5.Involucrada.

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Me levanté realmente cansada. Bostecé y miré a Nico con lo cual no pude evitar reírme. Su cabello pelirrojo estaba totalmente despeinado y su cuerpo estaba en una posición incomodísima, era todo un holgazán.
-Levántate -lo empujé levemente.
-No -se acurrucó nuevamente entre sus cobijas color azul -solo cinco minutos más.
Rodé los ojos.
-Me daré un baño mientras duermes tus "cinco minutos".
Asintió adormilado.
Tomé mi ropa de un cajón y me dirigí al baño del pasillo.
Abrí la llave de la regadera y comencé a quitarme la ropa.
Observé en el espejo mi espalda, esas marcas seguían allí pero ya eran menos visibles.
Tenía que dejar de pensar en aquello, seguramente me había lastimado con algo sin darme cuenta...
Dejé que el agua despejara mi mente, amaba el agua, la ducha. Tal vez en mi otra vida llegue a ser un pez, me reí ante tal idea y seguí enjabonando mi cuerpo...

Después de unos minutos cerré la llave y me envolví con una toalla.
Alguien tocó la puerta.
-¿Terminaste? -escuché la voz de Nico.
-Si, solo un momento -comencé a vestirme y unos momentos después salí.
-Te tardas mucho -parecía que iba a meterse a bañar ya que no llevaba lentes lo cual me parecía muy lindo porque sus ojos avellana eran hermosos.
-No me tardé tanto, además tú estabas dormido -salí permitiéndole el paso.
-Ya es tarde para la escuela -cerró la puerta -adelántate a desayunar en lo que yo termino.
-De acuerdo.
Escuché el grifo de la ducha y salí bajando a la cocina.

-Buenos días -saludé a los padres de Nico que se encontraban desayunando.
-Lauren -el señor me sonrió y me habló con su gruesa voz -hace tanto que no te veía por aquí.
-Es que había estado ocupada, supongo que ya sabe -sonreí.
-Si, me enteré del accidente que tuviste.
-Eso ya pasó -me senté junto a él.
-¿Y Nico? -preguntó su mamá.
-Ya viene, se está arreglando.
-Oh bueno, mientras tú puedes desayunar -me acercó un plato con un par de hot cakes.
-Gracias, provecho.

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-He pensado mucho en una cuestión -comenzó a decir Nico mientras íbamos a nuestra clase de Salud.
-¿En qué? -le dije mientras le enviaba un mensaje a mi papá.
-En esas...marcas.
-Shh -lo callé -ya te dije que no es nada.
-Si claro, nada -me observó preocupado.
-Bien, no sé como aparecieron pero tampoco es para tanto...
-Hasta que sea una cosa peor.
-Ya -le di un abrazo -no te preocupes, te contaré cualquier cosa que me pase.
-Más te vale porque lo repito, eso no es normal.
-Deja de ser tan preocupón -le jalé una mejilla.

-Aww que linda parejita -Luce apareció detrás de mí.
-Hola Luce -la saludé tranquilamente.
-Hola y adiós -me pasó de largo y se metió al salón.
-Que pesada es -dijo Nico con frustración.
Solo le sonreí en modo de afirmación después entramos al salón y nos sentamos junto a Caroline.

Y el resto de la clase pasó realmente interesante, vimos la parte teórica del RCP y cuando terminó continuamos con la clase de Biología. En verdad me aburría esa clase, el profesor siempre hablaba lentamente y al final nos dejaba hacer una exposición o un ensayo sobre el tema que habíamos visto... Lo peor de todo era soportar dos horas de lo mismo pero tenía que sobrellevarlo, era esencial que aprendiera sobre ello.
...
Después tuvimos nuestra hora libre donde con Nico compramos unas hamburguesas y nos sentamos en el pasto de una jardinera para seguir hablando del mismo tema que últimamente nos interesaba y preocupaba tanto.

-Mira -me mostró en su celular una página donde se hablaba de la inmortalidad.
-¿Y qué es esto? -pregunté sin entender.
-Es algo que investigué mientras el profesor de Biología daba su clase.
-¿No deberías haber estado prestando atención?
-No era nada interesante -me tendió su celular.

Leí lo siguiente:
Según las tradiciones, la inmortalidad es un atributo común de muchísimos seres; Dios, para empezar a hablar, es el ser inmortal por excelencia, pero también son inmortales los ángeles, los demonios, y nuestra propia alma. Al día de hoy no se ha podido probar de manera científica la inmortalidad de ningún de los seres antes mencionados, sin embargo hay muchos fanáticos religiosos que creen que esto se puede lograr a través de la realización de rituales que para la mayoría de la gente nos resultarían satánicos. La mayoría de los investigadores de este tipo, coinciden en que la forma de hacer esto es por medio de sacrificios humanos para lograr invocar a seres que nos concedan la tan deseada inmortalidad.

Intercambié miradas con mi amigo.
-¿Tu crees que eso es lo que querían lograr? -le pregunté como si él tuviera todas las respuestas.
-Si -dijo muy seguro -el deseo de estas personas es buscar la vida eterna a través del sacrificio de otras, justo lo que ocurrió en esa casa.
-Ahora que lo dices -palidecí -recuerdo que cuando esa persona me acuchilló dijo algo como "gracias por tu sacrificio" aunque no había entendido muy bien el significado de sus palabras, con esto todo está clarísimo.
-¡Lo vez! Tengo razón -movió las manos con emoción.
-Eso es posible pero... -suspiré -¿por qué no dejamos este tema por la paz? -sonreí o al menos lo intenté.
-¿Dejarlo? -dijo un poco decepcionado.
-Creo que comienzo a obsesionarme con lo que pasó esa noche y entre más pienso en ello más paranoica me pongo.
-Pero... -bajó la mirada -está bien, lo dejaré por ti.
-Gracias Nico.
-Solo una última cosa -me miró preocupado.
-Dime.
-¿Qué tal si de alguna manera te involucraste con eso?
-Claro que lo hice -dije obvia -intentaron usarme como sacrificio.
-No, yo me refiero a ¿y si algo del más allá te hizo esas marcas?
-Absulutamente, no -dije seria -eso no es real.
-Tienes razón...pero avísame si algo más te pasa.
-Lo haré, pero ya deja de pensar en eso y come tu hamburguesa.
Asintió y ambos seguimos devorando la comida, pero no podía negar que sus palabras me habían asustado...

Después de cincuenta minutos de descanso nos dirigimos a nuestra siguiente clase. Matemáticas.
Nico se adelantó mientras yo fui al baño; entré por la pequeña puerta café y me miré en el espejo acomodando unos cabellos rebeldes en mi frente.
Entonces escuché un ruido, un gemido de mujer en el último baño.
Suspiré con asco, seguramente un pareja tenía sexo. Ugh.
Decidí salir de allí pero antes de que lo hiciera, la puerta del baño se abrió dejándome con la boca abierta.

-¿Luce? -dije confundida.
Me miró con miedo y enfado.
-¿Qué haces aquí? -gritó fúrica.
-Vine...al baño -intenté ver al chico dentro pero ella me lo impidió.
-Pues vete -me exigió.
-¿Quién es? -fruncí el ceño.
-Mi novio -dijo simple.
-¿Tú tienes novio? -alcé ambas cejas.
-Obviamente, no soy como tú y ya deja de interrogarme -me tomó de la mano y me arrojó fuera cerrando la puerta.
Eso no me lo esperaba.
Me dirigí al salón aún con la curiosidad de saber quién era el supuesto novio de Luce.

Desde fuera del salón noté que la profesora había llegado así que entré sin hacer ruido y sin poder contarle a Nico lo que había visto.

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Por fin el día en la escuela había terminado, caminaba con Nico a la salida.
-¿Luce te llevará a casa? -me preguntó.
-Si -recordé lo que vi en el baño -por cierto tengo algo que contarte, sobre ella pero no puedes decirle a nadie.
-Dime -me miró sin mucho interés.

-Oye -escuché la voz de Luce y me quedé callada -vámonos ya -me tomó de la muñeca y me arrastró fuera hasta llegar a su coche.
-¿Por qué eres tan agresiva? Ni siquiera pude despedirme de Nico -le reclamé.
-Luego le hablas a ese chiquillo -comenzó a conducir -pero ni se te ocurra contarle a él o a alguien más lo que viste.
-No lo haré -me di cuenta de que casi le contaba a mi mejor amigo algo que era muy personal para Luce.
-Bien -entonces puso en la radio una de esas canciones que están de moda y nos quedamos en silencio hasta llegar a la casa.

...
-Ya llegamos -gritó Luce al solo entrar.
-Hola -mi papá apareció.
-¿Y mi mamá? -le preguntó Luce con buen tono, a diferencia de como a mi me trataba.
-Salió a la tienda, en un rato llegará para que comamos.
-A bueno, entonces subiré un rato a mi habitación -su siguiente acción fue irse con celular en mano.
-¿Y tú? -me miró
-¿Yo? -le sonreí.
-¿Cómo te la pasaste con Nico?
-Bien -sonreí sentándome en el sillón, a su lado.
-¿Y qué hicieron?
-Pues nada interesante, lo normal; tarea, ver una película y dormir temprano como buenos chicos -le sonreí.
-Me alegro que te portes bien.
-¿Qué insinúas papá? -bromeé.
-Nada pequeña -encendió la televisión y nos pusimos a ver una película de acción como las que a él le gustaban.

El resto de la tarde, después de comer, me encerré en mi habitación a hacer tarea y a descansar escuchando música. Al menos me sentía más tranquila porque la voz en mi cabeza había desaparecido, claro que aún pensaba en todo lo que había hablado con Nico... Solo esperaba que todo siguiera tan tranquilo como ese día.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora