24.Regalo.

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-¿Qué quieres decir? -me hice la inocente.
-Digo que no lo conoces lo suficiente y por tanto no lo quiero cerca de ti o de Luce.
-¿Pero por qué? -dije muy confundida.
-Hablé con Luce sobre él y me dijo que solo quería jugar con ella y no me hagas recordarte como los encontré aquel día fuera de la casa ¿qué clase de hombre le coquetea a dos chicas que además son familia?
-Eso es...
-Además -me interrumpió -intenté averiguar algo sobre su vida y no hay casi nada de información de él, es como si no existiera.
-Papá Jarek es buena persona.
Que gran mentira acababa de decir.
-Pues me parece bien que sea una buena persona... pero lejos de ti.
-Es mi amigo.
-Pues dejará de serlo.
Bufé.
-Nunca me habías pedido que dejara de ser amiga de alguien.
-Siempre hay una primera vez.
Rodé los ojos.
-Bien papá dejaré de juntarme con él... si así te sientes más tranquilo.
-Eso espero Lauren.
-Solo te digo que tengo que hacer un trabajo en equipo con él.
-Bueno si es sobre la escuela, puedes verlo.
-Bien... -me levanté con una notable seriedad, para ir a mi cuarto -ah mañana iré al cumpleaños de Nico en su casa y no, no irá Jarek, puedes preguntarle al mismo Nico -de inmediato subí las escaleras hasta mi cuarto.

Era la primera vez que mi papá investigaba a uno de mis conocidos o mínimo que me hubiera informado y eso me molestó.

Al llegar a mi cuarto de inmediato me calmé al ver a Blacky bañándose sobre mi cama.
Lo acaricié rápidamente y lo dejé en paz, pasando a buscar ropa en mi clóset. Escogería algo que ponerme para el cumpleaños de mi mejor amigo, al menos eso me distraería.
Encontré una falta negra y una blusa de color plateado y supe que me pondría eso. También escogí unos zapatos de piso y listo, los dejé allí para el día siguiente.
Enseguida me senté en una mesita y saqué algunas cosas para envolver el regalo de Nico, quería ver su sonriente cara cuando lo abriera...

Unos minutos más y ya lo había envuelto en un papel color morado con azul. Lo dejé en un lugar alto donde Blacky no fuera a romperlo y de inmediato me dirigí al baño y me lavé los dientes, después cepillé mi cabello y me acosté en mi cama. Había sido un día agotador, lleno de estrés y lo único que deseaba era poder dormir un poco.

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-¡Despierta! -abrí los ojos con rapidez cuando aquella voz me asustó.
Observé al frente y vislumbré a Luce.
-¿Qué haces? -la observé enfadada ante repentino susto.
-Tu papá ya me dijo que Jarek y tú no serán amigos -sonrió victoriosa.
-Así es -bostecé -porque tú le dijiste no sé que cosas. Tomé a Blacky que parecía asustado por mi hermanastra.
-Pues claro -me miró con una aún más amplia sonrisa -después de lo que me hicieron ambos.
-Estás loca -me levanté de la cama dejando al pequeño gatito que de inmediato se fue huyendo.
-Vigilaré que no te acerques a Jarek.
-Diviértete con eso -miré mi celular y eran las once de la mañana.
Recordé que la fiesta de Nico comenzaría a medio día así que tomé la ropa de mi clóset para bañarme.
-¿A dónde vas?
-Con Nico.
-Te acompaño.
La observé.
-No, no puedes.
-¿A no?
-No, solo es para su familia y amigos, o sea yo si, tú no.
-Espero que Jarek no vaya -dijo seria.
-Él no es su amigo -salí del cuarto y me encerré en el baño.
Dejé que el agua recorriera mi cuerpo, esa sensación me hacía sentir más calmada...
Después de un par de minutos más, cerré la llave, sequé mi cuerpo y me puse lo que había elegido. Después me hice una coleta y volví a mi cuarto por el regalo de Nico.
Enseguida salí de allí pero me topé con mi papá en el pasillo.

-Buenos días -lo saludé.
-Buenos días -me observó -¿ya te vas?
-Si -dije un poco seria.
-De acuerdo, te quiero aquí temprano -me abrazó -y recuerda que todo lo hago por tu bien.
-Lo sé -le respondí no tan segura de ello.
-Por cierto te ves muy bien.
-Gracias -le dediqué una tímida sonrisa -ya me voy.
Inmediatamente bajé las escaleras, salí de mi casa y me dirigí caminando hasta la casa de Nico, la cual no estaba muy lejos de allí. Ocho minutos cuando mucho...

Pronto llegué, y me encontraba a nada de tocar el timbre, pero escuché una voz.
-Hey -Jarek se acercó a mí, acompañado de otro chico.
-Hola -los saludé mirando al desconocido.
-Te presento -dijo Jarek -él es Marcos el "amigo" del que te hablé.
-Un gusto -me saludó y yo de regreso.
No podía negar que parecía un buen chico, además de guapo y decente.

-Por cierto te ves muy linda -me sonrió Jarek.
-Gracias -dije algo avergonzada -ya hay que entrar.
Toqué el timbre y esperé a que alguien abriera.

-¡Lauren! -la mamá de Nico me abrazó enseguida.
-Hola señora -le sonreí -miré ellos son Jarek y Marcos unos amigos.
-Mucho gusto -les sonrió -pero pasen, la fiesta ya va a empezar.
-Gracias.

Dentro había muchas personas de diferentes edades que supuse eran familia de Nico. También había una mesa con refrescos, licor, comida y un bonito pastel.

-Llegaron -Nico apareció luciendo una camisa roja y un pantalón de mezclilla. De inmediato lo abracé.
-¡Feliz cumpleaños! -le dije -ya eres mayor de edad mejor amigo.
-Gracias -me miró con ternura a través de sus anteojos.
-Te traje un regalo -le tendí el obsequio y él lo miró con ilusión.
-Me pregunto que será -rompió el papel y entonces se quedó callado cuando vio el disco.
-¡Gracias! -me abrazó -lo estuve buscando desde hace mucho.
-Espero que lo disfrutes.
-Lo haré -siguió observándolo con unos ojos radiantes.
-Perdón por interrumpir el momento -Jarek se acercó con el otro chico -yo también te traje un regalo.
-¿En serio? -preguntó sorprendido.
-Pues claro, ya te había dicho -lo puso de frente a Nico -él es Marcos y será tu cita hoy.
-¿Mi qué? -Nico se sonrojó ligeramente pero miró al chico un poco más alto que él.
-Hola -saludó Marcos cálidamente -Jarek me convenció de venir pero no creas que me obligó o algo así, la verdad es que me contó sobre ti y pensé que sería genial conocerte y salir contigo.
Nico se sonrojó aún más y no dijo nada. En cualquier momento se podría desmayar de la emoción y si alguien como su papá o mamá lo veían así...

-¿Por qué no vamos los cuatro al cuarto de Nico? -los empujé.
-¿Qué planeas que hagamos? -me miró Jarek juguetón.
-No es eso, es que la familia de Nico no sabe de sus preferencias -susurré.
-¿Pueden esperar un momento? -Nico me tomó con una sudada mano mientras los otros dos entraban al cuarto.
-¿Qué hago? -preguntó aterrado.
-Pues ¿qué te parece?
-Es muy guapo -sonrió hasta que se le formaron unos lindos hoyuelos.
-Entonces sal con él, no parece mala persona aunque Jarek lo trajo.
-Es que...me da miedo salir con él...solitos. Además mi familia no sabe -se entristeció.
-Entonces.... convivamos los cuatro aquí un rato y después Jarek y yo te acompañaremos a donde quieras con Marcos y después te dejaremos solo, si quieres.
-Eso es perfecto -sonrió -eres la mejor amiga que pude pedir.
-Lo sé.
Entonces entramos al cuarto.
-¿Y bien? -preguntó un impaciente Marcos.
-Quedémonos un rato en la fiesta que me organizaron y ya después vamos a otro lugar -sonrió Nico.
-Genial, creí que no querías -suspiró aliviado.
-Bueno pues... Lauren y yo estaremos por allí si necesitan algo -entonces Jarek me tomó de la mano y me sacó de la habitación arrastrándome a otra. Entonces se sentó en una cama.
-¿Por qué los dejaste solos? -le pregunté.
-Necesitan conocerse un poco.
-En eso tienes razón.
-No sé por qué lo esconde -comenzó a decir -se le nota a kilómetros de distancia que le gustan los chicos.
-Es su vida -me senté en una pequeña silla.
-Como sea, él sabrá si desperdicia su tiempo pensando en cosas inútiles.
-No hables así -rodé los ojos -mejor dime ¿se te ocurre un lugar a dónde podamos ir los cuatro para después escabullirnos y dejarlos solos?
Sonrió malévolo.
-Por supuesto. Un hotel.
-Es en serio -lo miré.
-Bueno...-chasqueó los dedos -sé del lugar perfecto.
-¿Dónde?
-Ya lo verás -sonrió.
-Vale -estaba un poco emocionada hasta que recordé que había prometido no acercarme a Jarek...

-¿Qué tienes? -me observaba con sus oscuros ojos.
-Nada es que mi papá me prohibió acercarme a ti y... estamos aquí.
Jarek rió.
-¿Por qué te lo prohibió?
-Dijo que te investigó y que parecía que no existieras.
Jarek conservó su sonrisa.
-¿Por qué sonríes? -le pregunté.
-Tu padre es muy listo.
Lo miré sin comprender.
-Es que tiene mucha razón, porque en este mundo mortal, realmente no existo.

DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora