Capitulo 67

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La tarde en el parque de diversiones fue increíble.

Mason, Cristal y yo nos subimos a casi todos los juegos, y dejamos para el final las montañas rusas. Me divertí muchísimo con ellos, y ojalá pudiese repetir este día una y otra vez. 

Ya era casi de noche cuando salimos del parque. La mamá de Cristal nos pasó a buscar y primero dejamos a Mason en su casa, para luego decirle que Cris se podía quedar hasta la cena. Ambas accedieron, por lo que nos fuimos directamente a casa.

Papá estaba con Ana cuando llegamos. Carola también estaba presente, en el comedor. Abrazaba a Moa, quien estaba acostada sobre sus piernas.

- ¡Feliz cumpleaños Alexa! - exclamó Ana apenas me vio entrar a la casa. Se acercó y luego de saludarme, agarró una bolsa que tenía cerca y me la dio. - Es para ti, espero que te guste.

- No debiste molestarte, Ana - digo tímida. 

- Te lo mereces - responde. 

- Bueno, bueno - dice papá desde la mesa - Más tarde sigues con los regalos, ahora ven que tenemos que hablar. 

Fulmino a papá con la mirada, ya que Cristal seguía presente. 

- ¡Hola Cris! - dice Carola. Papá aprovecha y saluda también. Mi amiga responde el saludo y se hace el silencio.

- ¿Es urgente? - pregunto. Tanto Ana como papá se miran un instante, y él asiente con la cabeza. Le pido a Cristal que se quede a mi lado. 

- Alexandra - comienza Carola - la semana siguiente de tu fiesta de fin de curso, no voy a estar aquí. Se me presentó una oportunidad de trabajo en otra ciudad, y es mi semana de prueba. Si las cosas salen bien, tal vez tenga un nuevo empleo, y mucho mejor.

- ¿En serio? - digo - ¡Felicidades, eso es grandioso! 

- No es sólo eso - interrumpe papá. Me quedo mirándolo, extrañada. - Esa semana yo estaré aquí, pero desde el viernes al mediodía hasta el domingo por la noche me iré con Ana a pasar unos días en la playa. Por lo que tú, te quedarás sola. 

Asiento con la cabeza, evitando mostrar rastros de felicidad. 

- Espero que seas lo suficiente madura para estar un fin de semana sola, en casa. 

- Claro que lo soy - respondo. 

- Era eso, hija. Ya puedes irte.

- Está bien - digo. Luego de decirle a Cristal que me acompañe a mi habitación, recuerdo algo. - No estaré para la cena, voy a salir. Luego la dejo a Cris en casa.

- ¡Entendido! - grita papá desde el comedor. 

Terminamos de subir las escaleras, y una vez que cierro la puerta de mi habitación, emito un chillido. 

- ¡¿Escuchaste eso?! - digo emocionada - ¡Tendré la casa sola! 

Cristal sonríe, está casi tan feliz como yo. Nos tiramos en la cama y empezamos a hablar.

- Eso significa que podrá venir James, ¿no es así? - pregunta mi amiga. 

- ¡Claro! - respondo - Le puedo decir que se quede a dormir. Podríamos pedir comida, y quedarnos juntos toda la noche... 

Sigo pensativa mientras Cristal me interrumpe.

- ¿Lo harías con él, aquí, solos? - escupe.

Se me hacen imágenes en la cabeza. Está James, entrando por primera vez a casa, con su hermosa sonrisa y sus ojos claros. Me da un beso, admira la casa y luego pregunta que qué haremos para cenar. Podemos cocinar juntos, o pedir algo. Luego de cenar, podemos ir a la habitación de papá y ver alguna película. Y quien sabe si luego...

- Yo creo que sí - digo - Ya estoy preparada para tener relaciones sexuales con él. Además, nadie nos podrá decir nada: ambos somos mayores de edad, y para ese entonces ya no será mi profesor. 

Cristal asiente con la cabeza.

- Imagino que vas a cuidarte, ¿no? 

- ¡Claro que sí, Cris! No pienso arriesgarme, menos en mi primera vez. 

- Ay Alexa... - dice - Será mágico. 

Ella me mira a los ojos y sonríe. 

- Eso espero... Creo que él es mi hombre. 

Ambas sonreímos. Estoy fuera de mi misma. No creí que iba a recibir una oportunidad tan buena para estar con James, solos y unidos más que nunca. Esto dará pie a una relación seria y formal, donde luego nos podremos mostrar por la calle, tal y como somos, y juntos. 

En medio de mis pensamientos, James envía un mensaje. 

- ¿Qué dice? - pregunta Cristal un poco exaltada. Leo el mensaje y luego respondo.

- Me pidió que lleve ropa cómoda para la cena - respondo. Las dos nos quedamos pensativas. - ¿A dónde crees que me llevará? 

- Si te pide que lleves ropa cómoda, tal vez sea a algún lugar informal - dice - ¿Dio algún ejemplo?

- No, le preguntaré.

Luego de preguntarle a James qué tipo de ropa debo llevar, su mensaje llega casi en el momento.

- Dice que algo como un pantalón de jean y zapatillas - comento. 

- Bueno, pues no tardarás mucho en arreglarte.

Asiento con la cabeza mientras me levanto de mi cama. Busco una toalla y ropa interior, y luego le aviso a Cristal que me voy a bañar. Ella se queda con mi computadora, viendo una serie. 

En la ducha, mis pensamientos sólo giran alrededor de James y de la idea de tener sexo con él. A pesar de que me da un poco de miedo porque es la primera vez que lo haré, me alegra saber de que será con una persona con la que pasé por mucho, y luego de nuestros altibajos, pudimos salir adelante. 

Cuando salgo de bañarme, me seco el pelo y me perfumo. Luego me visto y salgo del baño para que Cris vea cómo voy a la cena.

- Creo que estás hermosa - dice mi amiga. Me saca una sonrisa. 

Nos quedamos hablando de cosas irrelevantes hasta que me llega el mensaje de James. 

- Está abajo - digo emocionada - ¿Cómo te vas a ir? ¡Me había olvidado! 

Me siento mal por eso, pero Cris me dice que puede irse caminando. 

- ¡No, no, no! Tú te vienes conmigo. 

- ¡No, Alexa! - responde - Llamaré a Mason, esta es tu noche con James. 

Mientras llama a Mason, le aviso a James que me espere unos segundos. Por suerte, Mason atiende y acepta venir a buscar a Cris. Su casa queda a pocas cuadras de la mía, por lo que bajamos a la sala a esperarlo. 

Papá y Ana estaban preparando la cena. Como Carola estaba con Moa, las tres empezamos a jugar juntas. Los minutos pasaron rápido hasta que suena la bocina del auto de Mason. 

- ¡Me voy! - exclamo, saludando a Carola y luego a Ana y papá. 

- Suerte, hija. Cuídate - dice papá - Oh, ¡adiós Cristal!

Luego de saludar, salimos de casa. Cris se mete en el auto de Mason y se despiden. Camino unos metros por la calle y veo que James acerca el auto. Apenas frena, baja con un globo en forma de corazón inflado con helio y una rosa roja. 

- ¡Feliz cumpleaños! - dice. Nos abrazamos fuertemente y luego nos besamos.

- ¡Gracias, esto es increíble! - respondo. Miro la hermosa rosa y el globo flotante. Él me vuelve a besar.

- Pero eso no es todo, falta que vayamos a donde está tu regalo. 

- Sorpréndeme - digo. Me indica que me suba al auto y lo sigo. 

Él arranca apenas terminamos de ponernos los cinturones de seguridad. 

Estoy muy emocionada por lo que sea que pase esta noche.


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