CAPITULO 91

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A llegado el día, ese día que he estado evitando desde hace cuatro días. Hoy Kat se va, se va lejos de aquí. Conduzco hasta casa de los Oviedo con Kate sentada detrás. Al llegar dejo el coche encendido, con ella dentro y camino hasta la puerta. Pico en el timbre y segundos después abre Jesús.

- Hola -digo abrazándolo- ¿vendrás?-.

Me mira y baja la cabeza.

- Aún no lo sé, no me lo creo y está a punto de pasar en hora -dice más triste que nunca-.

Antes de que pueda contestarle Daniel aparece detrás, colocando el brazo por los hombros de su hermano.

- Hermano decídete rápido -le dice él- te esperamos en el aeropuerto, y ella también-.

Le acaricio el brazo, y me giro cuando Dani llega a mi lado. Jesús cierra la puerta y Daniel me mira.

- ¿Estás bien? -dice después de besarme-.

- Pregúntamelo dentro de una hora -digo mirando al frente-.

Caminamos hasta el coche, una vez todos sentados me pongo en marcha. Este va a ser el viaje más largo que mi subconsciente sepa.

Todo el viaje en silencio hace mucho en todo lo que uno puede llegar a pensar. Los nervios empiezan a florecer en mi cuerpo, solo de imaginarme como debe estar ella ahora mismo me estremezco y al parecer no soy la única, Kate con lo que puede llegar a hablar no ha dicho nada desde que se a subido al coche. Media hora después voy conduciendo hasta la entrada del párking del aeropuerto.

Subimos en el ascensor, y justo cuando las puertas se abren lagrimas amenazan en salir. Respiro hondo y me pongo tensa.

- Vamos -dice Daniel delante de mi-.

- No sé si puedo -digo mirándolo pero como si no lo viese-.

Se acerca y me coge de la cara con una mano, mientras con la otra aguanta las dos muletas.

- Claro que puedes -dice besandome la frente-.

Cojo el antebrazo de Daniel, y caminamos hasta juntarnos con Kate unos metros más adelante. Caminamos hasta la mitad, más o menos, del aeropuerto. De lejos veo que se levanta y nos mira. Cuando llegamos, su padre se levanta para comprovar algunos papeles y dejarnos a solas con Kat.

- Te voy a echar tanto de menos -dice mientras nos abrazámos-.

- Esto no es una despedida, vamos a decirle que es un hasta luego -digo llorando- porque se que te veré pronto-.

Lloramos abrazadas, luego Kat abraza a Daniel y a Kate donde ella no aguanta más y estalla a lagrimas. Aún le quedan diez minutos hasta que su vuelvo salga, así que nos sentamos en los sillones.

-No va a venir, ¿verdad?-dice con lágrimas en la mejilla-.

- No lo sé -digo-.

Le seco las lágrimas traicioneras que le salen. En ningún momento Kate se suelta de su brazo, y sé que para ella va a ser muy duro no tenerla aquí. No sé como el tiempo a podido pasar tan rápido, al escuchar por megafonia que el vuelo dirección a Asturias estaba listo unos nervios se han apoderado de mi. Los cuatro nos levantamos y nos quedamos mirando al padre de Kat.

- Es hora de irnos -dice él mirándola-.

- ¿Puede darnos tres minutos más?- dice Daniel- Hay una persona que no le ha dado tiempo a despedirse de su hija, y es muy importante para ella-.

Su padre se nos queda mirando a los tres, mira a Kat y suspira.

- Solo tres -dice antes de coger las cosas y irse-.

De pronto una voz aparece detrás de mi y Kat parece darse cuenta de quien es.

- Pensaba que no vendrías- dice ella empezando a llorar-.

Poco a poco Kate, Daniel y yo vamos alejándonos para dejarles espacio.

-¿Cómo lo has conseguido? -le pregunto a Daniel sin dejar de mirarlos-.

- Se lo debía, él me insistió para que fuese a Italia a por ti -dice mirándome- ahora se lo debo a él, y porque sé que sino se arrepentiría toda su vida-.

Me giro y lo miro.

- Y pensar que al principio de conocernos pensaba que acabarías conmigo de la mala hostia que llegabas a ponerme en el cuerpo-.

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Se acerca el final...✈️
¿Preparados para el final?

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora