La película no iba ni por la mitad y mis ojos ya empezaban a picar. Enrojecieron hasta que pequeñas lágrimas se dejaron caer por mis mejillas. Pasé mi mano por éstas, intentando disimular que no era tan sensible ante las palabras de aquel apuesto chico en pantalla.
Jimin no logró verme.
O eso creía hasta que sentí su mano acercarse a la mía en un lento y discreto movimiento, hasta acariciarla y entrelazar sus pequeños dedos entre los míos, transmitiéndome algo más de seguridad, pero aun así, poniéndome tan nerviosa como siempre.
Mis mejillas se vivieron de un rojo carmesí mientras mi desbocado corazón amenazaba con salir disparado de mi pecho. Desvié mi mirada hacia él, quien al darse cuenta de lo que acababa de hacer, imitó mi acto.
Ambos nos estábamos mirando sin decir nada. Sentía su cálida y sincera mirada sobre mis ojos. Incluso por un segundo me pareció ver cómo se acercaba a mí, pero supongo que debió ser mi imaginación, pues después volvió a concentrarse en la pantalla.
⊰♡⊱Al acabar la película las lágrimas volvieron a cubrir mis ojos por completo, esta vez ni me molesté en ocultarlas, no tenía fuerzas como para hacerlo. Simplemente esperé a que Jimin se levantara para poder esconderme en su pecho y llorar como una magdalenita.
— Shh— susurró, acariciando mi espalda con lentitud— No ha sido nada, preciosa— dijo entre leves y melodiosas risitas.
— Pero él... y ella... yo...— me aferré a su camisa. En ese momento me daba igual si ésta se rompía o no. La película realmente me había afectado.
¿El motivo? Bueno, pues lamentablemente me recordaba a mi relación con Yugyeom. Todo iba tan bien, mi mundo parecía tan perfecto y bonito, mi vida estaba resuelta, era feliz junto a él. La ruptura entre los protagonistas fue un total plagio a mi vida, me sentía tan miserablemente identificada.
— No sabía que eras tan emotiva, si lo hubiese llegado a saber elegiría otro tipo de película— besó parte de mi hombro, acercándose peligrosamente a mi cuello. Podría jurar que su corazón dejó de latir, no se escuchaban sus latidos, era silencio puro.
— Perdón— me separé, soltando parte de su prenda de ropa arrugada entre mis manos.
— No te preocupes— escuché su entrecortada voz, igual de temblorosa que la mía.
Besó mi cabeza y se alejó, mirando hacia otro lado. No me dirigía la mirada en ningún momento. A lo mejor le había sentado mal que dijera eso.
— ¿Qué haremos ahora, Jimin?— pregunté aún con la respiración irregular.
— Podríamos ir a cenar a un restaurante si te apetece. Tengo hambre— explicó con la mirada fija al frente, relamiendo sus labios mientras su tono se volvía algo más grueso de lo normal.
— ¡Me parece muy bien!— sonreí, intentando subir mi autoestima a pesar de que no podía quitarme ese recuerdo de la cabeza.
— Perfecto. Iré al baño un segundo. Espérame aquí, ahora vengo— susurró, dirigiéndose a la puerta del lavabo en un abrir y cerrar de ojos, literalmente.
— Va...— cuando quise contestar, Jimin ya no se encontraba junto a mí, estaba en el baño.
Me quedé esperando un par de minutos a que volviera. Cuando por fin logré ver la vieja puerta señalada con un dibujo masculino abrirse, mi sonrisa se dejó ver.
— Perdón por tardar— hizo varias reverencias mientras se dirigía hacia mí.
— No te preocupes, mochi— reí levemente y seguimos caminando o al menos, hasta que él se paró en seco para mirarme.
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Blood Tears | BTS
FanfictionLa vida de T/N era agradable y tranquila. Vivía con su madre a las afueras de una ciudad desde que la mujer se separó de su antiguo marido. Sin embargo, de forma inesperada, la madre de la muchacha decide casarse con un hombre con el que mantenía un...