CAPÍTULO 78

305 37 3
                                    

Nada más entrar preparé mi comida. Mientras tanto decidí tomar mi teléfono para preguntarle a Jungkook cómo iba todo, pues estaba más que segura de que se encontraba en el estudio junto a Hoseok, suplicando con clemencia por irse de allí lo más pronto posible, a pesar de que le encantaba la idea de volver a bailar.

¿Qué tal vas, Jungkook? ¿Sobrevivirás?— reí mientras pulsaba la tecla enviar, sabiendo que el contrario no podría responderme hasta más tarde, debido a sus ensayos.

Para mi desgracia me pasé la tarde estudiando y haciendo algún que otro deber que nos mandaban en la universidad. La verdad es que me estaba yendo mejor de lo que esperaba. Ese año me propuse esforzarme todo lo posible por mejorar en mi rendimiento escolar y por fin lo estaba logrando.

— ¡Ahg! Por fin acabé— pronuncié entre suspiros, guardando todo el material en mi mochila, a la vez que mi cuerpo se dejaba caer con pesadez sobre la silla de escritorio en la que estaba sentada.

Al terminar de recoger, mi móvil vibró sobre la mesa, notificándome de que tenía un mensjae nuevo. Lo desbloqueé con emoción, pensando que Jungkook habría responido a mi anterior comentario, debido a que ya eran las 17:30, pero no fue así.

·
Yoongi ㅇㅅㅇ

T/N, hace mucho que no nos vemos...


Oh, Yoongi.
¿Me ehcas de menos? ~


Yoongi ㅇㅅㅇ

¡Yo no he dicho ni escrito eso en nignún momento!

¿Eso significa que no me echaste de menos estos días...?


Yoongi ㅇㅅㅇ

¡No me mal entiendas!
Agh. No me hagas esto... ㅜㅜ


Tonto, te conozco lo suficiente como para saber que sí lo hiciste, no te preocupes ~


Yoongi ㅇㅅㅇ

Bueno, quería preguntarte si te gustaría dar un paseo por el parque. Hoy el tiempo está decente como para ello.

¿Yoongi, no podías decir que hace buen día como lo hacemos todas las personas? ㅋㅋㅋ


Yoongi ㅇㅅㅇ

Podría, pero no me viene en gana.
Entonces... ¿te apetece?


Por supuesto, Yoonie

Yoongi ㅇㅅㅇ

Estupendo. Te iré a recoger a las 18:00.
¡Sé puntual!
·

Segundos después se desconectó, sin dejarme tiempo para contestar al mensaje. Quizás estaba enfadado. A lo mejor por ese motivo quería hablar conmigo, o a lo mejor no, al fin y al cabo el chico era un baúl lleno de misterios.

Tampoco le di tanta importancia, simplemente me dediqué a vestirme y prepararme adecuadamente para dar ese paseo con Yoongi.

17:57

Ya estaba completamente lista, así que salí de casa, guardando mis pertenencias en el pequeño bolso que llevaba colgado sobre el hombro.

Cerré la puerta tras de mí y dirigí mi vista al frente. Yoongi ya había llegado, estaba apoyado sobre su negro y brillante coche y se veía espectacular, ‹como siempre›, me dije a mí misma, sintiendo como el calor subía a mis mejillas a ritmo apresurado.

— Oh, T/N— me llamó, deshaciendo la postura para poder dirigirse finalmente a mí, otrogándome un cálido abrazo.

— Hola, Yoonie, ¿todo bien?— susurré, correspondiendo su abrazo con gusto.

— Ahora que estoy junto a ti, sí— murmuró, hundiendo su rostro entre mi cuello para dejar un pequeño y dulce beso en aquella misma zona, haciéndome estremecer.

Si antes de eso ya estaba roja, en aquel momento parecía un maldito tomate andeante. El sonrojo sobre mis mejillas era tan exagerado que cualquiera podría confundirme con Heidi y estaba más que segura de que el calor procedente de mi cara traspasó la pulida y bien planchada camisa de Yoongi, cosa que me avergonzó aún más.

— ¿Qué? ¿Te comió la lengua el gato?— rió ligeramente, pudiéndose notar el leve tono ronco y pícaro en su ya de por sí grave voz.

— Por supuesto que no. Anda, no seas tonto, Yoongi.

Intenté sonar firme pese a que un ligero tartamudeo se coló al principio de mi oración, con lo cual, pude volver a recuperar esa rudeza con la siguiente frase ya dicha.

— Estás hablándole al genio Min Yoongi, por favor— sonrió victorioso, alejándose de mi cuerpo para poder sacudir su mano sobre mi cabello, despeinándome como acto de afecto, supuse— ¿Vamos?— volvió a hablar, dándose la vuelta mientras esperaba a que yo me moviera de una santa vez, pues me quedé ahí parada, como toda una idiota.

— Claro— hablé al fin, caminando en su dirección rápidamente, aún con el pequeño rubor sobre mis mejillas.

Me sentí como todo un perrito faldero, el cual sigue a su amo cuando éste le manda.

— Eres adorable— se rió nuevamente, negando con su cabeza mientras su mano se posaba sobre mi cintura.

— ¿Yoongi, de verdad te encuentras bien?— susurré, dejando que el calor se expandiera sobre mis mejillas nuevamente.

Se estaba comportando algo diferente, pues normalmente, y como todos ya sabemos, el chico solía ser un poco más frío y arisco, tampoco se trataba de un ser inmundo y sin corazón, pero no solía tratar a nadie de esa forma como la que actuaba en aquel momento.

— Por supuesto, peque— asintió, regalándome una pequeña y tierna sonrisita de labios cerrados mientras nos dirigiamos hacia el parque, a un par de calles más abajo.

Me dejó atónita, es más, podía jurar que mi boca estaba abierta en ese mismo instante.

A los pocos minutos llegamos a nuestro destino. Ambos nos sentamos en uno de los bancos color blanco de aquel maravilloso lugar, lleno de parejas y niños pequeños, que extrañamente se portaban realmente bien. No había ni un mísero y molesto ruido.

— Voy a por unos helados, espera aquí— habló mientras se levantaba del banco, mirando el puesto de helados y granizados a un par de metros más adelante, que no tardaría en desaparecer, pues la época más fría del año se acercaba.

— Por supuesto— asentí alegremente— Aquí estaré— sonreí, gesto que él imitó en mi dirección, haciendo acelerar a mi corazón en cuestión de segundos.

Vi como Yoongi se alejaba, admirando su algo delgada pero bella figura moverse en dirección al heladero. Hasta que mi atención fue robada por una tercera persona, la cual tocó mi hombro desde la parte de atrás del banco.

— ¿Eh?— di un pequeño brinco en el sitio.

Instintivamente me di la vuelta, intentando descubrir quién me había asustado de esa manera.

Blood Tears | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora