CAPITULO 29

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Me quedo quieta, tanto que podría ser una estatua. Mis ojos bajan la mirada hasta su pecho.

- Dime, ¿sientes algo por mi? -le pregunto en voz baja-.

Se queda callado.

- Siento tantas cosas por ti que en momentos como este no sabría qué decirte, si odiarte por romperme el corazón o amarte por llenarlo como solamente tú sabes hacerlo -me dice en la oreja-.

Mis piernas empiezan a temblar, no se como sentirme. Le he hecho daño y mucho.

- Lo siento mucho Daniel -digo apartando su cuerpo con las manos-.

Lágrimas empiezan a aparecer en mi cara. Hoy un día que debería ser feliz y a la vez que es tan horrible.

- ¿Y ya está? -dice él de lejos-.

Me giro y lo veo allí, donde lo he dejado plantado, a oscuras.

- Todo esto para que te vayas de mi lado una vez más -dice cabreado acercándose a mi otra vez- explícamelo, dame una razón -.

Apolo mi cabeza en su pecho.

- Te quiero mucho Daniel, justamente por eso creo que te haré daño. Quien me dice a mi que no puede volver a pasarme, quien me jura que no volverás a pasarlo mal conmigo -digo llorando- te he visto sufrir Daniel, y no voy a volver a hacerlo-.

Me giro y empiezo a correr. Lo dejo atrás, tanto que no llego a escuchar las palabras que me dice. Cuando llego al vestuario hago un mar de lágrimas en toda mi cara. Miro el móvil y veo que Kat y Kate empiezan a preocuparse porque llegó Jesús cabreado en las gradas. Me retoco el maquillaje y salgo.

Me junto con Estefania.

- Eh cariño, ¿estás bien? -me pregunta ella-.

- Qué..a sí si solo es que estoy cansada por los nervios-digo sacando una pequeña sonrisa-.

Poco a poco la competición va terminando, llega la entrega de premios. Mis puntuaciones fueron tan buenas que mi posición a sido la primera. Cris y Alexia quedaron segundas en sus respectivas categorías.

Tan orgullosas salimos con nuestra selección a la pista, la gente aplaude en cada momento de la noche. Cuando dicen mi nombre como ganadora del mundial en Juvenil, salgo de la fila donde estamos todos, saludo al público y me dirijo al podio. Luego de que llamen a la segunda y a la tercera ganadora, ponen nuestros himnos. Los mismos jueces nos entregan los premios.

Una vez acabada la celebración, me quito los patines, salgo y me reúno en el exterior del polideportivo. Una vez allí me encuentro con Kat, Estefania, Alexia y Cris. Pero ni vista de Daniel.

Jesús y Kate se quedarán unos días más en Italia para aprovechar el viaje.

Ya en el aeropuerto ponemos nuestro equipaje para que se lo lleven dentro del avión. Cojo mi billete y me espero en unas sillas incómodas con Kate.

- ¿Porqué no estás feliz? -me pregunta Kate recostándose en mi brazo-.

- ¿Oh Kate cómo dices eso? Claro que estoy feliz, ha cumplido uno de mis mayores sueños, ¿sabes? -digo abrazándola-.

- Lo sé, pero no estás cien por cien feliz sin Daniel a tu lado -acaba diciéndome-.

- Bueno, a veces no podemos elegir lo que deseamos -digo mirando a un punto fijo-.

Esperamos media hora hasta que avisan de que nuestro vuelo ya está listo. Entregamos nuestros billetes a la azafata y entramos, buscamos nuestros sitios y nos sentamos.

Kate se sienta a mi lado, las dos nos ponemos los cascos. Los demás están o en la misma fila que nosotras o en la de atrás. Giro la cabeza para buscarlo con la mirada pero no lo encuentro. Cierro los ojos quedándome dormida pensando en Daniel.

¿Dónde has ido Daniel? -pienso mientras caigo en un profundo sueño-.

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Continuará...🙈

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora