CAPÍTULO 81

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Durante toda la noche no logré descansar. Mi mente estuvo demasiado ocupada imaginando qué le sucedió a esa simpática pelinegra con la que tanto me había encariñado, por no mencionar el hecho de que Jimin no contestó a las llamadas que realicé.

La melodia del despertador resnó por toda la habitación y lo apagué al instante, confundida porque no recuerdaba haberlo activado para el domingo.

Finalmente, me deshice de la manta con pereza y puse los pies en el suelo, sintiendo un escalofrío recorrer mi cuerpo. El invierno se acercaba y el leve temblor de mis manos me lo confirmó.

Después de desayunar y comprobar que efectivamente ninguno de los dos desaparecidos había contestado, pensé que lo mejor sería tomar un baño caliente, así que me dispuse a preparar todo lo necesario mientras la bañera se llenaba casi por completo.

Cinco minutos más tarde, cuando por fin me había metido dentro del agua, mi teléfono empezó a sonar y, agradecida por haberlo dejado cerca, lo tomé con desesperación, sin ni siquiera mirar quien era la persona que me llamaba.

— ¿Hola?— pregunté de inmediato, esperando por una respuesta.

Buenos días, ¿cómo te encuentras?— oí la profunda voz de Jungkook, que parecía adormilado.

— Oh, Jungkook— pronuncié algo decepcionada al percatarme de que no era ninguna de las dos personas a las que me gustaría haber oído.

¿Es un mal momento?— preguntó al notar esa triste reacción en mí.

— No, no. Bueno, sí, pero...— suspiré, moviendo mi pie bajo el agua, viendo cómo las pequeñas ondas se expandían con lentitud— Sólo que esperaba que fuera Mina o Jimin, ambos siguen sin responder desde ayer.

¿Jimin...?— mencionó extrañado.

— Sí, ayer lo llamé tres veces y no me descolgó— dejé de mover mi pie y volví a centrarme en la conversación.

Veré si puedo hacer algo, no te preocupes— me dijo dulcemente, haciéndome sentir algo más segura ante sus palabras.

— Confiaré en ti— sonreí inconscientemente— Por cierto, ¿para qué llamabas?— añadí, dejando el tema de lado para no atormentarme más.

Oh, sí, quería preguntarte si tenías algún plan para hoy. Llevo jugando a Overwatch desde que salí de la ducha nada más llegar de las prácticas que hice con Hoseok y creo que si me paso otro minuto más en el juego mi cerebro no será capaz de soportarlo, así que me proponía salir un poco y pasarlo bien, ¿y qué mejor persona para eso que la que me está escuchando ahora mismo?— rió con timidez, acomodándose en lo que supuse que sería su silla de gamer.

— Está bien, en cuanto termine mi sesión de spa casero no tendré problema en pasar el día contigo— me reí junto a él, sintiendo como mis mejillas se teñían de un leve color rosado al oír al azabache.

Perfecto entonces, comeremos en mi casa, voy a prepararte un menú de degustación extraordinario— canturreó con cierta gracia.

— Nos vemos en un rato, chef Jeon— asentí entre carcajadas.

Au revoir mademoiselle¹— volvió a bromear, colgando la llamada unos segundos después. ¹[Adiós, señorita]

Justo entonces miré la hora en la pantalla. 11:23, aún tenía tiempo de disfrutar un poco más de ese baño y prepararme para pasar el día con Jungkook, por lo que puse una alarma, dejé el móvil a un lado y me sumergí un poco más en el agua, cerrando mis ojos para poder relajarme por completo.

Blood Tears | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora