La mañana siguiente me desperté con angustia, desbloqueando el móvil con rapidez en busca de un mensaje por parte de Mina, pero no fue así. Ni siquiera le llegaron.
Me dirigí hacia la universidad, jugando con las correas de mi mochila. Aún habían probabilidades de que la chica se encontrara bien; sana y salva, tan feliz como siempre.
— Buenos días, princesa— sonrió el rubito, dejando un fugaz beso sobre mi frente— ¿Qué pasa?— preguntó al verme tan angustiada y nerviosa.
— Nada, nada. Sólo me preocupa Mina— susurré algo apenada, dirigiendo mi mirada hacia Jimin.
Éste había empalidecido, podía notarse en su garganta como estaba tragando con pesadez, cosa que decidí ignorar. «Seguramente no sea nada», me dije a mí misma, descartando la opción de que Jimin tuviera algo que ver o si sabía de más.
— ¿Tú sabes algo?— prgunté en voz baja, intentando averiguar qué demonios le había pasado a mi amiga.
— No, nada— pronunció con su cabeza gacha, notándose la tristeza divagar por su rostro— Pero estoy seguro de que no será nada y pronto regresará, no te preocupes— sonrió mientras sus mejillas se teñían de un ligero rojo. Hasta en una situación así, podía hacerme sonreír.
— ¿Tú crees?— dejé escapar un pequeño y algo pesado suspiro, siguiendo al chico, quien ya se dirigía a las ahora abiertas puertas de la universidad.
— ¡T/N!— fui atacada por los brazos de Taehyung, que me abrazó por la espalda, llevándose ambos de nuestros cuerpos al suelo.
Perfecto. Taehyung y yo estábamos tirados uno sobre el otro en medio del gran y ocupado pasillo.
— Ay... ¡Taehyung, ten más cuidado!— me quejé, sobando mi brazo, el cual había impactado contra el suelo por culpa de esa misma caída.
— ¡Perdóname!— sus fascinantes labios formaron un tierno puchero, dejándome completamente maravillada ante la imagen— No fue a propósito— murmuró, pidiendo disculpas de forma seguida.
— No te preocupes, tampoco fue nada del otro mundo— le sonreí levemente, aceptando la mano que él mismo me había puesto en frente para ayudarme.
— Gracias y perdón por última vez— el castañito hizo un par de reverencias, acomodando su pelo cada vez que ascendía— Ahora, si me disculpas, tengo que ir a clases— se despidió, besando mi mejilla en un rápido y hábil gesto para luego correr hacia su aula.
Cuando me quise dar cuenta ya no quedaba nadie a mi alrededor. Estaba sola, plantada en medio del pasillo con mis mejillas teñidas de un rosa clarito, así que corrí hacia mi clase, abriendo la puerta con cuidado. Por suerte el profesor de aquella asignatura aún no había llegado.
— ¿Todo bien?— susurró Jungkook de forma aún algo tímida y vergonzosa, con un leve sonrojo acompañando su hermosa sonrisa.
— Sí, no te preocupes— le devolví la sonrisa de la misma manera, sacando el material de mi mochila— Oye, Jungkookie— pronuncié en voz baja, intentando no ser demasiado insistente o pesada con ese tema en concreto.
— ¿Mhm? Dime— respondió, dejando de mirar por la ventana como los del curso superior jugaban a fútbol en el patio.
— Tú... ¿sabes algo sobre Mina?— mi rostro se transformó en una pequeña mueca de inseguridad y duda.
— No, no la veo desde hace días— su expresión definía confusión y algo de preocupación— ¿Por qué? ¿Se encuentra bien?— imitó mi misma acción, mordiéndose la lengua por no saber qué decir en esa incómoda situación.
— Esa es la cuestión, que yo tampoco sé de ella. Desde que fue a su revisión médica no ha aparecido. Ni siquiera le llegan los mensajes— suspiré, jugando nerviosamente con mis manos.
— Sólo espero que se encuentre bien. El otro día hubo un robo en el centro de la ciudad...— respondió en un murmuro al darse cuenta de que el profesor ya había entrado en el aula.
— Agh, no me preocupes más de lo que ya estoy, Jungkook— sentí como un escalofrío recorría mi espina dorsal a medida que el tiempo transcurría.
El resto del día avanzó con normalidad, todo prácticamente bien, hasta que sonó el timbre del recreo.
— ¡T/N!— Yugyeom sonrió alegremente, regalándome uno de sus cariñosos abrazos.
— ¿Qué hace él aquí y con qué permiso?— la expresión de Jungkook empezó a dar miedo.
Parecía enfadado. Estaba enfadado.
El azabache no podía dejar pasar todo aquello que Yugyeom le había hecho en su momento, fue algo realmente horrible. Él y sus amigos lo estuvieron molestando durante semanas, incluso meses. Para Jungkook eso supuso mucho temor y malestar, para Jungkook supuso un trauma psicológico. Pero ahora, Jeon ya no era tan tímido y reservado como lo era un tiempo atrás, desde que se juntó con Taehyung hacía ya unas semanas su comportamiento era más fuerte y atrevido.
— Oh, Jungkookie— el contrario le dedicó un pequeña sonrisita, la cual fue contestada con un mueca por parte del nombrado.
— ¿En serio, Yugyeom?— me apartó a un lado para poder pasar y plantarse frente al susodicho, quien empezaba a temblar ligeramente— ¿¡De verdad crees que puedes venir aquí, diciéndome 'Jungkookie' y actuar como si no hubiese pasado nada!?— su tono se elevaba a medida que sus palabras brotaban de su boca— ¿¡De verdad significó tan poco para ti como para olvidarlo tan fácilmente y actuar como si nada!? ¿¡Tan insignificante fue para ti todo lo que me hiciste!?— el furioso chico esperó una respuesta por parte de Yugyeom, pero nunca la recibió— Porque para mí no...— añadió finalmente, quedándose con la palabra en la boca.
Jungkook tenía muchísimas más cosas que decir al respecto, pero prefirió morderse la lengua y no armar un follón en medio del pasillo, así que sólo se limitó a apretar sus puños con fuerza para intentar controlarse.
— Jungkook...— susurré algo atemorizada, no sabía muy bien cómo reaccionar ante ello, aún menos cuando éste me agarró fuertemente de la muñeca y me arrastró lejos del otro chico.
— No digas ni una sola palabra al respecto, esto no te incumbe— habló con una voz ligeramente rota, apretando el agarre mientras seguía frente a mí, caminando a un paso levemente acelerado. No podía ver más que su ancha espalda— Por favor— sollozó.
¿Estaba llorando...?
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Blood Tears | BTS
FanfictionLa vida de T/N era agradable y tranquila. Vivía con su madre a las afueras de una ciudad desde que la mujer se separó de su antiguo marido. Sin embargo, de forma inesperada, la madre de la muchacha decide casarse con un hombre con el que mantenía un...