Pensé que me había saludado a mi, pero no.
De hecho, nunca me vio.
Le devolví el gesto, pero ni siquiera notó que yo estaba ahí parada.
- ¿Qué vas a pedir, Alexa? - pregunta Car. Luego me doy cuenta que la chica que atendía me estaba esperando hace rato. Le digo lo que quiero y luego me voy a otra fila a esperar el pedido, pero sin dejar de mirar a James.
¿A quién saludó?
James agarra una bandeja con la que debe ser su comida y se encamina a una mesa cerca de donde estoy.
Y luego entiendo todo.
Se sienta enfrente de una hermosa mujer. Lleva puesto un vestido rojo, y su pelo es lacio y lo lleva suelto. Se ríe de manera delicada y habla con James. Él sonríe y empiezan a comer. Ambos parecen animados, entretenidos en la conversación.
Cuando volteo a ver a Carola la encuentro con nuestra bandeja en las manos.
- Vamos por allí - dice. No presto atención a donde señala, sólo la sigo mirando mi celular. De reojo puedo ver que ella se sienta. Sin despegar la vista del celular, me siento enfrente suyo.
Con la vista pegada al teléfono, intento hacerme una idea de quién puede ser la misteriosa chica. Es joven, pero no tanto como yo. Quiero creer que es una amiga de toda la vida, o tal vez alguien de la familia.
- ¿Ya vas a dejar eso? - pregunta Carola, abriendo el paquete donde estaba su hamburguesa. Asiento con la cabeza y guardo el celular.
- Perdona - digo - Cristal me estaba preguntando por la fiesta de hoy.
- Ojalá mi preocupación fuera ver qué me voy a poner para una fiesta - responde.
Empiezo a comer mi hamburguesa. Sigo tonteando con la idea de que James tiene novia, lo cual me rompería el corazón. De hecho, los hombres que conocí de su edad estaban casados, por lo que tampoco me extrañaría saber que es su esposa.
- ¿Vamos? - escucho decir a mi lado.
Dejo mi hamburguesa en la mesa y me volteo. James y la chica del vestido rojo ya habían terminado de comer, y se estaban levantando de su sitio.
Ella asiente con la cabeza a la pregunta de James. No puedo dejar de mirarlos.
- ¿Estás bien? - me pregunta Car.
- Sí, sí... Ya vengo - digo -, tengo que ir al baño. Carola se queda comiendo su hamburguesa mientras yo me apresuro.
Camino hacia los baños, que estaban en la misma dirección por donde iba James con su acompañante. Él la está agarrando de la cintura, pero delicadamente. Van hablando sin mirar atrás. Ella lleva un bolso pequeño en su mano derecha.
Me meto por un pasillo que lleva al baño, pero los sigo espiando.
Él saca de su bolsillo unas llaves y sale del negocio. Luego abre su Audi que estaba en la puerta del restaurante y con la chica misteriosa se mete en él y se van.
Y ahí quedo yo, mirando anonadada.
No sé qué logré espiando a mi profesor con una mujer. No pude reconocer su vínculo afectivo, porque no se dieron un beso ni se tomaron de las manos. Si hubiese notado que eran pareja, tampoco hubiese logrado cambiar nada.
Me dispongo a volver a la mesa donde dejé a Carola comiendo.
- Tu comida está congelada - dice ella, mientras me siento en la silla.
- Ya lo sé - digo llevándome la hamburguesa a la boca.
Terminamos de comer y Carola me propone ir a ver ropa. A pesar de no estar de buen humor para ver ropa, acepto la oferta. Tal vez eso me despeje un poco.
Una vez que habíamos terminado de comer, limpiamos todo y salimos del local. Mientras íbamos en el auto, me suena el celular.
"Amo como te quedaba esa remera, resalta el verde de tus ojos"
¿James? ¿Qué hace escribiéndome?
"¿Eh?" Escribo.
James no me contesta, por lo que bloqueo el celular y empiezo a hablar con mi hermana.
Un rato más tarde, llegamos a los locales de ropa que siempre visitábamos. Con Carola pasamos por cientos de negocios. Nos probamos vestidos y también zapatos. Pero no nos decidimos por nada, por lo que nos fuimos para casa.
Volvimos pasada la media tarde. Estaba algo cansada para hacer los deberes del colegio, por lo que prendí mi computadora para ver una nueva serie. Mientras tanto, esperaba una respuesta por parte de James, pero jamás llegó.
Tampoco quería ilusionarme con la idea de que me había visto y le había gustado lo que llevaba puesto. Tal vez era una broma de su parte.
La serie resulta entretenida, pero el sábado se hace eterno. No hablé con Cristal en toda la tarde para ver si íbamos a la fiesta o no, y James tampoco contesta el teléfono.
Mason tampoco manda ningún mensaje. Pensé que querría solucionar todos los malentendidos, o al menos hablar para saber cómo estaba. Igualmente, decido esperar un tiempo más antes de escribirle.
Cuando me quise dar cuenta, era de noche. Mamá y papá llegaron a casa, por lo que fui a saludarlos.
Habían tardado bastante, pero dudo que hayan ido únicamente al doctor. Me despreocupo cuando veo bien a mamá, de manera que vuelvo a mi habitación.
Algo cansada de tanto esperar, decido llamar a James. Espero pacientemente que conteste el teléfono.
Un tono.
Dos tonos.
Tres tonos.
Me digno a finalizar la llamada hasta que escucho su grave "hola".
- Hola James, soy Alexandra Stephen.
- Ya lo sé - dice -, en veinte minutos te veo en el club. No faltes.
Cuelga la llamada.
Me quedo atónita. No sé qué quiere decir, ¿para qué quiere que vaya al club?
¿Qué estás haciendo, James?
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Adultos
RomanceAlexa ama a los hombres. Ama que tengan más de 25 años. Que usen traje. Que tengan barba. Que tengan un gran empleo. Pero hay un hombre en particular en la vida de Alexandra... su profesor de historia, James. Y Alexandra nunca se ha enamorado. Y...