Demonio

3.Intruso.

-¡Papá! -grité con fuerza y miedo, antes de que aquel se acercara a mí.
Lo vi moverse y acercarse más, cerré los ojos hasta que escuché la puerta que se abrió con brusquedad.
-¿Qué pasa? -mi papá me tomó de los hombros.
-H-Había alguien allí -señalé con miedo a la entrada -había un intruso, un hombre que me observaba.
Pronto Amelia y Luce aparecieron.
-No hay nadie hija -dijo mi papá después de mirar todo el cuarto.
-Estaba allí -le dije con miedo.
-Se está volviendo loca -se burló Luce quien fue reprendida por su madre y de inmediato se fueron.
-Seguramente lo soñaste -volvió a decir intentando calmarme.
-Papá te digo que estaba frente a mi cama, créeme -le rogué aún más alterada.
-Hija -me abrazó -viste cosas horribles en esa casa, es normal que estés asustada y tengas pesadillas.
No dije más en mi defensa.
-Tal vez -susurré.
-¿Quieres que me quedé aquí? -me preguntó.
-Si.
De inmediato se recostó a mi lado.
-Tranquila hija -me abrazó y yo me acurruqué lo más que pude intentando conciliar el sueño.
Cosa que logré después de casi dos horas...
Pero aún tenía esa duda. ¿Quién había estado allí?

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Tres días.
Tres días dormí con miedo de que esa persona o cosa volviera a aparecer, por suerte no lo hizo.

Por fin hoy era lunes y podría distraerme en la escuela y dejar de pensar en locuras.

Después de despertarme tomé mis cosas y bajé a desayunar como normalmente lo hacía.

-Buenos días -saludé a Luce.
Ella no me respondió el saludo.
-¿Y mi papá? -le pregunté.
-Trabajando -siguió chateando con alguien en su celular.
Me senté junto a ella y me serví un plato de cereales, comencé a comer en silencio.

Pronto terminamos de desayunar y en su auto nos dirigimos a la escuela.
Siempre con esa misma actitud de desconocidas.
...
Nos vemos en la salida -le dije a Luce mientras caminábamos en el pasillo.
-Como digas rarita -rodó los ojos y se fue a sentar junto a sus amigos.
En verdad me odiaba.

-Hola -me saludó Nico.
-Hola -saludé con desánimo.
-¿Qué te pasa?
-Nada -le sonreí.
-¿No me dirás?
-No -negué divertida.
-Mala amiga.
-Lo soy -reí.

Nos dirigimos al salón donde nuestro profesor de morfología daría clase.
-Hola Lauren ¿ya te sientes mejor? -preguntó Caroline una compañera que siempre era muy dulce conmigo.
-Si -le sonreí sentándome en mi lugar.
-Todos oímos lo que te pasó -me observó Noah otro compañero.
-Eres lo máximo, evitaste el cometido de esos sujetos -se emocionó Emily.
-Ya -suspiré -todos me han dicho lo mismo.
-Ahora eres mucho más agradable que tu hermanastra -me dijo Caroline mientras yo volteaba a ver a Luce que me observaba llena de desagrado.
-Es lo que le dije -se acercó Nico.
Ignoré sus comentarios por respeto a Luce.

-Buenos días clase -el profesor entró y me observó curioso -vaya veo que ha vuelto señorita Lauren.
»Es obvio viejo senil« -dijo algo en mi mente.

-S-Si profesor -respondí intentando ignorar aquello.
¿Qué había sido eso?
-Me alegro -fingió una sonrisa.
»Se nota«
En serio ¿qué pasaba conmigo?

Todos volvieron a sus asientos mientras el profesor se acomodaba en su lugar.
-Bien -continuó -ya que todos asistieron hoy, les aplicaré un examen sorpresa.
Todos protestaron.
Increíble, mi primer día de clases, en mi primera hora y un examen me esperaba.
»Sería mejor si se mete su examen por el c*lo«
Me sorprendí de aquello. Yo jamás hubiera pensado eso por más enojada que estuviera.

-¿Estás bien Lauren? -preguntó Nico a mi lado -te pusiste pálida.
-Estoy bien -sonreí débilmente.
-Si tú lo dices -lo oí decir y solo pude observarlo.
Nada estaba bien.

-Bueno -el profesor colocó una hoja sobre mi pupitre -les repartiré unas hojas, no empiecen hasta que termine de repartir. Y señorita Lauren -me observó una vez más.
-Mande.
-No tiene ningún problema con el examen ¿verdad?
»Aunque lo tuviera lo aplicaría«
-N-No -negué -Nico me ayudó a estudiar pero debo admitir que no me esperaba este regreso a clases.
-No se preocupe, se acostumbrará.
»Idiota«
-S-Si -me quedé quieta, ¿qué rayos?