Laztrasti: Academia | Libro 2

『Sayonara Bystander』

El amanecer sobre la ciudad en la que vivía.

Los rayos del sol tocando los edificios de Academia.

Él, parado en su cuarto, mirando por su ventana como es que poco a poco el sol iba avanzando.

Tomó sus lentes y salió a la calle. El viento alborotaba su cabello, su ropa y los árboles a su alrededor. Se giró al sentir algo y unas pequeñas gotas de agua empañaron sus lentes.

Caminando por un puente enorme: Jearel disfrutaba de un helado. Seguían caminando: Delant, sonreía mientras saboreaba su helado. Dieron unos pasos más: Libz se detenía a tomarle una foto a su helado.

Afuera de una tienda Guelto estaba parado con Neo, riendo. Dixan, en el parque de su casa, con guitarra en mano, cantando.

Nash mirando al vacío de la pared de su cuarto, tratando de recordar más de su pasado.

El rector caminaba por un pasillo, sonriendo maliciosamente, con un tablero de ajedrez, varios metros delante de él.

Todo el mundo se volvió como si fuese hecho de acuarela. Dixan, Nash y Neo corrían hacia algún lado. Muchos kilómetros a los lejos, Wolf era rodeado por un aura de color negro. Mucho más allá, un joven rodeado de sombras humanoides negras, sonriendo.

En una habitación blanca. Sentado frente a una mesa llena de cartas estaba Wolf, con rayos eléctricos negros brotando de cualquier parte. En su mente, él mismo, tratando de caminar en una ventisca de nieve. Un segundo después cae, sin fuerzas. La nieve lo va cubriendo.

Entre todo ese frío, siente una calidez. Algo delante de él lo llama. Levanta la vista y ve la mano de una mujer saliendo de una esfera de luz cálida, al tomarla ve por un instante a su madre, su padre y su primo, sonriéndole. Luego, al entornar los ojos, ve que la persona que le sujeta la mano es Delant, que está acompañada de Libz y Jearel. Todos parados en el puente, mientras que los rayos de sol los bañaban con su resplandor.

-Yuki