Ya era hora de salir.
Luego de un agotador día de clase, tocaba ir a tomar el autobús para llegar al centro de natación.
Empecé a caminar a la parada, la cual se encontraba a unas pocas cuadras del colegio. Pero de un momento a otro sentí una presencia. Lentamente, me di la vuelta y vi a Mason, intentando alcanzarme.
- ¿Otra vez yendo a la misma parada, Alexa? - pregunta sonriente.
No me agrada la idea de que me siga hasta el club, pero él también se dirige allí, por lo que deberé compartir mi travesía. Quiero evitar conversar con él, pero no me gusta ignorar a las personas.
- Sí, como se debe - respondo algo seca. No quiero conversar mucho por la última vez que hablamos, en casa. Desde que evitó ayudarme con Wilson me persigue la idea de que esté algo celoso, o incluso enojado por haberlo rechazado.
Mis pensamientos se ven interrumpidos por un auto, el cual se empieza a estacionar en la calle de enfrente. Por la parte de atrás, leo que es un Audi TT. Su color es negro, y está impecable. Brilla como si recién hubiese sido lavado.
Mason y yo caminábamos atónitos. Ninguno dijo nada, hasta que vimos quién bajaba del mismo.
- ¿¡Ese es el profesor Wilson!? - grita Mason, haciendo que Wilson se diera media vuelta mientras cerraba la puerta del auto.
Mason no dejaba de mirar a la figura de Wilson acercarse, cruzando la calle. Por mi parte, estaba inmóvil, y creo que también pálida. No podía reaccionar. Wilson se acercaba, Mason estaba como loco, y yo quería desaparecer.
- Qué tal, señor - dice Wilson dándole la mano a Mason en gesto de saludo formal.
Mason responde su saludo, casi boquiabierto. Yo sigo en shock. No por el lujoso auto que tenía, sino porque estaba buscándonos.
De igual manera, verlo allí, con su increíble saco me produjo sensaciones indescriptibles. He de admitir que era un hombre muy elegante, y muy atractivo también.
- Señorita Stephen - dice tomándome la mano. No reacciono, por lo que Mason me da un golpecito con el codo en mi brazo.
- ¿Sí? - pregunto.
- Déjeme que la llevo - dice.
Miro a Mason por una milésima de segundo. Él no deja de mirar, cada vez más extrañado, sin entender lo que estaba pasando. Yo no entiendo por qué me está invitando a su auto.
Empiezo a pensar que si me meto en el auto del profesor y alguien me reconoce, voy a quedar como la "zorra" del profesor. La chica que se acuesta con todos para conseguir buenas calificaciones.
Pero estaré con Wilson, con el hombre que me atrae, y eso no lo cambio por nada. Por lo que me despido de Mason, saludando con la mano mientras me doy vuelta para cruzar la calle.
No digo nada hasta que entro en el auto.
Desde la ventanilla, puedo ver a Mason parado en la calle. Sigue mirando la escena, hasta que Wilson arranca y nos alejamos. Me siento culpable por la situación, pero al mismo tiempo me preocupa mucho saber que mi amigo presenció este momento. ¿Quién sabe si lo cuenta por toda la escuela?
Intento despejarme, y relajarme un poco. Empiezo a observar mis alrededores. El auto es de altísima gama. Parece muy nuevo, está casi sin uso. Siento que el profesor Wilson no lo debe manejar para ir al colegio u otras cosas. Lo debe guardar para ocasiones especiales, o inclusive no lo debe usar.
- ¿A dónde debe ir, señorita? - pregunta mirándome. Le devuelvo la mirada y veo unos hermosos ojos celestes que se ocultan tras unos lentes de sol.
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Adultos
RomanceAlexa ama a los hombres. Ama que tengan más de 25 años. Que usen traje. Que tengan barba. Que tengan un gran empleo. Pero hay un hombre en particular en la vida de Alexandra... su profesor de historia, James. Y Alexandra nunca se ha enamorado. Y...