SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]

CAPITULO 10

Daniel y yo salimos fuera del instituto, nos alejamos los bastante como para que nadie nos escuchara.

- Porque....¿porque le has pegado? -le pregunto mientras lágrimas salen de mis ojos- explícamelo.

Cuando levanta la mirada y me ve lo primero que hace es abrazarme fuerte. No entiendo que pasa, porque se comporta diferente y su actitud cambia por completo. Necesito explicaciones y lo más rápido posible.

Se separa de mi, me levanta la barbilla para que le mire.

- Siento mucho lo que has tenido que ver- me dice triste-.

- ¿Porque? Todo iba bien..- le digo bajando la mirada al suelo-.

- Estepa, haces muchas preguntas- me dice un poco más alegre-.

Le pego un puñetazo en el hombre.

- Aux -dice quejándose falsamente- tu fuerza es inigualable chica-.

Le cojo las manos y las miro. Las toco y paso mis dedos por sus heridas abiertas.

- Necesito respuestas y hemos de curarte esto -digo mientras mis ojos llegan a conectar con los suyos.

Estamos cerca el uno del otro. Separa nuestras manos unidas y la pone en mi mejilla. Caricias, eso necesitaba, pongo mi cara sobre su palma. Lo miro, y de repente junta sus labios con los míos. Todo cambia, entro en un universo paralelo a éste. Daniel baja sus manos de mi mejilla hacia mi cintura. Poco a poco el beso se va intensificando, necesitamos más y él me lo hace saber. Mis manos se colocan en su cuello para que pueda sujetarme mejor a él. Me mueve hacia atrás hasta chocar con algo duro, atrae su cuerpo al mío con intensidad, coloco mis manos en su pelo negro mientas nuestros labio, deseosos el uno por el otro, se mueven sin ningún control. Su lengua entra en contacto con la mía y mi interior explota, una sensación inigualable entra en mi cuerpo haciéndome explotar cada una de mis células.

Poco a poco me voy separando por falta de aire en mi cuerpo. Tengo la mente nublada, pero solo puedo pensar en lo que ha pasado.

-¿Porque lo has hecho? -le pregunto ,una vez con aire en mi organismo, a la cara-.

-Lo necesitaba Elena- me dice con una voz ronca- te necesitaba-.

Acto seguido me separo de él, ¿QUE ME NECESITABA? ¡SERÁ IMBÉCIL!

-Daniel, ten claro una cosa -digo señalándolo- yo no soy cualquiera-.

Por su reacción, veo que le ha molestado mi comentario. Al ver que la conversación no continua, paso por su lado dándole con el hombro. Algo me impide seguir mi camino, Daniel me tiene cogida por detrás del hombro. Me gira rápidamente hacia él, haciéndome chocar ligeramente contra su abdomen.

- Tu Elena Estepa, no eres como cualquiera. Eres totalmente diferente a las demás- dice mirándome a los ojos- y eso, es lo que más amo de ti-.

Todo se para, ¿me ama?, ¿como es posible?... mi subconsciente me bombardea a preguntas. No se que he de hacer, ni que he de decir, ¿lo amo yo a él?.

- Si es verdad, y me amas ¿cómo puedo saber que no me harás daño?- le pregunto mirándolo- ¿como puedo confiar en ti?-.

En su cara aparece una pequeña sonrisa, me observa atentamente.

- Dame un solo día para demostrártelo- dice muy convencido-.

- Trato hecho - dice sonriendo-