83.Avaricia.

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Ah las vueltas que da la vida.
Después de tan agradable día, ahora me encontraba en una situación de peligro y sin siquiera saber por qué.
Me repegué a la pared de aquel cuarto mientras la chica con pasamontañas me apuntaba con su arma.
Suspiré. ¿Por qué había dejado que Gerald y Jarek me abandonaran allí? ¿cómo había terminado así?

...
Hace solo unas horas:
Después de haber desayunado como siempre con mi tío, y de que Jarek recibiera un "merecido regaño", los dos nos dirigimos a la casa de Gerald, el demonio de la Avaricia y el último con el que tenía que lidiar.

-Gerald es un poco raro -me comentó Jarek.
-¿A qué te refieres? -aunque me dio curiosidad después de todos los demonios que había conocido ya no me sorprendía tan fácil.
-Solo no te acerques demasiado a él, es muy perfeccionista y siempre necesita su espacio vital y... simplemente es un cretino amargado.
-De acuerdo, mantendré mi distancia.
Pronto ya nos encontrábamos frente a la casa de Gerald.
-Ven -sonrió Jarek tocando el timbre de aquella casa.
Rápidamente la puerta se abrió.
-¿Por qué tardaron tanto? -Gerald se encontraba frente a nosotros con una cara de pocos amigos.
-Relájate Ger -Jarek le dio una amigable palmadita en el hombro pero el demonio de la Avaricia lo alejó rápidamente.
-No me toques -me observó con expresión neutra -hola Lauren.
-Hola -dije tímida -perdón porque tardamos pero Jarek se tardó en pasar por mí, y mi tío Dimitri nos entretuvo más tiempo.
-Me lo suponía -lo observó mal.
-Perdón -dijo Jarek en tono de burla.
-Como sea -Gerald se colocó unos anteojos -tenemos que irnos ya, vamos tarde.
-¿A dónde? -pregunté interesada.
-A la Tierra -nos invitó a entrar.
-¿Iremos a allá? -me sorprendí mucho.
-Tengo algunas cosas que hacer, y así puedo enseñarte sobre la Avaricia de los seres humanos.
-Ah...
-No la trates como si no fuera una humana Ger -Jarek se cruzó de brazos.
-Tienes razón es humana, sin embargo, no por eso conoce la maldad humana.
Jarek rodó los ojos y después me habló.
-Gerald tiene la maldición de poder hacer que los humanos destruyan lo que más codician.
-Eso es un poco...cruel -dije sincera.
-Si no poseyeran ese egoísmo hacía ciertas cosas no habría nada que perder -Gerald me miró con gran frialdad.
-Tal vez sea cierto...
-Vamos, siéntense en el piso -pidió y lo obedecimos.
-Cierra los ojos cariño -me pidió Jarek y de mala gana le hice caso.
Enseguida sentí como ambos me tomaban de las manos, llenando todo mi ser de calor justo como aquella vez con mi tío.
Repentinamente escuché un claxon y con rapidez abrí los ojos.
Si.
Ahora estábamos en la Tierra, lo supe por el cielo azul y por tantos automóviles atrapados en el tráfico. Observé a mi alrededor, nos encontramos en un callejón. Y tal vez era por el tiempo que había pasado en el infierno pero ahora la Tierra me parecía más ruidosa y... simplemente diferente.

-Ahora tengo que ir a buscar a alguien -Gerald se levantó y se dispuso a ir, pero antes me miró -tengo que ir con un hombre llamado Joseph, es alguien que tiene que aprender a no ser codicioso.
-¿Qué le harás? -pregunté.
-Solo sígueme y lo verás -los tres empezamos a caminar, entrando a un hotel muy lujoso... Sin ningún problema subimos al elevador y nos dirigimos al penthouse.
Hasta estar parados fuera de su habitación.
-Este hombre -siguió -Gerald -es un humano bastante rico, dueño de una compañía internacional pero claro como muchos de ustedes, es tacaño y no da nada a los miserables entonces haré que destruya toda esa fortuna.
Me dieron escalofríos, aquel demonio parecía aún más terrorífico que los que ya había conocido.
Observé a Jarek pero el parecía neutro, muy acostumbrado a la actitud cruel de su amigo. Entonces me pregunté si Jarek también cometía atrocidades como esas.
Con gran fuerza Gerald rompió la cerradura y los tres entramos.
-¿Quiénes son?
Un hombre de media edad pero con algunas raíces canas nos observó con seriedad -salgan de mi habitación o llamaré a seguridad.
-Tranquilo solo vengo a saldar unas cuentas -Gerald se le acercó y pareciera que el hombre notó sus malas intenciones porque corrió hacia su cuarto.
-Siempre lo hacen tan divertido -lo oí susurrar mientras caminaba hacia él, con una pequeña y diabólica sonrisa.
-¿Quieres quedarte aquí? -Jarek me observó.
-Si -sonreí débilmente pues creí que vería lo peor.
-De acuerdo -revolvió mi cabello -pero yo iré a divertirme -sonrió de la misma manera y se dirigió a donde su compañero.
Suspiré. Jarek era igual de sádico.
Cerré la puerta de la habitación y me senté en el sofá.
Realmente no quería saber qué era lo que estaba pasando en aquel cuarto. Suficiente era saber que Gerald destruía a personas como ese hombre...

Entonces oí un ruido proveniente de la entrada, alguien iba a entrar.
De inmediato me paré en la entrada, justo cuando quien fuera abrió la puerta.

Retrocedí con las manos en alto al ver que esa persona traía un pasamontañas y un arma.
-¿Quién eres? Se supone que el viejo estaría solo -me preguntó una voz de mujer.
No pude responder solo me pegué a la pared de aquel cuarto mientras la chica me seguía apuntando.
-Te estoy preguntando algo ¿no sabes hablar? -parecía enojada.
Pero ella no me dio miedo, lo que me aterrorizó fue lo que aquellos demonios le harían si la descubrían allí y más porque obviamente no era una buena persona y solo buscaba el dinero de ese hombre sin duda esos dos demonios la lastimarían por sus actos.
-Tienes que irte de aquí -le dije. Soltó una leve carcajada.
-Si ves quien tiene el arma ¿no?
-Solo vete porque...no estamos solas.
La chica pareció pensárselo.
-Da igual -terminó diciendo -solo quiero el dinero de ese viejo ¿dónde está?
-Por favor olvida eso y vete -le rogué.
Se rió.
-No sé cuál es tu relación con él pero deberías saber lo avaricioso que es.
-Lo sé.
-Entonces...

Ambas nos quedamos en silencio cuando un grito de puro dolor y desesperación salió de aquel cuarto.
-¿Qué fue eso? -la chica bajo el arma y yo tomé la oportunidad.
-Vete ahora, no quiero que te hagan daño -la empujé con fuerza hasta hacerla salir.
-Espera ¿quiénes? -alcanzó a decir aunque se notaba aturdida.
-Solo sal de aquí -le ordené cerrando la puerta. Respiré aliviada y me senté en el sillón.

-Humanita -escuché la familiar voz de Jarek.
-¿S-Si? -intenté parecer lo más calmada posible.
Jarek se sentó a mi lado.
-Gerald ya hizo lo que tenía que hacer -dijo con calma -ya podemos irnos.
-B-Bien -le sonreí débilmente.
-¿Qué te pasa? -me miró curioso. -¿Me preguntas eso después de aquel grito? -lo miré seria.
-Cálmate, no es para tanto -rodó los ojos.
-¿Listos para irnos? -Gerald salió del cuarto con una sonrisa, ahora parecía feliz a comparación de cuando nos vimos en la mañana. Jarek y yo asentimos y los tres salimos del hotel...
Después de aquello, el resto del día la habíamos pasado visitando algunos lugares en la Tierra.

...

-¿Estás asustada? -el demonio de la Avaricia me miraba neutral mientras comíamos en un restaurante.
-Ya estoy bien, es solo que aquello fue muy... perturbador.
-Te acostumbrarás humanita -Jarek sonrió juguetón.
Solo rodé los ojos y continué comiendo mi risoto. Por supuesto que nunca me acostumbraría.
-¿Y cómo se conocieron? -nos preguntó Gerald.
-Ya sabes que algunos humanos quieren ser como nosotros -Jarek sonreía burlándose -uno llamado Cedric hizo un ritual para invocarme y allí conocí a esta monada -me guiñó un ojo.
-Y te acostaste con ella como es tu costumbre -afirmó neutro.
Me sorprendí por su afilada lengua.
Jarek solo se rió.
-No, no lo hice. Lauren es especial y más difícil de lo que crees.
Sonreí ante lo que acababa de decir.
-Sigo sin entender como es que se llevan tan bien.
-Ni lo entenderás -sonrió socarrón.
-Has cambiado mucho Jarek -Gerald tocó su barbilla -ya no eres el niño rebelde y tonto que todos conocíamos.
Observé a Jarek quien pareció un pelín contento de oír eso.
-Agradecele a ella.
Me sonrojé ligeramente al pensar que realmente había hecho un cambio en ese demonio.
-Iré al baño -me levanté lo más rápido posible y me alejé de allí.

Narrador:
Ambos demonios vieron a Lauren alejarse.
-¿Por qué te gusta? No es nada especial, es como cualquier otra mortal -preguntó Gerald enseguida, después de todo siendo tan perspicaz ya se había dado cuenta del porqué actuaba tan diferente.
Jarek lo miró malicioso.
-Lo es, para empezar porque tiene sangre de demonio.
-Eso si...sin embargo, no entiendo cómo produjo tantos cambios en ti, solo hay que ver la forma en la que la protegiste para que no viera lo que le hice a ese humano.
-¿Cómo puedes decir que no lo entiendes? Si recuerdo perfectamente cuando te sentiste atraído por la vida en la Tierra -sus palabras tenían tanto significado oculto.
-Pero terminó decepcionándome.
-¿Insinúas que me decepcionará?
-Lo afirmo -soltó sin ninguna duda.
-Vamos Gerald -lo miró con gran odio oculto y con una sonrisa ladina -no intentes romper mis ilusiones o te pesará.
Gerald guardó silencio y examinó el rostro de Jarek.
-Como sea, tu sabrás lo que haces -le dio un bocado a su lasaña y se relajó en su asiento...

Lauren:
Me mojé la cara con el agua del grifo e intenté borrar la sonrisa de mi rostro, pero simplemente no podía.
El solo pensar en que yo había hecho tantos cambios en Jarek para bien, me hacía sumamente feliz. Tal vez no podría cambiar el hecho de que torturaba a la gente pero me hacia sentir bien que fuera mas empático.

Estaba tan sumergida en esos pensamientos que me sobresalté cuando escuché la puerta del baño que se azotaba con fuerza.
-A ti te estaba buscando.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora