Mis ojos se sentían pesados, mi cuerpo aún peor y ni se diga de aquella molestia en mi espalda.
Escuché el pitido del electrocardiógrafo al lado de mi cama y desvíe la mirada.-Hija -sentí la mano de mi papá acariciando mi cara.
Después de unos segundos me acostumbré a la fuerte luz, y lo observé frente a mí, con sus ojos color café que denotaban mucha preocupación.
-Papá quita esa cara ¿quién se murió? -susurré con una pequeña sonrisa.
-No hagas esas bromas ¿estás bien mi pequeña? -se oía a punto de llorar.
-Si -lo observé mejor -¿qué pasó?
-Te metiste a esa casa, me desobedeciste -ahora estaba un poco molesto.
-Lo siento -sentía que me iba a quedar dormida.
-Ya no importa -suspiró y besó mi frente -el punto es que alguien te atacó y por poco te mata.
-Es que oí disparos adentro de la casa y me asusté.
-Mi pequeña -volvió a acariciar mi cabello -uno de los oficiales se asustó por un ruido, probablemente una rata, y se le escaparon esos tiros...y nada más.
-Y ahora me lo dices -reí bajito y también él lo hizo -¿atrapaste a la persona? -le pregunté.
Se quedó callado.
-No -pareció apretar el puño -ese maldito escapó... pero no te preocupes, estamos investigando y te prometo que lo atraparé.
-Lo sé, siempre lo haces... -entonces me quedé dormida.Yo jamás soñaba. Bueno, eso sería algo incorrecto...Yo jamás recordaba mis sueños desde que mi madre había muerto; por más que siempre intentaba hacer memoria nunca podía pero...
-¿Quién eres? -susurró una hipnotizante voz.
-Lauren -dije sin saber por qué le respondía.
-¿Por qué me invocaste? No eres como los demás.
-¿Yo? -pregunté confundida.
-A ti te hablo.
-Yo no hice tal cosa.
-Lo hiciste, si no, no estarías viva.Desperté sin entender lo que había pasado. Un sueño demasiado extraño, mi primer sueño en mucho tiempo que a decir verdad me había parecido más una conversación.
-Que bueno que estás despierta porque te traje comida -escuché a mi papá entrar al cuarto.
-G-Gracias -intenté despejar mi mente -muero de hambre -me senté con más fuerza, aunque sentí un dolor punzante en la espalda baja.
-Cuidado -me ayudó -apenas han pasado unos días.
-¿Días? -lo miré atónita.
-Si, llevas aquí tres días -dijo con tranquilidad.
No me lo podía creer, tanto tiempo...
-Pero si todo va igual de bien, saldrás mañana -sonrió.
-¿Y la escuela?
-Eres una chica lista Lauren, por una semana que faltes no pasará nada.
-Apenas inició el curso y ya estoy faltando -me reproché a mi misma.
-Da igual, primero es tu salud, así que come -me acercó una charola con un vaso de agua, una gelatina y un caldo de pollo, yo con mucho apetito lo comí veloz.
...
El resto del día lo pasé acompañada de mi papá, viendo programas de televisión muy aburridos.
Entonces mientras veíamos una película de bajo presupuesto sobre desastres naturales, alguien tocó la puerta.-Hey ¿se puede? -escuché su familiar voz.
-Claro -mi papá lo invitó a pasar.
-Viniste Nico -le sonreí.
-Pues claro mejor amiga -me sonrió levemente, intimidado por la presencia de mi padre.
-A Lauren le hará bien tu compañía Nico -interrumpió mi papá -los dejaré charlar, yo iré a tomar aire.
-Vale -le sonreí mientras cerraba la puerta.
Nico se quedó quieto hasta el momento en que mi papá se marchó y entonces se acercó muy veloz sentándose en la cama.
-¿Te dio miedo morir? -preguntó con morbo.
-Yo estoy bien, gracias por preguntar -me burlé.
Se acomodó los lentes.
-Lo siento.
-Da igual...y no tanto como creí -contesté mientras jugueteaba con mis manos.
-¿No? -me miró sorprendido.
Alcé los hombros con indiferencia.
-Dejar este mundo no me preocupó, solo quería ver a mi papá y saber que estaba bien.
-Entonces si te dio miedo o al menos te dio miedo dejarlo solo -afirmó.
Lo observé una milésima de segundo, después dejé de jugar.
-Lo único que sé en este momento, es que quiero saber lo que pasó allí.
-Que bueno que te interesa -se descolgó su mochila y sacó algo, unos papeles.
-¿Qué es eso? -pregunté más interesada.
-Algunas noticias y rumores que han salido en estos días...sobre ese asunto.
-Déjame ver -tomé el bonche de hojas y sin querer me corté. Miré la sangre que salía pero le resté importancia, ya se curaría.
Di una rápida ojeada a los escritos.
-Todos -comenzó a narrar mi amigo -hablan de que en ese lugar se realizó un ritual satánico, se asesinó a una persona para lograr invocar algo.
Observé las hojas.
-Lo sé, yo estuve junto a ese cadáver -seguí observando mientras un nudo se formaba en mi garganta.
-Si, pero lo que no sabes es que el propósito de este ritual no se logró cumplir ya que supuestamente se necesitaban dos sacrificios. Si, la primera persona murió pero la segunda persona está viva... O sea tú...
Dirigí rápidamente una mirada de sorpresa a Nico.
-¿O sea que arruiné los planes de esa persona?
Nico hizo una mueca extraña.
-¿Cómo sabes que era solo una persona?
-Porque lo oí -dije recordando su fea voz -aunque había otra chica... pero no creo que esté involucrada, se veía sumamente asustada. Como sea, creo que mi papá tiene más información que yo.
-Si que eres lista... -sonrió -así se hace hija del jefe de la policía.
Sonreí por su mal comentario.
-¿Sabes Lauren? Me gustaría saber más del tema -sus ojos brillaban con deseo.
-A mí también -respondí con interés -cuando salga de aquí, investigaremos lo que pasó.
-Genial -su sonrisa incrementó.
Le regresé la sonrisa... esperaba que aquello fuera una buena idea....
Después de charlar un rato con mi amigo, cayó la noche y mi papá lo corrió "amablemente".-Me quedaré aquí -sonrió mi papá sentándose en un sillón.
-Vete a casa -lo observé pues parecía muy incómodo.
-No, me quedaré aquí como lo he hecho por tres días -se intentó relajar pero no pudo.
-Necio -rodé los ojos -pero gracias por cuidarme tanto.
-Eso hacen los padres.
Se recostó en su incómodo sillón y yo hice lo mismo en mi cama.Entonces el silencio reinó por un par de horas, horas en las que no pude pegar el ojo.
-¿Estás dormido? -pregunté después de mucho tiempo de estar despierta.
-Si -susurró.
-Nico me dijo que yo arruiné los planes de esa persona -hablé en singular intentando sacarle un poco de información.
Suspiró molesto.
-Ese muchacho es un chismoso.
-No te enojes papá, solo platicábamos de eso.
-Para que sepas no es "esa" sino "esas".
-¿Qué? creí que solo había sido el que me hirió.
-Encontramos a una mujer llorando bajo las escaleras, al parecer también fue partícipe.
-Pero parecía tan asustada.
-Eso quedó atrás hija...-dijo cortante -sé que viste cosas horribles y solo quiero que lo olvides.
-Pero...
-¿Lo harás? -me insistió.
-Si -dije resignada.
-¿Segura?
-Lo haré, créeme -sonreí como si pudiera verme -buenas noches papá.
-Buenas noches pequeña.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Abrí mis ojos. Ya era de mañana y yo solo quería irme de ese lugar.
No me había dado cuenta de que detestaba los hospitales.
Tallé mis ojos y por un segundo miré con extrañeza mi dedo.
El día anterior me había cortado...Y ahora la herida no estaba, eso se había curado demasiado rápido incluso para una cortada.
No, era mi imaginación. Las pequeñas cortadas se curaban así de rápido.
Miré el sillón, mi papá no estaba.-Buenas días -un doctor de mediana edad entró en la habitación.
-Buenos días -saludé.
-Soy el doctor Henry -tenía unos papeles en las manos -te traigo buenas noticias Lauren.
Lo miré expectante.
-Tus heridas se han curado muy rápido, en realidad demasiado -se rió -pero eso es bueno, ya podrás irte a casa.
-¿En serio? -le sonreí -gracias doctor.
-No es nada solo descansa un par de días.
-Lo haré.
-Bueno en este momento tu papá debe estar haciendo los trámites de salida así que me retiro.
Asentí.
-En verdad gracias.
Me dedicó una última sonrisa y salió.
Suspiré aliviada. Por fin podría irme.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
-Camina despacio -me pidió mi papá mientras entraba a la casa.
-Si papá -dije con una pequeña sonrisa.
Y por fin entramos a mi dulce hogar.
Suspiré feliz.
Allí estaban Amelia y Luce.
-Hola Lauren -sonrió Amelia dándome un cálido pero no tan fuerte abrazo -me alegra que estés mejor, todos estábamos preocupados por ti.
-Gracias -le sonreí de regreso.
-Que bueno que volviste -dijo Luce sin mucho interés y fingiendo una sonrisa.»Zorra«
Me sorprendí ante ese pensamiento. Por más que la detestara jamás había pensado así de ella.
Enseguida Luce volvió a su cuarto olvidándose de que yo había vuelto.-¿Necesitas algo linda? -preguntó Amelia.
Negué con una sonrisa.
-Solo quiero estar en mi habitación.
-Está bien pequeña -mi papá me tomó de la cintura y con cuidado me ayudó a subir a mi cuarto y después me dejó sola.Me senté en mi cama sintiendo aún una sensación punzante pero notablemente mas débil. Observé todo, aunque había pasado tan poco tiempo extrañaba mi habitación.
Me acosté e intenté relajarme, hasta que el sueño me venció....
Sentí mucha sed, abrí los ojos observando a mi alrededor y me di cuenta que ya era de madrugada.
Me levanté y miré por la gigantesca ventana.
El pequeño patio se veía desolado siendo tan de noche y solo se alcanzaba a distinguir lo poco que la luz de las lámparas de la calle permitían.
Toqué el cristal de mi ventana y en ese momento algo me asustó. A través del reflejo reconocí lo que juraría era una silueta dentro de mi cuarto.
Volteé a mi cuarto pero no había nadie, volví a ver la ventana y esa cosa seguía allí...Mi corazón latió más rápido de lo normal.
Cerré las cortinas pero me detuve, me daba miedo girar nuevamente y encontrar algo o a alguien allí. Lentamente me acerqué a mi cama ignorando lo que fuera que estuviera conmigo.
Tomé mis sábanas y cubrí mi cuerpo, cerré con fuerza los ojos, como una niña pequeña que acaba de ver un monstruo esperando que eso no siguiera frente a mí.
Entonces alguien jaló las sábanas haciéndolas caer. Retrocedí pegándome a la cabecera y lo vi perfectamente.
Aún en la oscuridad podía ver esa figura humana parada frente a mi cama.

ESTÁS LEYENDO
Demonio
Romance"El infierno puede ser divertido si estás con el demonio correcto". -Tú me invocaste -me observó con una sonrisa realmente atractiva y llena de malicia -ahora disfruta las consecuencias. ~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~ Lauren es una chica con una vida norm...