CAPITULO 90

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Al salir del médico volvemos a bajar por el ascensor y llegamos hasta el parking. Allí nos subimos en el coche, lo enciendo y doy marcha atrás para, seguidamente, salir de allí.

- ¿Quieres ir a comer algo? -le pregunto entrando en la carretera-.

- Claro, ¿dónde tienes pensado ir? -me pregunta poniendo una mano en mi pierna-.

- Pues podríamos ir a alguna cafetería cercana, así no tienes que moverte mucho- digo mirándolo-.

Daniel se ríe y noto como mantiene su mirada puesta en mi.

- ¿Qué pasa? -le pregunto riendo- ¿tengo algo en la cara?-.

- Me gusta que te preocupes por mi -dice pasando su mano por mi mejilla-.

- Tu lo haces siempre por mi, ahora me toca a mí hacerlo por ti siempre -digo sonriendo-.

Se ríe y vuelve a poner su mirada en la carretera. Conduzco hasta una cafetería de carretera. Al entrar un olor a café recién echo entra por mis fosas nasales. Nos sentamos en una mesa y una chica nos trae la carta. Pedimos un café para él y un croissant normal para mi.

Noto que está raro desde que hemos salido de la consulta, y supongo que será por lo del yeso y las semanas que tendrá que llevarlo puestos. Al terminar, pago y volvemos a subirnos al coche. Conduzco hasta su casa, y al llegar a la puerta principal se gira y me besa.

- Gracias por acompañarme -dice con su frente y la mía juntas-.

- De nada -digo sonriendo le- oye, ¿estás bien?-.

Se separa un poco de mí y suspira.

- Sí, solamente he de hacerme a la idea -dice besándome la frente-.

- Bueno entra que Jesús te está esperando -digo-.

Me hacerlo, lo cojo de la nuca y lo beso con ganas. Me separo y me río.

- Mi niña -dice abrazándome-.

Después entra en casa, doy media vuelta y me subo al coche. Pongo la radio a toda pastilla y conduzco a casa. Allí, una vez entrado en casa, veo que Kate se a puesto manos a la obra limpiando.

- Hola -digo dejando las llaves en el recibidor-.

- Hola -dice ella desde la cocina-.

Cuando entro, empiezo a reírme.

- ¿De qué te ríes? -pregunta-.

- Kate, estás encima de la encimara moviendo el culo -digo mirándola- llega a estar Oliver aquí y-.

- Dios mío cállate -dice riéndose-.

Se baja y me abraza para rápidamente darme el estropajo.

- Ahora te toca a ti guapa -dice saliendo al jardín-.

Me río, y empiezo a limpiar lo que falta. Una vez todo reluciente pedimos la comida. El timbre suena y Kate sale corriendo del jardín a la puerta principal, seguidamente voy detrás.

- Kate hasta que no vaya yo y pague no podrás comer -digo riéndome-.

Cojo el monedero y saco el dinero, camino hasta la puerta y veo al chico riéndose.

- Ten -digo sonriendo- quédate el cambio-.

- Gracias -dice él entregándome la comida-.

Seguidamente da media vuelta y desaparece en su moto, cierro la puerta y camino hasta la cocina, dejo las bolsas en la encimera y Kate empieza a abrirlas. Han abierto un nuevo restaurante de hamburguesas, Carl's Junior, está bastante bien de precio y es lo primero que se nos a pasado por la cabeza.

- Que pinta -dice Kate sacando su hamburguesa de la bolsa-.

Me río y abro mi bolsa, saco una hamburguesa normal. La verdad es que no me gustan las hamburguesas que tienen muchos condimentos, pero aún así tiene una pinta increíble.

- Buen provecho Kate -digo mirándola-.

- Igualmente - dice con la boca llena-.

Nos pasamos todo el rato sin hablar saboreando la comida, está muy buena. Cuando terminamos lo recogemos todo y no estiramos en el sofá. Le envío un whatsapp a Kat para que venga a casa pero ha de terminar las últimas caja de su habitación. Media hora después ninguna de las dos aguanta y la primera en caer dormida es Kate, pocos minutos después caigo yo.

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Continuará...😴

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora