7.Trato.

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Con solo aquellas palabras retrocedí cayendo en la cama...
Él se quedó de pie observándome con superioridad.

-¿Miedo? -sonrió satisfecho ante mi reacción y su expresión me provocó una sensación muy agradable en la espalda.
Pero no me atreví a hablar, porque debía ser una mala broma. Él no podía ser un demonio y mucho menos ser quien me atosigaba.
Aquel individuo se agachó hasta estar a mi altura y se acercó mostrándome sus ojos negros, realmente negros. Jamás había visto algo similar, un iris tan tenebroso y encantador.
Se acercó más y acarició mi mejilla, entonces adiviné sus pérfidas intenciones.
Le di una cachetada que solo lo hizo sonreír.
¿Cómo se le ocurría querer besarme?

-No esperaba menos de quien sabe fingir tan bien.
-Sal de mi casa -ignoré sus palabras y me puse en una posición recta -no me creo eso de que eres un demonio, no es posible. Solo quieres molestarme por lo que pasó en esa casa y además quieres propasarte conmigo -apreté la mandíbula -lárgate o llamaré a mi papá que, seguro sabes, es policía.
Soltó una carcajada, aquella situación le divertía mucho.
-La que está molestando, eres tú -se sentó en el pequeño sofá frente a mí.
-Claro que no -lo miré mal.
-¿No? Tú me invocaste -me observó con una sonrisa realmente atractiva y llena de malicia -ahora disfruta las consecuencias.
-¿Qué cosa? -dije sin entender.
-Hay mucho que me intriga de ti. No logro entender cómo ocultas la maldad dentro de ti, ni siquiera entiendo por qué no puedo saber tu mayor miedo.
-La que no entiende de qué hablas soy yo. Lárgate ya loco.
-Recapitulemos -sonrió -tú realizaste ese ritual para invocarme y volverte un demonio como yo.
Me quedé en silencio ¿se refería a lo que pasó en la casa?
-Espera -lo miré confundida -no entiendo nada y para empezar no creo en demonios.
-¿No crees aún cuando puedo entrar en tu mente y charlar contigo? -se relamió sus perfectos labios -incluso te manipulé para que le dijeras zorra a tu fastidiosa hermana... dos veces.
-Tú... ¿tú dijiste todas esas cosas?
Asintió satisfecho.
-No te creo -dije poco convencida de tal barbarie.
Se levantó de su lugar y se acercó a mí... retrocedí hasta chocar con la cabecera.
-Soy muy poco paciente Lauren -su tono de voz me resultó estremecedor.
-Es que no entiendo porque hiciste eso... porque si lo que dices es cierto, deberías saber que... yo no te invoqué.
Me observó curioso.
-Tú lo hiciste -dijo convencido.
Negué.
-No, yo solo acompañé a mi papá esa noche, a ese lugar y allí algunas personas habían matado a otra persona y me intentaron matar...-hablé rápida y confusamente.
Se levantó y se acercó a la ventana.
-¿Tú eras el sacrificio?
-E-Eso creo -dije insegura. ¿Qué clase de conversación era esa?
-Entonces tú eres la que no me permitió tomar su alma.
-¿Qué? -pregunté más confundida.
-El segundo sacrificio -regresó a mirarme -intenté tomar tu alma mientras morías pero...-me observó con algo que me pareció ser odio -por alguna razón no pude... supuse que era porque idiotamente habías intentado asesinarte, ya sabes habiendo tantos mitos sobre la invocación de demonios.
-Pero no fue así -lo miré a esos aterradores y seductores ojos negros -y-yo no sé quién te invocó ni para qué, así que déjame en paz, es más ni siquiera sé quién eres.
Me miró indignado.
-¿No sabes quién soy? -se acercó un poco y temí que volviera a intentar besarme -soy Jarek un demonio muy virtuoso que castiga a las personas malvadas que quieren ser demonios como yo...
-Pero yo no soy malvada -intenté explicar.
Sonrió divertido.
-No estoy seguro de que eso sea verdad, hay algo en ti que me resulta estremecedor... realmente es excitante. Digamos que eres demasiado buena para ser verdad... pero en fin -continuó -no me importa si tú no me invocaste, me ayudarás a encontrar al que lo hizo.
-¿Yo por qué? -pregunté asustada.
-Porque si no encuentras a esa persona -se acercó a mi y sus ojos brillaron -me llevaré tu alma.
Me paralicé de miedo.
-Pero eso no...

Entonces me besó.
Apreté sus brazos intentando hacer que me soltara, pero no lo hacía. Metió su lengua a la fuerza en mi boca y pronto mordió mi labio.
¡¿Qué rayos estaba pasando?!
Lo observé realmente sonrojada y asustada cuando mi labio comenzó a sangrar.

-Me ayudarás porque cada momento que pase junto a ti, será una oportunidad para sacar ese malvado lado en ti que ni siquiera tú conoces y que creo que no quieres llegar a conocer.
Acarició mi cuello y mi respiración se detuvo por un momento.
¿Qué debía hacer? Ni siquiera podía gritarle por lo que acababa de hacer, aún estaba en shock. Pero... tenía que ganar tiempo y pensar con claridad.

-Por ahora -sonrió -averigua quién mierda me invocó mientras que yo te vigilaré porque en verdad me parece divertido ser como tu conciencia y... pervertirte -se acercó a mi labio y limpió la sangre que emanaba -¿entendido pequeña?
Hay no. En serio me iba a desmayar.

-A-Al menos... -dije con la garganta seca -¿Nico... puede ayudarme?
Me observó curioso.
-¿El pelirrojo?
Asentí.
-Claro, será muy divertido hacerlo entre los tres -me guiñó un ojo -suerte para convencerlo.
Entonces se esfumó, no había nadie más en el cuarto que yo.

Mi cuerpo temblaba. Tenía miedo de ese demonio y sus sucias intenciones...
Sabía que no debía involucrar a Nico, pero necesitaba su apoyo, necesitaba que alguien dijera que no estaba loca.
A la mañana siguiente le contaría todo.
Solo esperaba que pudiera creerme.
Me dejé caer en mi cama y miré el techo.
Mi mente estaba en blanco.
            ~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Después de vestirme y hacer todo a gran velocidad, salí de mi casa muy temprano, antes de encontrarme con Luce o con mi papá.
Y me dirigí a mi escuela, necesitaba hablar con urgencia con alguien.

Llegué a la escuela y entré al salón de Morfología.
-Hola Lauren -Nico me saludó.
Le sonreí y vi como Emily, Noah y Caroline se acercaban.
-¿Todo bien? Ayer tu y Luce... -comenzó a decir Emily.
-Todo bien -dije rápidamente -todo quedó resuelto aunque Luce debe odiarme más.

»¿Por qué rayos les das explicaciones de tu vida?« -de nuevo la voz me molestaba, corrección, ahora sabía que se llamaba Jarek y era un demonio.

-Me alegro, todos nos asustamos cuando vimos a tu papá -sonrió Caroline apenada.
-No se preocupen... -hice otro intento de sonrisa.

El profesor llegó y el resto del día pasó relativamente más tranquilo... sin la interrupción de Jarek.

...
Me encontraba mirando hacia la nada. Estaba realmente aturdida, preocupada, molesta, asustada y en shock. Sentía como si aún estuviera dormida.

-Oye -me dijo Noah mientras guardaba sus cosas -¿podríamos estudiar mañana?
-No -lo observé e intenté sonreír -lo siento es que tengo algo muy importante que hacer.
-Está bien, será después -pareció no creérselo.
-Nos vemos mañana -se despidió Emily y enseguida todos los demás.
Caminé a la salida como un zombie.

-¿Qué tienes que hacer mañana? -Nico me alcanzó y me observó interesado.
-Sobre eso...

-Vámonos -apareció Luce exigente.
»¿Otra vez tu hermana? Haz que se vaya«
-Tengo que hablar con Nico -dije seria e intentando ignorar cualquier cosa mala que dijera aquel deabru.
Luce rodó los ojos.
-Bien, mejor para mí -entonces desapareció en su auto.
»Si no fuera tan exasperante me sería atractiva«.

No podía con sus comentarios. Suspiré pesadamente.

-¿Y? -Nico aún me miraba.
-N-Necesito tu ayuda -le dije con desesperación.
-Dime -se acomodó los lentes.
Seguí caminando.
-Creo que algo muy malo me está pasando -susurré.
-De hecho iba a decirte que luces como si estuvieras aterrada.
Me detuve.
-Lo estoy -tomé su mano con fuerza -necesito saber quién hizo el ritual de aquella casa -susurré aunque no hubiera nadie alrededor.
-Pero tú dijiste que olvidáramos el tema -se escuchaba muy sorprendido.
»Dile al chico listo que las cosas cambiaron«
-Lo sé, pero es algo muy importante.
-Pues... está bien -no parecía muy convencido -si quieres mañana nos la pasamos investigando pero en serio estás preocupándome.
-Créeme que cuando te diga todo, estarás igual que yo.
Eso hizo que me observará más confundido.
-Vale... entonces nos vemos en tu casa.
-No -negué -preferiría que nos viéramos en otro lugar que no sean nuestras casas.
-Está bien -se quedó pensando -¿en el parque?
-Allí está bien -me relajé un poquito.
Y seguimos caminando rumbo a nuestras casas.
-Creo que esto es muy raro y misterioso -dijo de pronto.
»Ni se imagina«
-Ya verás que lo que te diga mañana, te sonará aún más raro -le respondí.
Nico me miró curioso.
-¿Me adelantas algo? -me pidió.
»No«
-No -dije sin pensarlo, dándome cuenta de que estaba obedeciendo a esa voz.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora