CAPÍTULO 48

1.2K 89 6
                                    


Contenido explícito (+18)
Puedes saltarte esa parte si realmente no quieres leer el contenido explícito, pero retoma la lectura después del [💉] ya que hay información relevante en la historia y deberías leerlo.

─────❀◦❀◦❀─────

— Yoongi— lo llamé en un susurro, sintiendo como mi corazón se aceleraba ante la idea que estaba a punto de proponer.

¿Sí, princesa?— contestó el nombrado, dándose la vuelta para así otorgarme una cálida pero intensa mirada, haciéndome sonrojar nuevamente.

— No— fue lo único que fui capaz de pronunciar gracias a los nervios que estaba pasando.

Solo me quedaba rezar para que el chico entendiera a qué me estaba refiriendo.

— ¿No? ¿No, qué?— preguntó algo confundido, frunciendo ligeramente su ceño.

Me quedé en silencio, no quería decirlo, el nudo en mi garganta y mi corazón palpitando a toda velocidad no me dejaron, así que después de unos segundos llenos de un total silencio vi como su cuerpo se dirigía hacia mí.

Bebé, ¿es cierto eso que estás pensando?— preguntó coquetamente mientras regresaba a la cama, donde empezó a gatear en mi dirección.

¿Qué había pensado?, te estarás preguntando. Bueno...

Quiero hacerlo sin preservativo›

No sé si fue por el éxtasis del momento en sí o realmente lo quería, pero no pude evitar pensar tal cosa, aunque por una parte odiaba a Yoongi por haberme leído la mente, por otra se lo agradecía, ya que tener que explicar algo semejante me habría resultado tan... vergonzoso.

— No quiero esperar más— fui capaz de murmurar con vergüenza después del silencio que se había formado— Así que sí— finalmente, respondí a su pregunta y miré a otro lado, evitando la atónita mirada del mayor.

— Repite eso, mirándome a los ojos— el susodicho me agarró del mentón, obligándome a mirarlo.

— Te quiero ahora— confesé con un fino hilo de voz, sintiendo mis pupilas dilatarse a la vez que las del contrario.

Yoongi no dijo ni una sola palabra, sólo se posicionó entre mis piernas y puso éstas mismas sobre sus hombros.

Tapé mi rostro, avergonzada.

— Destápate o juro que no voy a tener piedad contigo— susurró firme contra mi cuello, pasando sus grandes manos por toda la extensión de mis muslos.

No estaba segura de qué hacer. No quería que me viera el ardiente y rojo rostro que tenía en ese momento, pero tampoco quería permanecer en silla de ruedas por más de un mes, y no tuve tiempo para decidir, ya que al sentir su erecto miembro rozar contra mi inexperta entrada, me estremecí y decidí apartar mis manos al instante.

— Muy bien, bebé— me sonrió el mayor de forma dulce y cálida antes de separarse levemente para volver a agarrar aquel extraño potingue y restregarlo contra su virilidad.

— ¡Ugh!— protesté inconscientemente cuando se aproximó a mi pequeño orificio.

El pelinegro, al contemplar mi expresión se aferró a mí con fuerza y empezó a introducir su miembro con lentitud. Incluso me pidió varias veces que relajara mi cuerpo para sentir confort y permitir la accesibilidad a su larga extensión, consejo que me costó acatar. No obstante, fue algo que después agradecí, ya que no me dolió tanto como creía recordar de aquel salvaje momento con Taehyung, sobretodo porque el trato de Yoongi siempre se basó en el respeto y el cariño.

Blood Tears | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora