CAPÍTULO 31

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— Has hecho mucho por mí. Ojalá pudiera recompensártelo de alguna manera— bostecé aún acurrucada en su hombro, acabando dormida sobre éste.

— Ya lo has hecho. Verte sonreír todos los días es una gran recompensa para mí— susurró el pelinegro, asegurándose de que ya estaba dormida para poder sonrojarse mientras acariciaba mi mejilla, deslizando sus dedos por mis mechones de pelo.

Pov. Yoongi

Se quedó dormida sobre mi hombro, y no sé por qué ni cómo, cuando sentí como ella se mostraba cariñosa conmigo, cuando ella se acercó a mí, por voluntad propia, mi corazón empezó a bombear rápidamente y un ligero cosquilleo recorrió mi estómago.

— Te quiero— susurré casi para mí mismo, admirando a la bella chica sobre mi hombro.

— Yo también, Yoongi— sonrió medio dormida. Me había escuchado y creía que estaba a punto de morir por ello.

Te confundes— disimulé mis nervios y miré a mi alrededor— Se lo decía a este cojín— me excusé, levantando temblorosamente el objeto mencionado que había a mi lado.

Muy bien, Min Yoongi. Eres el puto amo. ¿De verdad que no se te ha ocurrido algo mejor?› pensé para mí mismo, dándome una bofetada mental.

— Oh, perdón— susurró ella, aferrándose a mí con delicadeza, agarrando mi camisa.

— No pasa nada— respondí con falsa seguridad, sintiendo mi corazón latir con rapidez.

Me quedé mirándola por un largo tiempo. Dormida se veía como un ángel, un dulce y maravilloso ángel que siempre ha estado ahí, protegiéndome, luchando por mí y permaneciendo a mi lado. Alguien que me quiere tal y como soy.

— Mi ángel de la guarda— besé su frente para después llevarla a la habitación en brazos.

Más tarde, al acabar de acomodar a la chica en la cama, volví a bajar al salón y me quedé tumbado en el sofá, pensando en todo lo ocurrido mientras miraba a un punto indeterminado del lugar.

— ¿Qué me está pasando? ¿Por qué me siento así?— hablé en voz baja, poniendo la mano sobre mi corazón, pudiendo sentir los fuertes latidos que éste procesaba— Nunca me había sentido de esta manera. ¿Esto son las mariposas en el estómago de las que tanto hablan?— susurré aún confuso, soltando un pesado suspiro— Bah, chorradas— me encogí de hombros sin más, dejando el asunto a un lado, pero no por mucho tiempo.

Durante toda la tarde intenté buscar una razón lógica para sentirme de esa manera. Al principio pensé que a lo mejor había comido algo en mal estado, alguna reacción alérgica o que incluso que podría encontrarme así por el estrés del trabajo, pero todas las posibilidades fueron descartadas, una tras otra.

Pov. Normal [T/N]

Me desperté y miré a mi alrededor. Aún estaba medio dormida, así que no estaba demasiado consciente de lo que hacía, cosa de la que me daría cuenta dentro de poco.

Me levanté de la cama y me dirigí al baño, duchándome con total normalidad mientras mantenía mis ojos levemente cerrados. Puse una toalla al rededor de mi cuerpo y salí con pereza del baño.

— Que bien sienta darse una ducha— hablé para mí misma, suspirando mientras bajaba las escaleras hacia el comedor.

— Oh, ya te has desperta...— Yoongi cortó su oración y me miró fijamente, desviando su mirada segundos para luego sonrojarse.

Blood Tears | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora