CAPITULO 14

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Llevo una semana en coma. Por lo que me han ido contando, Kate se clasificó para el campeonato de Madrid en patinaje. Katherina mejoró su estado y Jesús consiguió sacarla de su casa. Mamá y papá están bien, o eso es lo que ellos quieren decirme. Tengo ganas de verles a todos, cada día intento despertarme pero se me hace imposible. Mi abuela volvió a aparecer. Aunque no entendí muy bien lo que me dijo.

Quiero volver a patinar, ir al campeonato del Mundo y participar. Quiero ver a Daniel.

Ahora mismo se que hay una enfermera en mí habitación, lo sé porque habla de diagnósticos con otro doctor.

Esta vez intento mover mí cuerpo, y sorprendida consigo mover los dedos. En mí interior explota una felicidad increíble. Empiezo a moverme cada vez más haciendo que el doctor se percate de la situación y que siento su mano en mi cuerpo.

- Oh Dios mío, está despertando -le dice a la enfermera- Elena cielo, se que te estás moviendo. Sigue así y no pares por favor-.

En mí cabeza parece como si todo se estuviese conectando otra vez en su sitio. La puerta se abre y escucho las voces de mis padres hablar con el doctor.

Como si encendiese un interruptor, empiezo ha abrir los ojos. La luz entra disparada en mí.

DIOS MÍO NO ME LO CREO! - pienso en mi interior- LO HE CONSEGUIDO.

- ¿Mamá? -consigo decir-.

Una figura aún borrosa se acerca a mi y me abraza.

- Oh dios, Elena cariño estás bien! -me dice mi madre-.

La figura ya no es tan borrosa y puedo distinguir los rostros que hay en mí habitación. Mí padre llorando, el doctor y la enfermera.

Cuando termino de hablar con mis padres el doctor y la enfermera se lo llevan para redactar unos papeles. Solo pasa media hora cuando la puerta vuelve a abrirse y en ella veo a Kate corriendo hacia mí.

- ELENA, ELENA, ELENA! Estás despierta -dice mirándome asombrada cuando se tira en la cama para abrazarme- lo estás!-.

- Claro que lo estoy Kate, y no me voy a ir a ningún lado -digo abrazándola y dándole besos en la frente- ¿sabes que te he estado escuchando todas y cada una de las veces que has venido a informarme de lo que pasaba? -le digo haciendo quedarse impactado-.

-VAMOS LO SABIA -dice emocionada- Sabía que no te perdería, esta vez no. -acaba diciéndome llorando-.

Al ver a Kate llorar, lágrimas salen por mis ojos.

- Bueno bueno, ¿a mí no me dirás nada? -dice una voz masculina-.

Cuando Kate sale de la habitación y me deja ver quien hay detrás de ella entonces sí que empiezo a llorar de verdad.

- Estás aquí! -digo sin creérmelo poniéndome las manos en la cara- sigues aquí-.

Daniel se acerca a mí con agilidad, me limpia las lágrimas.

- Siempre he estado aquí- me dice mientras me da un beso en los labios- y no pienso irme-.

Nos besamos como si no nos hubiésemos visto en cinco años. Lo echaba mucho de menos y por fin lo tengo aquí, conmigo.

- Sabía que no me decepcionarías desastre -dice juntando nuestras manos-.

- Aún me quedan años por vivir -digo recostándome en la cama- muchos años-.

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora