La última semana de clases fue de lo más aburrida.
Como ya no había más cosas para hacer, matábamos el tiempo charlando entre los compañeros o con el curso. En alguna ocasión pudimos charlar con James, quien nos felicitaba por haber llegado a fin de año con buenas notas.
Por mi parte, estaba muy emocionada porque se acercaba el fin de semana en que estaría sola en casa. Debía decírselo a James para que no hiciera otros planes, pero todavía estaba pensando cuándo lo podría ver fuera de la escuela para charlar con él.
El miércoles a la noche Cris y Mason se quedaron en casa a cenar pizzas. Por suerte Ana no estaba, por lo que me ahorré la preocupación de que pudiera escuchar todo lo que fuera a hablar con mis amigos.
- ¿Ya tienen todo para el viernes? - pregunté. Estábamos sentados en la mesa del comedor, probando las pizzas que habíamos pedido. Ya era un poco tarde, pero no nos importaba quedarnos despiertos.
- Sí - respondió Cris - Ya estoy un poco más tranquila.
- ¿Qué vas a estudiar, Alexa? - preguntó Mason.
A pocos días de terminar la secundaria, esa pregunta seguía atacándome. No me gustaba ninguna carrera de la universidad.
- No tengo la menor idea - dije. Comí un pedazo de la porción de pizza y continué hablando. - Quiero empezar a trabajar, y tal vez luego haga algún curso para ser peluquera, o lo que fuese.
Los tres nos quedamos en silencio, pero unos momentos más tarde Cris comentó algo que me dejó perpleja.
- ¿Y nunca pensaste irte a vivir con James?
Mierda.
En ese momento, ya no supe qué decir.
¿Una vida con James? Eso es muchísimo. Podría terminar la escuela y pasar el verano en la playa, como él me había propuesto. Podríamos irnos de vacaciones, luego volvería a casa y haría un curso para trabajar en algo, y podría mudarme con él.
De todas formas, no sé si soy de su talla. Soy una niña pequeña frente a cualquier mujer de su edad. E incluso frente a él. No podría vivir en su lujosa vida habiendo trabajado poco y nada. Seguramente él querría que estudiara en la universidad, o que trabajara con él. No lo sé.
- No sé si estaremos juntos para ese entonces... - respondí desilusionada.
- Pero... - dijo Mason - ¿Ahora mismo no están juntos?
- Claro que sí - dije - Pero no somos una pareja oficial. Y si quiero irme a vivir con él y hacer una vida juntos, primero debo pensar en algo más que vernos fuera de la ciudad. Algo mucho más serio.
Y era cierto. No quería pensar en una vida al lado de James sin compromisos. Me gustaba y yo a él, por lo que debíamos poner las cosas en claro.
Cuando terminamos de comer, Cris y Mason se fueron a sus casas y yo me metí en mi cama. Mi cabeza seguía dándole vueltas a la idea de vivir con James, pero me seguía pareciendo imposible. Podía decir que incluso me generaba un poco de miedo. No estaba segura de si él había vivido con otras mujeres antes de conocerme, pero era muy probable.
Agarré mi teléfono y marqué su número. Luego de un par de tonos, atendió.
- ¿Cómo estás, linda? - preguntó.
- Muy bien - dije, un poco nerviosa. - ¿Podemos hablar de algo? Es importante.
- Claro - dijo. - A esta hora estoy tranquilo. ¿Qué pasó?
Respiré profundo y conté un par de segundos. Formulé mi pregunta, y luego la pronuncié.
- ¿Cómo te verías si nos vamos a vivir juntos?
Se hizo una pequeña pausa, pero que en mi cabeza resultó una eternidad. Pasaron pocos segundos hasta que James respondió, pero sentí que le había incomodado mi pregunta.
- No lo sé, Alexa - dijo - Jamás lo pensé.
No quería decir que su respuesta me desilusionaba, pero en realidad sí lo hacía. Me entristecía saber que jamás se le había ocurrido tener un futuro conmigo. Pero de todas formas, no debía culparlo. Yo tampoco había estado pensando en eso.
- ¿Jamás? - insistí. Pude sentir su respiración pesada, y un suspiro muy profundo, casi al borde del cansancio.
- Mira, Alexa - dijo - No sé si estoy listo para vivir con alguien aún. He tenido relaciones pésimas con las mujeres, por lo que se me hace muy complicado imaginarme viviendo contigo.
No sabía qué responder. Me sentía desilusionada.
- Tranquila - prosiguió - Esto no significa que no seas importante en mi vida, porque lo eres.
- James... - dije. Pero en realidad, no sabía qué decir.
- ¿Sí?
Tomé aire, conté hasta cinco, y hablé.
- Entiendo que no estés listo, pero al menos piénsalo - respondí. - Me gustaría empezar a convivir contigo. Recuerda que habíamos planeado ir a la playa juntos.
- Alexa, es imposible pensar en convivir juntos si solo te has quedado en el hotel un par de noches, y ni siquiera fue un fin de semana completo - dijo.
Había dado en el clavo. Era mi momento para contarle acerca de la invitación.
- James, puedes quedarte en casa - escupí.
- Claro que no puedo, Alexa. Está tu papá y también tu hermana. Es imposible.
- No lo es - dije - Puedes venir el fin de semana que viene.
Se hizo otro silencio, pero no era incómodo.
- ¿Me estás diciendo que podremos estar juntos unos tres días? - preguntó.
- Papá se irá a la playa con su novia, y Carola no estará en la ciudad - expliqué - Podrás quedarte.
Se escuchó un pequeño festejo del otro lado de la llamada, y reí ante la reacción.
- ¡Eso es increíble, Alexa! - exclamó entusiasmado. - ¡Podremos hacer todo juntos! Te cocinaré mis hamburguesas, veremos películas, ¡conoceré tu habitación y a Moa!
Me producía mucha felicidad saber que James estaba tan emocionado por venir a casa.
- ¡Claro que sí! - dije - ¿Aceptas la invitación?
- ¡Sí, sí, sí! - respondió alegre. - ¡Es maravilloso! ¡Te amo!
- Y yo te amo a ti.
Nos quedamos un rato más en la llamada haciendo planes para el viernes de la siguiente semana. Como papá estaría en casa hasta el mediodía, le aconsejé a James que viniera a casa a eso de las tres o cuatro de la tarde, para asegurarnos de estar tranquilos. De todas formas, ese día estaríamos hablando para poder traerlo aquí.
Nunca había estado más entusiasmada en que llegara un viernes como esta vez. Ni siquiera me emocionaba tanto la idea de mi fiesta de fin de curso, que sería en un par de días. La verdad, estaba muy feliz por pasar con James un fin de semana completo.
Sería increíble.
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Adultos
RomanceAlexa ama a los hombres. Ama que tengan más de 25 años. Que usen traje. Que tengan barba. Que tengan un gran empleo. Pero hay un hombre en particular en la vida de Alexandra... su profesor de historia, James. Y Alexandra nunca se ha enamorado. Y...