CAPÍTULO 14

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— Que bien hueles— susurró Hoseok entre risitas, acariciando mi cabello con cuidado.

— ¿Qué?— murmuré, sorprendida por aquel repentino comentario que había hecho el susodicho.

— Tranquila, no te morderé— contestó, dejando un dulce y leve beso sobre mi cabeza, ya que yo era mucho más baja.

— Gracias— cerré los ojos al sentir el suave roce de sus labios contra mi piel.

— Será mejor que nos vayamos antes de que ese viejo Yoongi me mate— habló en voz baja mientras reímos al unísono.

— Sí— miré mi reloj— Que rápido pasa el tiempo— susurré desviando mi mirada hacia los ojos del chico— ¿Podríamos ir a la tienda de ropa? Necesito un conjunto para esta noche.

— Claro— asintió con gusto, otorgándome una sonrisita casi tan brillante como el sol— ¿Para esta noche?— dijo casi en un susurro.

— Sí, tengo que verme con Jungkook en el jardín y me dijo que tenía que ir bien arreglada— me encogí de hombros.

Yo tampoco sabía mucho más que él sobre el motivo por el cual debía ir así, pero no me pareció mala idea, era una excusa perfecta para salir y comprarme ropa nueva.

— Oh, claro— afirmó con una pequeña mueca dibujada en su rostro— Vamos.

— Gracias, Hobi— le agradecí con una pequeña sonrisa, a lo que él me la devolvió y a los pocos segundos me llevó a la tienda de ropa en un santiamén.

— No hay de qué— susurró éste, dejando un pequeño beso sobre mi frente antes de entrar en ese gran edificio frente a nosotros.

El centro comercial estaba casi vacío, a esa hora la gente solía estar cenando y, además, entre semana la afluencia de visitantes era escasa.

Entramos en una tienda que me llamó la atención desde fuera. En los escaparates había conjuntos lujosos.

— Aquí la ropa es tan bonita— miré atentamente cada una de las prendas, quedándome anonadada por encontrar conjuntos de mi agrado.

Minutos después decidí poner la última prenda sobre los brazos de Hoseok, el pobre tuvo que cargar con aquella montaña de ropa. Yo le dije que no era necesario, pero se excusó con que quería ser un caballero y llevarla, así que no me quedo más remedio que aceptar.

— ¿Cuántas prendas lleva?— la chica en el mostrador miró atentamente las manos de mi acompañante— Solo se pueden entrar seis prendas— desvió la mirada hacia mí.

— Pues haré varios viajes— escogí un par de conjuntos y procedí a entrar en el probador que me indicó la muchacha.

Al rato salí con el primer conjunto: una blusa blanca con volantes, una falda negra con pequeños detalles brillantes y unos botines del mismo color.

— ¿Te gusta?— di una pequeña y vergonzosa vuelta sobre mí misma.

Estaba acostumbrada a siempre llevar la misma ropa, prendas de estilo urbano que usar en mi día a día. Era la primera vez que vestía algo tan elegante. Sólo para Jungkook.

— Estás preciosa— el castaño habló en voz alta, su expresión reflejaba sorpresa— Es fantástico, pero no lo veo muy adecuado para ir al jardín— finalizó con una pequeña mueca, posando sus dedos bajo su barbilla como símbolo pensativo.

— Sí, tienes razón. Me probaré otro— asentí, tocando el borde de la falda.

Volví a entrar y a los pocos minutos salí del vestidor para mostrarle al chico el segundo conjunto. Ese no nos convenció a ninguno, así que volví a entrar y después de cambiarme realicé el mismo proceso, así hasta dos veces más.

Blood Tears | BTS Donde viven las historias. Descúbrelo ahora