Capitulo 26

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Era demasiado temprano.

El sol no había terminado de salir y la luna ya se apreciaba. No había finalizado el día, pero la noche ya se presentaba. No sabía que hace dieciséis años vivía el principio del fin.

Tampoco sabía que la vida duraba diez minutos de llanto en un pasillo de hospital. Muchos menos sabía que tu familia se arruinaría, que tu casa estuviese vacía y que en tu auto faltaría una persona.

Y sí, era demasiado temprano para que la vida se llevase a mamá.

Mamá.

Mamá y sus comidas. Mamá y su voz. Mamá y su hermosa letra. Mamá y sus conocimientos. Mamá y su claro pelo lacio. Mamá y sus ojos color miel. Mamá y su delgadez. Mamá y su cuerpo. Mamá y su mente.

Mamá y los abuelos.

Mamá, los abuelos y la tía Georgina. Mamá, los abuelos, la tía Georgina y el tío Enrique. Mamá, la abuela, los tíos. Mamá, la abuela, los tíos y la simpática perra Mía. Mamá, papá, la abuela, los tíos y Mía. Mamá, la abuela, los tíos, Mía, papá, Carola. Mamá, la abuela, los tíos, papá, Carola y yo.

Mamá y yo.

La tristeza me inunda el cuerpo, me consume la mente lentamente. Los caminos que mis lágrimas han marcado siento que han de estar determinados así para la eternidad. Me deshidrato de tanto llorar, me duelen los ojos. Mi cuerpo está débil, frágil. No tengo fuerzas para levantarme de la cama. No hay ninguna mamá que me diga "arriba, Al". No hay razón para levantarme. Sin ella, sin su voz.

Un nudo en la garganta y en el estómago me lleva a volver a caer en mi colchón. Mi cuerpo no se mueve. No recuerdo cuándo fue la última vez que tomé una ducha. Tampoco recuerdo cuándo comí o bebí algo antes de su muerte.

Mamá está muerta.

Mamá no está aquí.

Vuelvo a largar un sollozo, y rompo en llanto.

Mamá, vuelve. Mamá, te extraño.

Mamá, ojalá pudiese decirte por última vez lo mucho que te amo.

La causa de muerte de mamá fue por un aborto. 

Andrés se había desarrollado de mala manera, causándole problemas a mamá en el embarazo. Ella a veces sentía sus pies, a veces no. Los médicos no le encontraban forma al bebé, y mamá correría riesgo de vida en el parto. Andrés podría salir sano, o completamente enfermo. Incluso muerto. Mamá no quiso tomar el riesgo.

Intentó realizar un aborto clandestino.

Llegó a la casa de un médico reconocido, una amiga suya había realizado abortos con este médico, y le había contado a mi mamá que era de suma confianza.

El médico no quiso realizar el aborto.

Mamá llegó al hospital para que le quitaran al bebé de su vientre.

Ecografía. Bebé muerto. 

Intento de aborto.

Mamá murió desangrada.

Andrés seguía vivo al momento del aborto.

No entendí por qué le mintieron a mamá diciendo que Andrés estaba muerto, me pareció la locura y estupidez más grande escuchar eso. Probablemente le hayan dicho eso a mamá para que abortara al bebé con malformaciones, o probablemente para que el médico ganase dinero en medio de un aborto clandestino.

Las pastillas abortivas no se podían usar, dijeron los médicos. Era necesario una cirugía, de "poco" riesgo de muerte.

No sólo mataron a Andrés, un bebé que estaba vivo en el vientre, y que convencieron a mamá para que ella misma le quitase la vida sin consentimiento, sino que además mataron a mi mamá. A la mujer que me dio todo, hasta la vida. Y eso no me lo devuelve ni el Estado, ni los doctores, ni nada, ni nadie.

Ella no está en este mundo. Ella abandonó su vida, intentando deshacerse de un "bebé muerto". Le mintieron, le llenaron la cabeza de idioteces, la maltrataron.

La mataron.

Mamá, te extraño.

Te necesito cada segundo que pasa. Es un sentimiento horrible, lleno de culpa, tristeza, llanto, ira. Dolor.

Carola no se acercó a casa. Desde que salimos del hospital se fue a la casa de su novio y no ha vuelto en lo que queda del día.

Papá no emitió comentario alguno, sólo se encerró en su dormitorio y aún no ha salido.

La abuela ya sabe de lo sucedido, pero no llamó, y mucho menos se interesó en acercarse a casa.

Debe entender que todos necesitamos nuestro espacio.

Y aquí estoy yo.

Tirada en mi cama, mirando el techo con los ojos doloridos de tanto llorar. Encerrada, aislada del resto del universo.

No sé qué hora es. No sé si es de noche, de día, o si ya es agosto y no me enteré. No me muevo, no reacciono. Me siento sola.

Soy yo contra este mundo. Antes éramos mamá y yo, pero ya no más.

Escucho unos nudillos golpear mi puerta.

- Pase - digo con voz ronca. Nunca antes me oí así.

Papá asoma la cabeza por la puerta.

- Mañana hablaremos con la abuela, y veremos el tema de la despedida - dice. Asiento con la cabeza y él se retira.

La despedida de mamá.

No estoy lista para despedirme.

Agarro mi teléfono y miro la hora.

Ya pasaron más de seis horas desde que llegamos del hospital. Son casi las diez de la noche.

Empiezo a leer mis notificaciones y veo un mensaje de James.

"Espero que estés bien, pequeña"

"Alexandra, te extraño"

"Dime si vendrás"

"Te espero en el lugar acordado, no me falles"

"Si necesitas algo aquí estoy"

James...

James me estaba esperando en el bar, donde me había dicho que debía ir.

Marco su contacto y llamo. Contesta rápidamente.

- James - digo -, no puedo ir al bar hoy. Estoy súper complicada, ¿sabes?

Escucho un suspiro y un ruido de llaves.

- Esta bien, Alexandra - responde -, iré a casa. Si mañana estás disponible no dudes en llamarme.

- Sí, gracias.

- Adiós - dice y cuelga.

N/A

Hola mi preciada gente linda!

Lamento no haber publicado capítulo en este tiempo, últimamente la escuela me trae súper complicada y no tengo tiempo para escribir casi nada.

Aunque no pueda publicar seguido, de todas formas seguiré avisando mediante Instagram o mensajes en mi perfil.

Les amo!

- Z

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