Capitulo 54

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Apenas desperté, me di cuenta que era de día. 

Agarré mi celular, ignorando las notificaciones, y vi que era la mañana temprano.

Estaba muerta de hambre, por lo que decidí bajar a desayunar. A esta hora, papá debería seguir en casa, a punto de irse a trabajar, al igual que Carola.

Luego de bajar despacio por las escaleras, lo veo sentado en el comedor tomando café. Aunque no veo el contenido de la taza, sé que es café. Papá ama tomar café a la mañana.

- Buen día - digo acercándome. Él me mira unos segundos. No sé si quiere que le de un beso, por lo que me siento frente a él. 

- Buen día, Alexa - responde. 

Nadie dice nada más. Nos congelamos en un silencio impresionante. No sé si me resulta incómodo, porque tampoco estoy segura de si me sentiría mejor hablando con él. Pero de todas formas, debo hacerlo.

- Papá - digo. Él me mira. Sus ojos castaños se clavan en los míos. Está esperando a que hable, pero su mirada me dice que sabe todo. Siento que quiere escuchar la verdad de mi parte. 

- ¿Sí? 

Tomo aire y exhalo.

Una vez más, debo explicar todo lo que me ha estado pasando, esquivando a James en cada parte del relato. Hice lo mismo que con Carola: le conté del chico con el que me encuentro. Para que no se alarme, le explico parte de la verdad: no es nada serio. No estoy de novia. Luego le hablo del tatuaje, de mamá y de la escuela. 

Papá me escucha con atención, hasta que las lágrimas vuelven a derramarse, esta vez en la mesa. Me limpio las lágrimas con la manga de mi buzo y termino el relato. Espero unos segundos su respuesta. No sé si incluso fueron minutos. Podría haber pasado una eternidad.

- Sé que ha sido un año duro para todos, Alexa - empieza - Pero me has ocultado cosas muy importantes de tu vida, como un tatuaje o encuentros con un chico. 

Asiento con la cabeza, ya que me veo imposibilitada para decir algo más. 

- ¿Alguna vez te prohibí ver a algún chico? - nuevamente muevo la cabeza, pero esta vez en señal de negación. - Bueno, entonces la próxima vez me gustaría que me digas que vas a ver a... ¿cómo dijiste que se llamaba?

Mierda. Un nombre, rápido. 

- Juan. 

- ¿Juan? - pregunta papá. Fue el nombre más básico que se me ocurrió. 

- Juan Cruz - respondo. Mucho mejor, eso creo. 

Él se acomoda en su asiento. 

- Bueno, la próxima vez que veas a Juan Cruz, no tengas miedo de avisarme - dice. - Por cierto, Alexa...

Lo miro algo extrañada. ¿Qué está pasando ahora?

- Hoy tendremos una cena importante aquí, así que debes quedarte. 

No recuerdo cuándo fue la última vez que cenamos juntos, como una familia. Supongo que fue alguna cena con mamá. 

A pesar de que sigo algo curiosa, asiento con la cabeza y luego de darle un beso, me encamino a mi habitación. 

- ¡Eso sí! - escucho que grita desde el comedor - ¡Ve a comprar algo de ropa para esta noche y arréglate!

¿Ropa nueva? Entonces es algo especial. En casa nunca compramos ropa nueva, a menos que sea una ocasión especial. ¿Qué tiene preparado?

Subo directo a mi habitación y me meto a bañar. 

Mientras me estoy dando la ducha, sigo pensando en James. Recuerdo que dejé el celular apagado, por lo que debería prenderlo y ver si me llegó algún mensaje suyo. A pesar de no poder verlo estos días, lo voy a extrañar. ¿Estará pensando en mi? Eso creo.

También debo llamar a Cristal para que me pase todas las cosas que estuvieron haciendo estos días de clase. De sólo pensar en tener que volver a ver a Peyton me dan ganas de quedarme en casa. No sé cómo me recibirán mis compañeros cuando me vean, pero ya queda poco para terminar la secundaria, por lo que no me preocupo. 

Termino de ducharme y luego de vestirme enciendo mi celular. Primero le mando un mensaje a Carola para avisarle que a la tarde me acompañe a comprar ropa. Además de que quiero volver a pasar tiempo con ella, quiero saber si tiene idea de por qué es una ocasión especial la cena de esta noche. Papá seguramente vuelva a cocinar, no recuerdo la última vez que hizo comida solo. 

Mientras le estoy mandando un mensaje a Cris, James me llama. Atiendo rápidamente.

- ¿Alexa? - pregunta. Su voz señala preocupación, y eso en parte me agrada. 

- Hola James.

- ¿Por qué me dices así? - pregunta nuevamente. Me quedo algo extrañada por su duda. 

- Pues porque te llamas así - respondo.

- Pero antes me decías mi amor - dice. 

Suspiro levemente. A esta hora y por cómo me siento no necesito otra discusión. Bastante fue haber hablado con papá y Carola, con que él me genere un problema nuevo. Solamente necesito estar tranquila.

- No pasó nada - explico - En este tiempo hablé con papá y Carola y les conté todo lo que me pasó. Ya me siento mucho mejor y renovada.

- ¿Le contaste de nosotros? - pregunta. No deja de acribillarme con preguntas, pero está en particular me llama la atención. Su tono de voz se volvió un poco más grave, y lo noto aún más preocupado que antes.

- Claro que no - respondo - ¿Por qué? 

- Pues porque no me gustaría que tu padre lo sepa, hasta que sea algo serio y formal. 

Una sonrisa se escapa, y casi no me doy cuenta que lo hago. Entonces, algún día seremos algo serio...

- Bueno mira, en estos días no nos podremos ver. Hoy tengo una cena importante y el fin de semana estaré con Carola. Le debo un par de días como hermanas, después de todo lo que pasamos - explico.

- Está bien, mi vida - dice antes de tirarme un beso - Cuídate, nos vemos luego.

- Cuídate tu también, te amo - digo antes de cortar la llamada.

- Yo a ti - responde y cuelgo.

Más tarde hablaré con él y le mostraré el vestido que me compre.

Sólo espero no llevarme un disgusto con lo que sea que pase esta noche.


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