32. El sonido del Silencio

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Joar



«El sonido del silencio, el que no quiero escuchar. Es aquella noche fría la que quiero evitar. El sentirme descubierto cuando el sol me quemará»



Joar se encontraba parado en el exterior de su casa.

Era de noche y su familia no estaba.

El reloj que llevaba en su muñeca había llegado un mes atrás. Un mensaje holográfico le informó que en Abril se iniciarían las clases en Academia.

«Es sospechoso. ¿Por qué me enviarían uno de estos relojes si ni siquiera postulé?»

A lo lejos se oía el las voces de unos presentadores de televisión. Joar había dejado puestas las noticias y el presentador decía lo siguiente: -Se nos informa que una estrella fugaz con trayectoria independiente surcará el cielo en Abril. Esta será la primera vez que lo haga. No se olviden de tomar...

Cerca de la casa de Joar había un túnel que atravesaba la Panamericana Norte, que era la autopista que unía el norte y el sur de Lima. Un ruido proveniente de ese túnel había hecho que dejara de ver la televisión. Algo en la oscuridad de su interior lo llamaba, o al menos eso sentía él. Ya estaba muy cerca de entrar cuando alguien le habló muchos metros por arriba de su cabeza:

- ¿A dónde vas?

- ¿Quién es? -Joar dio un par de pasos hacia atrás para poder ver en la oscuridad.

-Parece que el no ir a los RJ te ha hecho olvidar a tus amigos, Joar -respondió la voz.

- ¡Muéstrate!

La joven salió de la oscuridad y descendió hasta estar a un par de metros de él. Le sonrió y caminó a su alrededor.

-La verdad es que no entiendo qué ve el Rector en ti y en ese otro. Ambos son patéticos.

- ¿Quién eres?

-Me llamo Yova. Soy una estudiante de Academia. Me enviaron por ti y por el otro.

- ¿Quién te envió?

- ¿Qué no es obvio? Pero dejemos de hablar, es tan aburrido hacer eso. El otro ya está bajo nuestro poder, así que acompáñame, o ¿es que quieres pelear? A mi no me molestaría, la verdad.

- ¿Quién es el otro?

-Haces demasiadas preguntas. El otro es menor que tú y trató de luchar, pero no le fue bien. ¡Vamos! Ya lo conoces. Solo piensa un poquito. Es el menor de todo su patético grupo.

Joar no lo entendía, al menos no al principio, entonces cayó en la cuenta de quién hablaba.

- ¡Dejen a Xander en paz!

- ¡Bravo! Al fin lo descubriste. Verás, recientemente hemos descubierto que tú y el mocoso ese son bastante importantes en el plan del Rector. Ambos son primordiales y de esos hay poquísimos, así que lo más inteligente que podrías hacer antes de que termines muerto es venir conmigo.

- ¿Quién es el Rector? ¿Qué son los primordiales? ¿Qué planea Academia?

Yova caminó hacia el interior del túnel y se perdió en la profunda oscuridad. Ella sabía que Joar la seguiría. El joven dio un par de pasos hacia el túnel y el tiempo comenzó a correr más lento...

«Bry, ¿estoy haciendo lo correcto?» se preguntó.


A un par de kilómetros la brecha que conectaba con Tierra Actual se abrió de repente, de su interior una estela de electricidad amarilla-azul brotó y subió por las escaleras que daban al templo de la Iglesia. Avanzó hacia la casa de uno de los RJ. Pareció que el tiempo había dejado de avanzar y nada se movía, ni siquiera la hoja que caía de un árbol o el joven que caminaba hacia un túnel lleno de completa oscuridad.

Laztrasti: Academia | Libro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora