No me recibe ningún rayo de sol a la mañana.
En cambio, el despertador de James emite todos sus horribles pitidos. No se apaga hasta que le doy unos golpes, tal como en los dibujos animados. Él parece no tener ánimos de comenzar el día.
Me acerco lentamente a su cara y lo acaricio. Quedo a pocos centímetros de su nariz y siento su respiración tranquila.
- Arriba, dormilón - susurro. Él está tapado con las sábanas y no abre ni un ojo.
Mientras espero a que se despierte peino su cabello.
- Vamos, Jame...
- ¡HOLA! - grita James dando un salto.
- ¡AY POR DIOS! - grito cayendo en la cama. - ¡ME VAS A MATAR DE UN SUSTO!
El corazón me late tan rápido que siento que va a salirse de mi pecho y correrá hasta mi casa. Mi respiración es agitada, y todavía sigo en shock.
- No fue para tanto, dramática - dice James levantándose de la cama y dándome un beso en la frente.
- ¡CLARO QUE LO FUE! - exclamo.
Él me hace un gesto para que no hable tan fuerte. Veo que tiene el abdomen descubierto y usa un short suelto. Su cabello está alborotado por el salto. James llama por teléfono y pide el desayuno.
- Cámbiate mientras nos preparan la comida - dice - no quiero que vean a mi chica.
Sonrío y él se acerca a la cama.
- ¿Cómo amaneció la chica más hermosa de todas? - pregunta acariciando mi mejilla. Le doy un beso tierno en los labios y me devuelve otro.
- Muy feliz, y con un gran susto - respondo. James me regala una sonrisa antes de volver a levantarse. Luego va al baño pero no cierra la puerta, supongo que para que lo pueda ver.
- Cómo me gustaría bañarme contigo, Alexa - dice mirándome a través del espejo. Me levanto de la cama y me acerco, abrazándolo por detrás.
- Algún día haremos un baño de burbujas.
- O una ducha hot .
Abro un poco los ojos, sorprendida por su idea. Él se da la vuelta y me besa, apretándome los glúteos. Suspiro profundamente, me encanta esto. Agarro su cuello y lo acaricio, pero sus intenciones son otras.
Caminamos hasta la cama sin dejar de besarnos. Sus manos analizan mis curvas y las mías su torso. Me tira en la cama y me quedo mirándolo. La remera se me sube por los muslos, por lo que James puede ver mi ropa interior.
Se queda mirándome unos segundos y luego se monta encima mío, chocando nuestras bocas nuevamente.
- Por Dios Alexa - dice mientras empieza a bajar la cabeza a mi cuello. Como respuesta, tomo su cabello y tiro de él suavemente sin dejar de suspirar. Mis piernas están abiertas, recibiendo su cuerpo. Estoy húmeda y siento su bulto allí abajo.
No paramos de besarnos. James baja su mano y la mete por la remera, tocándome suavemente.
- ¿Así? - pregunta. Entre suspiros asiento con la cabeza. Su mano recorre mi torso, completamente. Lo hace tan suave y despacio que me excita aún más.
- James... - digo suspirando - James...
Él deja de besarme y quita su mano, mirándome fijo.
- Todavía no, ya sabes - digo.
- ¿No te gusta?
- Claro que me gusta - respondo - pero aún no estoy lista.
Él asiente con la cabeza y se levanta de la cama. Se acomoda los pantalones y se va al baño. Una vez que cierra la puerta me dedico a pensar qué acaba de pasar.
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Adultos
RomanceAlexa ama a los hombres. Ama que tengan más de 25 años. Que usen traje. Que tengan barba. Que tengan un gran empleo. Pero hay un hombre en particular en la vida de Alexandra... su profesor de historia, James. Y Alexandra nunca se ha enamorado. Y...