Aicerf Feat. Ervin
Era sábado y la reunión de jóvenes acaba de terminar.
Como ya era costumbre, muchos de sus amigos ya no asistían. Mientras que ella y, otros cinco amigos, limpiaban el Salón Principal las luces se apagaron. Un ligero temblor comenzó a sacudir la Iglesia. Las mayólicas que cubrían las escaleras que descendían a DOGMA se abrieron sin que nadie la activara. Una intensa luz cegadora llenó todo el templo.
- ¿Qué ocurre? -preguntó Nimzaj cubriéndose sus ojos.
-Hay algo en DOGMA -Aicerf dio un par de pasos hacia la luz y esta retrocedió. Cayó en la cuenta de que por cada paso que daba la luz retrocedía un poco, era como si estuviese esperando a que caminaran hacia ella-. Quiere que la sigamos.
-Aicerf, ¿de qué hablas? -le preguntó Gerniel, incrédulo.
-La luz retrocede en cuanto avanzamos. Quiere que bajemos.
Aicerf caminó hacia las escaleras sin importarle si alguien la seguía o no. En cuanto llegó al primer escalón, dudó durante un instante, se giró a sus amigos y dijo:
-Vamos.
Y se adentró en la luz, con el resto de sus amigos caminando tras ella.
Llegaron a DOGMA.
La luz parecía provenir de una estructura sólida a muchos metros delante de ellos. Era una columna hecha de marfil con símbolos que Aicerf no llegaba a entender. Cuando la luz menguó notó a alguien dentro de la columna que, hasta ese momento, no había logrado ver. Era su amiga...
- ¡BRIG! -gritó.
Ella y sus amigos dieron un par de pasos, sin embargo, unos contenedores de vidrio brotaron del suelo, en su interior había personas.
- ¿Quiénes son estas personas? -preguntó Faen confuso.
-No puede ser... -Gerniel parecía petrificado- Son los desaparecidos... los camperos de Aukallama.
Aicerf recordó el incidente que había ocurrido a inicios de este año, cuando estuvieron de campamento: Cómo muchos jóvenes habían desaparecido y cómo La Sociedad Pastoral no hizo nada para buscarlos.
-Tenemos que liberarlos -dijo Baed, caminando hacia ellos. No hubo tiempo para otra cosa. Los contenedores comenzaron a abrirse. De su interior comenzaron a salir los camperos que se quedaron de pie, como en estado de suspensión. Brig, permanecía impasible, viendo a cada uno de ellos, era como si no fuese consciente de su propio cuerpo.
- ¡BRIG, DESPIERTA! -le gritó Gerniel.
-No puede escucharte -alguien salió detrás de la columna-. Está dentro del experimento que el mismo Rector desarrolló. No podrán sacarla.
-Ervin... -Aicerf estaba confundida y molesta-. Libérala de inmediato sino... -su cabello se volvió blanco.
- ¿Sino qué, Aicerf? ¿Quién crees que la puso en ese lugar para empezar?
-Ya, Ervin... -alguien más bajó de las escaleras detrás de ellos-. Creo que ha llegado el momento de desbaratar su plan.
Ervin se quedó de pie sin contestar.
Aicerf se giró y vio a Noa. No entendía qué pasaba.
-Ha llegado el momento -Gerniel se relajó.
- ¿Me pueden explicar qué está pasando? -exigió Aicerf.
-Todo empezó el año pasado, cuando encontramos esas minas anti velocistas -explicó Noa-. Tanto Gerniel como yo consideramos que alguien nos estaba vigilando desde el buque que vimos en el mar ese día. Alguien que no era el Velocista.
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Laztrasti: Academia | Libro 2
AdventureEl mundo cambió. Ya nunca más volverá a ser el mismo; y mientras que pensaban que las cosas ya no podían ir mal, todo empeoró cien veces más. Wolf debe de encontrar las reliquias perdidas, hacerle frente a una profecía y salvar a su primo en el proc...