1. De vuelta

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Wolf


Wolf caminaba por la calle, presuroso.

Hace unas horas había recibido un mensaje en WhatsApp de un número desconocido que le decía:

«No nos conoces. Tenemos una forma de traer a Noa de vuelta. Ven a estas coordenadas: Latitud: -11.961389 / Longitud: -77.065573»

Eso era todo. Había buscado esos números en su laptop y lo que le mostró le creó una serie de dudas que no se calmaron hasta que estuvo parado justo afuera de la cede central de La Academia.

«Primo, espero estar haciendo lo correcto»

Antes de que empujase la reja de seguridad, esta se abrió. Por alguna extraña razón no había guardias de seguridad. Las luces estaban apagadas y el lugar estaba completamente desierto. Caminó hacia el centro de los cinco edificios que se elevaban a su alrededor.

«¿Qué estoy haciendo? ¿Realmente estoy considerando la posibilidad de que Noa viva? Debería volver a casa...»

Unos reflectores se encendieron, dejándolo temporalmente ciego.

-Que bueno que vinieras -dijo la suave voz de una chica.

- ¿Están seguros que es él? -preguntó la voz de un chico.

-Claro que es él, idiota -respondió una segunda chica-. Es igual al de las fotos.

-Tiene razón, Neo -contesta la voz de otro chico-. Es obvio que es él.

-Oigan, ¿me pueden decir quiénes son?

-Creo que deberíamos presentarnos -dice la primera voz.

Las luces se apagan y Wolf ve a seis jóvenes parados delante de él: tres chicos y tres chicas. Lo observan con cierta curiosidad. De igual forma lo hace él. Entonces, el silencio se rompe con una pregunta:

- ¿Tienes alguna idea de quiénes somos? -pregunta la segunda chica. Es del tamaño de Wolf, de piel canela, de contextura ancha y mirada fría.

-No. No tengo idea -le contesta-. ¿Me lo explicarán?

-Me llamo Guelto -suelta uno de los chicos, sin darle tiempo de contestar a alguno de sus compañeros-. Sabemos que eres primo de Noa y que estuviste presente el día en que explotó el Acelerador de Partículas...

- ¿Cómo lo...?

-Sabemos que Noa desapareció ese día -continua- y creemos que podemos traerlo de vuelta.

Wolf siente como la ira bulle en la superficie.

- ¿Cómo harán eso exactamente? ¿Acaso no saben que él no desapareció, sino que se volvió polvo? Además, ¿cómo es que saben todo esto?

Los jóvenes parados delante de él cruzan miradas. Ellos saben algo.

-El día en que todo ocurrió -dice un chico alto, de piel blanca, cabello lacio peinado hacia la izquierda-, Noa nos mandó un mensaje diciéndonos lo que le ocurría... Neo y yo jaqueamos las cámaras de seguridad de ese lugar y pudimos ver todo lo que pasaba hasta que desapareció.

-Ok, pero... ¿quiénes son ustedes?

-Me llamo Dixan -contesta el que estaba hablando.

-Yo soy Delant -añade la chica de voz dulce-, y este de aquí es Neo.

Golpea la espalda del chico que está a su lado. Lleva lentes y es un poco más alto que Dixan.

-Yo soy Jearel -agrega una chica alta, del tamaño de Dixan, su cabello es de color chocolate-. Como ya lo dijo antes, él es Guelto.

Laztrasti: Academia | Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora