Ya estaba cansada, por lo que me fui del departamento de James a eso de las siete.
Papá ya no pregunta a dónde voy o dónde estuve. Simplemente me ve llegar, suponiendo que estuve nadando o en casa de Cristal, me saluda y me dice que coma y me vaya a dormir. Sus días en el trabajo no son los mejores, ni los míos en la escuela.
Carola, por su parte, pasa más tiempo en la casa de su novio. Más del que imaginé.
Estamos algo distanciados por lo de mamá, pero creo que cada uno sabe respetar el espacio del otro.
Subo a mi habitación con un plato con pizza en una mano, y una botella de agua en la otra. Cierro la puerta y me recuesto en la cama, a chequear las redes sociales.
Pero nada me distrae.
Llamo a Cris por teléfono.
- ¿Puedes venir ahora? - le pregunto. No vivimos muy lejos una de la otra, así que asiente y decide venir en bicicleta a casa.
Cuando llega le saludo y subimos a mi habitación nuevamente.
- ¿Comiendo tan temprano? Apenas son las ocho, Alexa.
- No puedo digerir ni un bocado - respondo -, necesito contarte la primicia.
Ella se acomoda en mi cama. Dejo mi celular en la mesa de luz, junto con el plato y la botella.
- Fui al departamento de James, de nuevo - escupo.
- ¿Qué pasó? - pregunta, intrigada.
Me muerdo el labio recordando cada caricia. En parte siento culpa, y del otro lado estallo de felicidad.
- Nos besamos mucho - digo -. Pero de verdad fue mucho.
- ¿Hubo acción?
- Algo así - contesto -. Ojalá hubiese habido acción. No estaba lista. Es jueves, estaba cansada de la escuela...
Ella abre los ojos como platos.
- ¿Estás diciendo que no te acostaste con James porque ES JUEVES?
- ¡Cállate! - espeto en un susurro -. Sí, no sé. Creo que no era el momento. Todavía me invaden las dudas.
Nos quedamos pensando unos minutos antes de volver a emitir sonido.
- Pues... hablen. A lo mejor él te ama.
Indago en lo profundo de mis pensamientos para encontrar alguna respuesta lógica de parte de James a un "te amo". Son sólo puros intentos.
- No sé, no sé - comento -. Creo que debo pensarlo a solas, y luego preguntar.
Ella asiente con la cabeza.
- Bueno, si era eso, debo irme - dice -. Estoy muy cansada y creo que me va a agarrar algo.
- ¿En serio? Pues abrígate. Y date prisa, ya es muy de noche .
Despido a Cristal y luego me meto en la cama, tapada hasta la nariz.
La vida jamás es lo suficientemente justa para hacerte completamente feliz. Creo que la felicidad depende de ti mismo. Lo último que quiero es que mi felicidad dependa de James.
Y creo que a veces estamos dispuestos a perder lo que amamos por nuestra felicidad.
Agarro el teléfono y le marco a James. Antes de pulsar el botón "llamar", apago el celular y me recuesto.
Mierda.
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El viernes me recibe agotada.
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Adultos
RomanceAlexa ama a los hombres. Ama que tengan más de 25 años. Que usen traje. Que tengan barba. Que tengan un gran empleo. Pero hay un hombre en particular en la vida de Alexandra... su profesor de historia, James. Y Alexandra nunca se ha enamorado. Y...