaba realmente preocupada por ti -sin poder evitarlo una lágrima se me escapó.
-Pero ya estamos juntos -susurró.
-Si -dije con preocupación al recordar la tontería que había hecho.
-Bueno ya -en ese momento Jarek se acercó hasta mi cama -es mi turno de abrazarla.
Y entonces sentí una gran calidez en cuanto lo hizo, una que realmente me reconfortó.
-No vuelas a darme un susto así -me susurró.
-Perdón -me puse a llorar sin poder evitarlo, porque en verdad tendría que perdonarme en cuanto se lo contara.
-¿Qué te pasa? -se rió -no llores, ya estamos juntos.
-Ya lo sé -no pude evitar llorar más -es solo que te quiero.
-También te quiero pero tranquilízate -se sentó junto a mí y me abrazó. Me recosté en su pecho y suspiré.
-Jarek yo... tengo sed ¿puedes decirle a la enfermera si sería tan amable de traerme un vaso con agua? -le pedí.
-Que vaya Dimitri -se quejó.
-Oye retrasado -le dijo mi tío -tu novia te está pidiendo algo, hazle caso.
-De acuerdo -Jarek refunfuñó, me dio un beso en la frente y salió.
En cuanto lo vi irse me atreví a hablar.

-Tengo que decirles algo.
-¿Qué cosa? -ambos me miraban fijamente.
-Hice algo malo -les dije.
-¿De qué hablas? -mi papá me miró sin comprender y mi tío mantuvo la misma expresión.
-Hice algo para que Jarek y yo estuviéramos a salvo y juntos... hice un trato con el diablo.

Sus expresiones eran de puro horror y miedo.

-¿Qué le diste? -mi tío me preguntó con una mirada seria.
-Perdón -susurré.
-¿Qué te pidió Lauren? -me preguntó alterado.
-Yo... le dije que me convertiría en su octava demonio.
-No puede ser -mi padre retrocedió a punto de desmayarse.
-¡¿Por qué hiciste esa tontería?! -me gritó mi tío.
-¡No tuve elección! -le respondí -él amenazó con matarme y él planeó todo este incidente para mantenerme a mí y a Jarek cerca.
Ambos me miraron con horror. Desvíe la mirada.
-Lo lamento...sé que esta es la mayor tontería que he hecho en toda mi vida. Pero era mi única alternativa.
Hubo un enorme silencio.
Ninguno dijo nada, seguro que ambos estaban muy enojados y decepcionados de mí.

Repentinamente un cálido abrazo me sorprendió. Ambos me estaban abrazando...

-No hay remedio -susurró mi tío con cierta resignación -ahora estoy seguro de que amas a Jarek con gran intensidad si no, no hubieras hecho tal idiotez.
-Tienes razón...
-A mí me importa un comino lo que seas -oí decir a mi papá -para mí, sigues siendo y siempre serás mi pequeña. Además siempre nos tendrás a ambos, no te dejaremos sola con este problema.
-Gracias, necesitaba oír esas palabras -suspiré con alivio.
Entonces deshicieron el abrazo y me limité a limpiarme las lágrimas causadas por sus sinceras palabras.
-Debes decírselo a Jarek -dijo mi tío.
-Lo haré, pero tengo miedo.
-¿Por qué? Sabemos que te ama tanto como tú a él -dijo mi papá.
Tenía toda la razón.
-Se lo diré en cuanto salga de aquí.
-De acuerdo hija -mi papá acarició mi cabello.
-¿Quieres que se lo diga a los otros demonios? -mi tío Dimitri me miró comprensivo.
-Si...la verdad será duro pensar en cómo lo tomarán.
-Estoy seguro de que la mayoría estarán contigo.
-Esperemos eso -hice una mueca.

-Te traje agua barata de hospital -Jarek entró con un vaso de agua.
-Gracias -sonreí recuperando la compostura cuando se sentó mi lado.
-Pues bébelo -y como si fuera una niña chiquita hizo que tomara unos cuantos tragos.