CAPITULO 1.

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Narra Elena:
Estamos a principios de setiembre lo que significa que pronto empezará el bachillerato y no tengo muchas ganas.
Son las once de la mañana, me levanto de mi cama, me visto y bajo a desayunar.
Cuando entro en la cocina veo a mi hermana sentada comiendo sus cereales favoritos y me uno a ella.

-Buenos días pequeña, ¿qué tal has dormido?- digo pasando le mi mano por su hombro-.

- Bueno...-dice mi hermana pensando- he soñado con Oscar por lo tanto muy bien.

Oscar es el chico que le gusta y según ella están tonteando, yo no me lo creo pero le sigo la corriente igualmente.

- Ah pues muy bien, y en el sueño le quitabas la camiseta y lo besabas o.....-digo mientras me hace callar-.

- ELENA CÁLLATE!! -dice mirándome con su cara completamente roja-.

Me río al ver la reacción de mi hermana.

- Vale vale tranquila, ¿oye sabes dónde están papá y mamá? Es raro no verlos en casa a estas horas. -pregunto mirando por encima toda la casa-.

Miro a Kate pensativa.

- No lo sé pero les escuché hablar de Madrid así que ni idea. -dice comiéndose concentrada sus cereales-.

- Aah vale -digo sentándome a su lado-.

Acabo de desayunar y me visto para ir a entrenar, me pongo unos leggins negros, un top de deporte y una camiseta de manga corta. Entro en el baño y me hago un moño alto, me lavo los dientes y la cara.
Salgo de mi habitación y cojo los patines de la entrada.

-KATE ME VOY A ENTRENAR! -digo gritando desde las escaleras-.

-NO TE MATES JAJAJAJAJAA!- me responde ella-.

Cierro la puerta detrás de mi, me subo al coche y voy dirección polideportivo. Cuando llego empiezo con entrenamiento físico.

Cuatro horas después...

-Esther me voy! -digo acercándome a mi entrenadora-

-Okey nos vemos pasado mañana.-dice acabando de recoger los discos de música-.

Me subo al coche y conduzco hasta casa, cuando llego noto que hay algo raro.

-¿Hola? -digo esperando una respuesta-.

-Estamos en la cocina- dice mi madre-.

Dejo las cosas en la entrada y me encamino a hacia allí, cuando llego veo a mi hermana y a mis padres en la isla de la cocina un poco más serios de lo normal.

-¿Reunión? -Les pregunto a los tres-.

-No, seguro que algo peor- dice Kate con cara triste-.

-Bueno chicas, tenemos una noticia que daros pero sabemos que no os va a gustar. -empieza a decir mi padre-.

Me empiezo a poner nerviosa, nunca me han gustado las malas noticias como a nadie del mundo.

-Nos han ofrecido un puesto de trabajo nuevo.- dice mi madre mirándonos fijamente-.

- JODER MAMÁ PERO SI ESO ES GENIAL FELICIDADES! - Digo muy emocionada-.

-Cielo, déjame acabar -y entonces después de eso viene lo malo- el trabajo es en Madrid.

Al escuchar el nombre de la cuidad se me paraliza todo el cuerpo y en mi cabeza solo se puede escuchar una palabra: MADRID....MADRID....MADRID

-¡¿QUE?! ¿Nos mudamos? -dice Kate poniéndose roja del cabreo-.

-Chicas sabemos que no es fácil y que será un cambio muy grande, pero vuestra madre y yo hemos decidido que es un buen puesto de trabajo, con un buen sueldo y con mejor comodidad.- dice papa intentando mantener la calma-.

-¿Y cuando nos tendríamos que mudar? -digo mirando a un punto fijo, aún sin creérmelo-.

-Pasado mañana -dice mamá nerviosa-.

- ¡Que! -digo estupefacta- mamá en menos de tres semanas tengo el campeonato de España y pretendes que lo deje todo solamente porque habéis encontrado un puesto de trabajo donde tendréis más dinero, ¿estamos de coña o que? -digo poniéndome roja y sacando todo mi enfado de dentro- me he esforzado mucho para todo lo que ahora es mi vida y venís y me decir que he de dejarlo todo. Y lo peor es que sabéis que eso no es justo, ni para mi ni para Kate.

Acabado mi discurso me levanto me seco las lagrimas que han caído por mis mejillas, subo las escaleras y entro en mi habitación. Una vez allí me desnudo, entro en la ducha y dejo que el agua corra por mi piel haciendo que mis músculos dejen de estar tensos. Me enjabono el pelo y el cuerpo. Cuando acabo de ducharme me pongo mi pijama y me voy directamente a la cama.

Solo el sueño me quitará la pesadilla que acaba de entrar en mi cabeza.

O no.

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora