Estoy en una tienda de tatuajes.
Mierda.
- Buenas noches, Ulises - dice James estrechando la mano del hombre que nos recibe.
- ¡Tanto tiempo, querido amigo! La última vez que te vi seguías dudando de tu próximo tatuaje - exclama alegre. Me mira unos segundos y continúa. - Y tú debes ser su hermanita o algo así, ¿no?
Me sonrojo bastante, pero espero que no se note. Mis mejillas están hirviendo.
- Soy Alexa - digo, estrechando mi mano con la de Ulises -, un gusto.
Ulises me devuelve una sonrisa y nos mira.
- Bueno - dice - ¿a qué vinieron?
Él se sienta detrás de un escritorio y nosotros en dos sillones frente a él. La tienda está empapelada con diseños. Incluso el escritorio tiene un vidrio de cristal, por el cual se asoman millones de dibujos. Rosas con espinas, iniciales y llamaradas son algunos de los tantos diseños.
- Quiero hacerme algo que se refiera a Nadia - dice James.
- ¿Inicial, nombre completo? ¿Fecha de nacimiento? ¿Alguna frase que te recuerde a ella? - pregunta Ulises mientras abre un cajón del escritorio. Se escucha bastante pesado. De él saca una carpeta bastante gruesa. Mientras la abre, puedo notar que se trata de una carpeta llena de diseños de letras. Cientos de tipografías diferentes, incluso con colores.
- Creo que me tatuaré la fecha de nacimiento, sin el año - responde James.
Ulises le empieza a enseñar los diferentes estilos que usa para hacer números, y empiezan a discutir acerca del tamaño y lugar donde se haría el tatuaje. Mientras tanto, empiezo a caminar por la tienda. Noto que no solamente hacen tatuajes, sino que también perforaciones.
- ¿Y tú, chiquita? - me llama Ulises, levantándose del escritorio - ¿qué quieres hacerte?
- Yo nada - digo automáticamente. Modo papá activado.
James me lanza una mirada, de esas que dicen todo. Miro a los dos hombres, allí parados, esperando una respuesta de mi parte.
- Me gustaría algo que me defina - digo.
Ulises sonríe. De su escritorio toma un papel y un bolígrafo y me lo tiende.
- Como veo que eres chica y no tienes idea de qué te gustaría hacerte, deja que te de una mano - agarro ambas cosas y lo miro extrañada .- En este papel anotarás todas las palabras y cosas que te definan, con las cuales te sientas identificada. En mi caso, por ejemplo, anotaría melodía y arte, ya que soy amante de la música y de los tatuajes. Tu turno.
Mientras me dispongo a tomar asiento en un cómodo sofá rojo, veo que James y Ulises se meten en otra habitación. Me quedo sola.
- Cosas que me definan - digo en voz alta. Tomo aire profundamente y me lanzo a escribir.
Al cabo de unos quince minutos tengo una lista e ideas en mi mente.
- Ya tenemos el diseño de James - dice Ulises saliendo de la habitación -, luego te lo enseñará él.
- Yo ya tengo mi tatuaje - digo mirando la lista en mis manos.
- Excelente, pasa por allí - responde el tatuador. No me pide ninguna de las cosas que me había dado anteriormente, por lo que las llevo en mis manos.
Me encuentro a James tumbado boca arriba en una camilla.
- ¿Qué te vas a hacer? - pregunta levantando la vista.
- No te voy a decir - respondo.
Ulises vuelve a la habitación.
- Esto va a demorar un rato, estoy yo solo cubriendo el turno de la noche. Empecemos contigo, James.
------
Salimos de la tienda de tatuajes saludando a Ulises.
- ¡Ojalá los vea pronto! - dice cerrando la puerta.
Caminamos con James hasta el coche. La luna está resplandeciente y las estrellas nos miran.
- ¿Te gusta? - dice mostrándome la pierna. Asiento con la cabeza.
- ¿Y el mío? - digo, levantándome el cabello de la nuca. James roza mi cuello y observa el tatuaje.
- Veo que amas el mar, para tatuarte esa belleza.
Sonrío. Fue una de las mejores ideas que tuve en el año hacerme una ola. Hace tiempo no voy al club y extraño muchísimo la playa. Tengo recuerdos magníficos surfeando o jugando con mis amigos en la pileta. Las competencias del club eran las mejores, y me hacía muy feliz salir a caminar a la madrugada por la costa.
- Algún día te llevaré a la playa - dice James - iremos en mi auto con las valijas. Cantaremos todas las canciones de rock que existan y nos quedaremos un rato en un parador apartado de la ruta para almorzar. Luego seguiremos el viaje y llegaremos a la casa que tengo allí, con vistas a las olas. De día tomaremos sol y de noche cenaremos cerca de la orilla.
- ¿Estarás dispuesto a hacer eso este verano? - pregunto entusiasmada.
James se frena en medio de la calle y me mira. Luego sujeta mi cara con ambas manos y me besa.
- Claro que sí, Alexa.
Sonrío nuevamente.
Mientras subimos al auto veo la hora en mi celular. Aún es temprano.
- No quiero ir a dormir a casa - digo algo triste.
- Pues ven al hotel - dice - hasta la semana que viene tengo la reserva en la Gran Ciudad, luego vuelvo a casa.
- Espera - digo deprisa, mientras marco el número de Cristal. No atiende a la primera por lo que vuelvo a llamar. Nada. - Mi amiga no contesta.
- Ven, Alexa - dice - mañana faltas a clases y listo No pasa nada con que una vez nos quedemos durmiendo juntos.
- Está bien - digo sin pensármelo dos veces. James prende el motor.
Luego de un largo viaje de vuelta, llegamos al hotel.
Subimos por el ascensor hasta el último piso, donde está la habitación de James. Una vez dentro, mi tiro en la cama directamente.
- ¿Alguien tiene sueño? - pregunta haciéndome cosquillas. Me río sin parar hasta que se levante y me da una remera suya. Luego de cambiarme, me acomodo en la cama.
James se recuesta a mi lado y empieza a besarme. Me acomodo para seguir el ritmo, hasta que él se comienza a sentar en la cama, apoyando la espalda contra el respaldo. Quedo encima suyo, besándonos. Nuestras bocas juegan y festejan. Parece que hemos estado esperando mucho este momento. Empiezo a sentir cada vez más placer. Más tarde, James me agarra y me acuesta, quedando él encima mío. Los besos cada vez son más rápidos. Él acaricia mis muslos y yo su cabello.
Siento que empieza a meter la mano por debajo de la remera, tocándome. Me humedezco, pero siento que algo no saldrá bien.
- Ey - digo, interrumpiendo los besos. James me mira, aún con su mano allí abajo, haciendo caricias. Al instante nota que algo me incomoda y retira su mano. Deshace la posición y ambos nos sentamos en la cama. - No quiero, aún no estoy lista.
- Esta bien, Alexa - dice depositando un beso en mi frente. - ¿Dormimos? Estoy cansado.
Asiento con la cabeza y nos recostamos.
Me arrepiento un poco de haber frenado el momento, pero tampoco me veo preparada.
N/A
Hola preciosuras! Espero que les esté yendo genial!
La novela está con todo :) y eso me pone súper feliz. Espero que les esté gustando, y mil gracias por demostrar su apoyo cada capítulo!
Les mando un beso,
- Zoe
ESTÁS LEYENDO
Adultos
RomanceAlexa ama a los hombres. Ama que tengan más de 25 años. Que usen traje. Que tengan barba. Que tengan un gran empleo. Pero hay un hombre en particular en la vida de Alexandra... su profesor de historia, James. Y Alexandra nunca se ha enamorado. Y...