Aicerf acababa de salir de la reunión de jóvenes.
Ya habían pasado seis meses desde la última vez que vio a Noa o Mana. Los extrañaba. Después de todo lo que habían pasado, cómo era posible que no se acordaran de ella. Si pudiese haber hecho las cosas diferentes, si de ella hubiera dependido el proteger a sus amigos, si tan solo sobre ella cargase el peso de esa responsabilidad, ¿qué decisión tomaría?
-Aicerf. ¡Aicerf! -dijo Nimzaj levantando la voz.
-Lo siento. Estaba distraída. ¿Nos vamos?
-Sí.
-Sabes, hay algo que al final no entendí.
- ¿Qué cosa?
-La profecía hablaba de un juramento que mantener con un último aliento. ¿De quién hablaba?
Aicerf guardó silencio. Ella sabía de quién hablaba.
-No lo sé -mintió.
Cerraron la puerta de emergencia de la Iglesia.
-Oye, por cierto, ¿te enteraste? -Nimzaj se tornó más seria.
- ¿De qué? -preguntó, sin saber lo que se avecinaba.
-El abuelo de Noa... su último abuelo. Murió.
*La chica de la imagen es Ahisahar.
ESTÁS LEYENDO
Laztrasti: Academia | Libro 2
AdventureEl mundo cambió. Ya nunca más volverá a ser el mismo; y mientras que pensaban que las cosas ya no podían ir mal, todo empeoró cien veces más. Wolf debe de encontrar las reliquias perdidas, hacerle frente a una profecía y salvar a su primo en el proc...