Blood Tears | BTS

CAPÍTULO 44

— ¿Cuántas veces te he dicho que no me llames así?— le di un golpe en el hombro mientras me levantaba de la silla.

— ¿Es tu novio?— preguntó el rubio entre sonoras carcajadas, desplazando su mirada de Taehyung hacia mí.

Y cuando el más bajito pronunció dichas palabras, sentí la mirada del azabache clavada en mí, como si estuviera esperando por una respuesta.

— ¡No! ¡Solo es un amigo muy pesado!— me excusé de inmediato, mirando mal a Taehyung por un par de segundos.

— En el fondo me ama— susurró hacia ambos chicos, guiñando un ojo con picardía.

— ¡Mentiroso!— le di otro golpe, esta vez sobre la cabeza.

— ¡Ayy! Perdón, perdón— el chico golpeado se sobó la parte lastimada mientras exageraba un puchero, mirándome con ojos de cachorrito.

— No me mires así, ya no cuela— fruncí mi ceño, sentándome otra vez en mi sitio, esta vez algo más calmada.

— Casi— hizo una ligera mueca mientras reía.

— T/N, ¿cierto?— preguntó inesperadamente el rubito, bajándose de la mesa para así ponerse frente a la mía, apoyando sus codos en ésta, llevándose toda mi atención.

— Así es— sonreí amablemente, admirando la bella expresión del muchacho— Y tú, ¿el misterioso chico con sonrisa angelical?— reí levemente, sintiéndome algo avergonzada por mis propias palabras.

— Jimin— corrigió el nombrado entre leves y melódicas risitas, provocando que mi corazón se acelerara por un par de segundos al presenciar tal imagen.

— Dios mío, ya empieza— susurró el menor de todos, casi para sí mismo, rodando los ojos mientras dirigía su mirada hacia su amigo.

— No tiene remedio— añadió el castañito, sentándose encima de las piernas del menor mientras hablaban sobre el apuesto rubio.

— Cierto— susurró el contrario, quien se sonrojó levemente al sentir como su mayor se le subía encima del regazo.

Mientras, Jimin y yo seguíamos hablando de diversos temas, por otro lado estaban Tae y Jeon comentando muchas más cosas sobre el más bajito de los tres.

De un momento a otro dirigí mi mirada hacia ellos, se veían tan adorables juntos. Ni siquiera sabía que esos dos se llevaban bien.

— ¡Aww!— exclamé con emoción al presenciar dicha escena.

Me disculpo de todo corazón, pero cuando veo a dos chicos juntos no puedo evitar emparejarlos, me sale de dentro, es algo natural.

— ¿Eh?— se asustó el mayor de ambos, levantándose con rapidez de las piernas del contrario— ¿Qué pasa?

— Que estabais tan monos juntos— sonreí con dulzura, sabiendo que iba a guardar esa preciosa imagen en mis recuerdos por mucho tiempo.

— Sí— asintió Jimin sin mucho entusiasmo, desviando su mirada con cierta molestia al habernos interrumpido en la conversación.

— Me senté encima suyo porque no habían más sitios libres— se excusó el castañito algo sonrojado.

— Sí, sí— afirmé sin creer sus palabras, mirando al otro chico para así darle una sonrisa cómplice.

— No me mires así— demandó con vergüenza, mirando al suelo para así poder ocultar su notorio rubor.

— ¿Es adorable o no?— comentó el más bajito, despeinado el azabache cabello del menor.