Demonio

11.Oportunidad.

Lunes, el día más pesado de la semana para muchas personas pero para mí era relajante pensar en la escuela después de tantas cosas desagradables.
Me dirigí a desayunar como lo hacía todas las mañanas.
-Buenos días -saludé a Amelia y a Luce.
-Buenos días -contestaron.
Me serví un pan tostado con mermelada.
-¿Mi papá ya se fue? -les pregunté.
-Ya -dijo Amelia mordiendo una tostada y mirándome de reojo con una pequeña sonrisa -pero dijo que en cuanto volviera, hablaría seriamente contigo.
La observé divertida, seguro que mi papá quería seguir investigando sobre mi nuevo "amigo".
Seguimos desayunando en silencio hasta que después de unos minutos Luce se levantó de la mesa.

-Vámonos -me dijo con su serio rostro -adiós mamá -se despidió con un abrazo.
-Adiós y cuídense chicas -nos sonrió.
Tomé mis cosas, me levanté de mi asiento y seguí a Luce.

Subimos a su auto...
-¿Cómo te fue con tu novio? -le pregunté intentando hacer plática.
-Bien, fuimos al cine.
-¿Y qué película vieron?
Soltó una risa.
-Eres tan inocente.
Rodé los ojos.
-¿Y tú? -preguntó.
-¿Yo qué?
-Tú también saliste con un chico ¿no?
-Oh si -desvié la mirada -pero solo es un amigo.
-Si claro -encendió la radio mientras conducía -así empezamos todos, como amigos.
-No con él -pensé en ese extraño individuo.
-Y eso decimos todas al principio.

Me quedé en silencio. Por supuesto que no, jamás con Jarek.

Pronto llegamos a la escuela y ambas por primera vez nos dirigimos juntas al salón.
-Hola Nico -saludé a mi amigo.
-Hey -se acercó a mi y habló en un susurro -cuéntame todo de ayer.
-Bueno -esperé a que Luce estuviera lo suficientemente lejos para que nadie nos escuchara -tenemos algunas pistas del responsable pero como te dije hoy iremos a buscar a un amigo de la chica que al parecer inició todo este lío.
-Que bueno que todo va progresando -me sonrió sincero.
-Lo sé, pronto todo volverá a ser como antes -dije más para mí misma.

-Buenos días clase -entró el profesor de Biología.
-Buenos días -saludamos todos.
-Espero que hayan hecho la tarea que les dejé.
Me quedé quieta y miré a mi amigo.
-¿Qué tarea? -fruncí el ceño
Se sorprendió.
-¿No me digas que la olvidaste?
Suspiré y asentí.
-Por favor pasen de cinco en cinco, la calificaré antes de comentarla entre todos -dijo el profesor.
Me apoyé en mi mano ¿qué me pasaba?
-Con todo lo de ayer no me acordé de la tarea -le dije a Nico.
-¿Qué harás ahora? -preguntó.
Me quedé en silencio.
-Disculpe profesor -una directiva entró al salón -el director llama a la alumna Lauren.
-Claro, Lauren por favor ve -dijo él.
Me levanté con rapidez.
-Suertuda -escuché por parte de mi amigo.
Sonreí levemente y seguí a la profesora.

-¿Sabe para qué me busca? -le pregunté mientras caminábamos por el pasillo.
-No te preocupes, no es nada malo -sonrió dulce.
-Bueno...
Pronto llegamos a la oficina. La profesora tocó la puerta y me dejó pasar.
-Adelante -me sonrió aquel hombre mayor.
-Gracias -me senté frente a su escritorio.
-Te llamé porque te tengo buenas noticias.
-¿Cuáles? -pregunté curiosa.
-Por tu gran desempeño escolar tienes la oportunidad de ganar una beca para el extranjero.
Sonreí.
-¿En serio? -al fin una buena noticia.
-Si -cruzó sus manos -tienes las mejores calificaciones en la clase de matemáticas, además de otras asignaturas así que la mereces.
Oh oh.
-Espere -borré mi sonrisa -¿esa beca no se la habían ofrecido a Luce?
-Al principio si, pero el consejo coincidió en que tu comportamiento y tu desempeño académico son mejores que los de ella.
-Pero... ella es mi familia, no puedo hacerle esto...-lo observé preocupada.
-Yo entiendo, pero no puedes perder esta oportunidad, además, aunque la rechaces no se la daremos a ella -me miró directo a los ojos -mira Lauren, no te presionaré más pero tienes la oportunidad de entregar tus papeles durante todo este mes, así que piénsalo con mucho cuidado.
-Está bien -le sonreí -gracias por la oportunidad.
-De nada.
-¿Ya puedo volver a clase?
-Adelante.
-Con permiso -me levanté del pequeño asiento y salí dirigiéndome a mi salón...
Me agradaba la idea de tener esa beca en el extranjero pero...era quitarle su sueño a Luce y eso me dolía mucho.
...
Entré al salón sin ser notada y me senté en mi asiento con la mirada curiosa de Nico siguiéndome. Por suerte el profesor había dejado de revisar la tarea y ahora daba clase.

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Nico y yo caminábamos en dirección a su casa, estaba sumergida en mis pensamientos. ¿Qué debía hacer? ¿cómo se lo diría a Luce para que no me odiara...tanto?
-¡Lauren!
-Mande -rápidamente observé a mi amigo.
-Te estoy preguntando que ¿qué te dijo el director? - Nico estaba un poco molesto por ignorarlo.
Suspiré.
-Dijo que tengo la oportunidad de una beca -mi mirada era desalentadora.
-Eso es bueno ¿por qué pareces triste? -se acomodó los lentes.
-Es que esa beca se la habían ofrecido a Luce y por mi culpa se la quitaron...-lo observé.
-Te matará -ahora estaba igual de preocupado.
-Ya sé...creo que después de todo no la tomaré -miré al piso.
-Eso es peor -me reprochó -si no la tomas las dos perderán la oportunidad.
-Pero aquí estoy feliz -sonreí -me encanta este lugar, tenerte como mi amigo y todo eso...
-Yo también soy feliz, pero lo sería mas si tomaras la oportunidad.
-Que tierno -sonreí y enseguida borré la sonrisa -pero no sé.
-Piénsalo.
Me reí -lo mismo dijo el director.
-Sabes que tiene razón.
-Cambiemos de tema -lo observé.
-Bueno...¿comemos en mi casa?
-Me encantaría, la comida de tu mamá es la mejor.
-Ella también te extraña mucho, dice que debo llevarte más.
Me reí.
-Es que desde aquella vez cuando...

-Hey.
Me volteé rápidamente cuando sentí la mano de alguien tocando mi espalda.
-¿Qué se te ofrece? -miré al chico rubio que ahora me sujetaba de la cintura.
-Te vi caminando por aquí y no pude evitar decirte que eres muy linda -me observó de arriba a abajo.
-Pues gracias -me alejé levemente, aquello me incomodaba. Ese chico me daba mala espina.
-Quisiera saber si te gustaría salir conmigo -sonrió.
-No gracias -me alejé más pero volvió a acercarse.
-Anda -me sujetó de la mano -también podríamos hacer otro tipo de cosas...si quieres.
-Te dijo que la sueltes -Nico me tomó de la mano y me apartó.
-¿Y a ti quién te habló? -se rió.
-Ella es mi amiga y debes saber que tiene novio -le mintió.
-No soy celoso -se burló el otro.
-Bien por ti idiota -le dijo mi amigo y el rubio se enfadó. Repentinamente le lanzó un puñetazo a Nico.
-¡Oye! -me agaché junto a mi amigo viendo su feo golpe en la mejilla.
-Oh vamos -el rubio me jaló nuevamente hacia él -solo es un enclenque, no creo que te satisfaga como yo.
Me harté.
Tantas tonterías provenientes de una sola boca.
-¡Idiota! -me le acerqué y lo golpeé en la entrepierna.
-¿Qué te pasa? -se doblaba del dolor mientras me miraba con ojos enfadados -me las pagarás desgraciada -se acercó peligrosamente mientras yo retrocedía. Mi cara cambio de color cuando lo vi sacar una navaja. Ahora si estaba asustada. Incluso Nico se había paralizado.
-Cálmate -le pedí al rubio.
Se rió.
-¿Ahora tienes miedo?
No dije nada, estaba temblando.
-¡Ven aquí! -me sujetó con fuerza de la muñeca causándome daño.
-Deja a mi amiga -Nico se levantó y se le acercó.
Entonces el chico le lanzó un navajazo haciéndole un pequeño corte en la mejilla.
-¿Eres idiota? Pudiste hacerle daño -golpeé el pecho del chico.
-El tiene la culpa -me sonrió acercándome a su rostro. No quería que me besara así que solo cerré los ojos y esperé lo peor.
Alguien me jaló con fuerza.
-¿En serio sacas una navaja contra una chica y un niñito? -reconocí esa profunda y burlesca voz.
Miré detrás de mi....ese demonio.
El rubio pareció tensarse, se veía bastante intimidado por Jarek, además de adolorido.
-¿Quién eres tú? -le preguntó el rubio.
-Eso da igual, solo lárgate de aquí o mejor te vamos llamando una ambulancia -Jarek se le acercó y solo con mirarlo el chico soltó la navaja.
-Como sea -se alejó con rapidez.
En cuanto dejé de verlo, me relajé.
-Gracias -le susurré a Jarek mientras miraba el pequeño corte de Nico.
-De nada pero debiste decir "oh gracias mi héroe" -sonrió superior.
-No te aproveches.
Se rió.
-Fue divertido y excitante verte golpear a alguien.
Desvié la mirada.
-Él golpeó a Nico, no podía quedarme así.
-Aún así -fingió una cara de regaño -no puedes ir golpeando a la gente como una chica mala.
-Eso es verdad -Nico se nos acercó -todo por mi culpa.
-No es tu culpa -me acerqué a Nico y le toqué el rostro haciendo que se quejara y observé que unas gotas de sangre comenzaban a surgir -además a ti te hizo un corte.
-Esto no es nada -dijo triste.
-Ahora mismo iremos a tu casa a curarte -le ordené.
-Pero...
-Ya la oíste, a tu casa -Jarek me tomó de la cintura y en contra de mi voluntad los tres nos dirigimos dentro de la casa de Nico.
¿Quién había invitado a Jarek?