Blood Tears | BTS

CAPÍTULO 51

Viernes por la mañana, me desperté deseando que el día terminara para poder volver a casa y descansar todo el fin de semana. Lo que todos hacemos cada viernes, ¿no?

La noche anterior estuve pensando mucho sobre lo que me dijo Taehyung. ¿Realmente sentían algo por Jungkook? No lo negaba ni les echaba nada en cara, es decir, ¿quién no se enamoraría de un chico como él? Pero no me esperaba algo como eso, me pilló por sorpresa.

La verdad es que notaba algo raro entre esos tres y ya tenía alguna sospecha de la orientación sexual de Taehyung. Pero aún tenía una duda en mente. ¿Y Jungkook? ¿Qué sentía él? ¿Cuál era su orientación sexual? ¿Quién le gustaba?

Seguí comiéndome la cabeza de camino a la universidad, cuestionándome una y otra vez aquellas tormentosas preguntas.

Lo peor es que no podía preguntárselo. Taehyung me recomendó no sacar el tema, ya que era bastante complicado, confuso y delicado, así que tendría que quedarme en duda durante un tiempo hasta que todo estuviese aclarado.

Suspiré entrando en la universidad, supuse que Jungkook no estaría en clases debido a su lesión, pero no fue así, estaba allí sentado y no traía ningún tipo de vendaje. Paecía un nuevo Jungkook con esa ropa tan radical a lo que acostumbraba a llevar. No iba a mentir, le daba un aspecto de chico malo increíble y sexy, pero su rostro seguía siendo tan adorable y tierno como siempre. Y fue algo que llamó la atención de prácticamente todo el recinto. [Outfit al final del cap.]

— Jungkook, ¿qué haces aquí? Tendrías que estar descansando— le dije preocupada mientras me sentaba en mi sitio.

— No quiero perder clases, necesito aprobar este curso, es muy importante para mí— aclaró el azabache en voz baja.

— ¿Más importante que tu salud?— pregunté seriamente, dejando salir un suspiro al no obtener respuesta por su parte.

Jimin y Taehyung nos interrumpieron. Se me había olvidado que hoy venían a hacer esas "clases de refuerzo". Los chicos parecían muy preocupados por Jungkook. Taehyung se sentó frente la mesa del menor y Jimin frente a la mía, pero dirigiendo su mirada hacia el chico herido, que no parecía estar lastimado.

— Hola, que pronto habéis llegado hoy— reí levemente, sintiéndome algo incómoda al percibir dicha imagen.

— Sí, estábamos preocupados por Jungkook. Además, tenía muchas ganas de verte— respondió el castañito, quién me abrazó por la espalda, mostrando su cuadrada sonrisa.

— Me conmueves, Taehyung— bromeé, sintiendo mis mejillas teñirse de un ligero tono rosado— Pero no me parece bien que Jungkook esté aquí, sería mejor que descansara, ya se lo he dicho.

— Es cierto, Jungkookie— asintió el rubio, pellizcando las mejillas del menor con delicadeza.

— ¡Au! Jimin, basta— renegó el azabache, haciendo un inconsciente y tierno puchero.

— Pareces mi abuela cuando llevo una semana sin ir a visitarla— Taehyung miró extraño y divertido la situación.

Jungkook y yo empezamos a reír a carcajadas, segundos después, ambos chicos se unieron a nuestras risas.

El día progresó de la misma manera, lleno de risas y apoyo hacia Jungkook, quien afirmaba encontrarse mucho mejor gracias a nosotros, cosa que nos alegró bastante.

Estábamos a casi última hora, nos tocaba educación física, pero obviamente Jungkook no podía participar en la asignatura por mucho que dijera que se encontraba bien, así que supuse que se quedaría sentado en el banquillo del gimnasio. Me dijo que no lo esperara, que tenía que ir al baño y más tarde asistiría a clase, así que algo preocupada asentí, dándole un tímido beso en la mejilla, a lo que él contestó con un sonrojo.