CAPITULO 21

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Todo él invade mi cuerpo, recuerdos que había puesto en una caja al fondo de mi corazón se abre sin ningún control. Todo explota y no tengo manera de pararlo.

- Hola -dice él detrás de mi-.

- ¿Qué haces aquí?- le pregunto girándome-.

No puedo mirarle a la cara porque sé que si lo hago todos mis esfuerzos no habrán valido la pena.

- Tenía que venir, y tú lo sabes -me dice subiéndome la cara hasta que nuestros ojos quedan posados unos con otros-.

Lágrimas empiezan a salir en mi rostro y no sé porque.

- No deberías estar aquí -le digo bajando mi vista hacia un lado-.

- ¿Porqué me haces esto? -me pregunta dando un paso hacia atrás-.

- Ya te lo dije en su momento Daniel -digo con los ojos llorosos- te haré daño.

- Ya tengo ese daño, desde el momento en el que me dejaste y subiste a ese avión. Desde el momento en el que apareciste en televisión con ese deportista -me dice con la voz quebrándosela-.

- Ya no quería eso y lo sabes -le digo mirándolo con lágrimas en los ojos-.

- Entonces dime, ¿qué era lo que querías? -me pregunta sin ningún sentimiento en sus ojos-.

Me giro para darle la espalda, esto no puede estar pasándome, aún no puede estar pasándome.

Coloca su mano en mi brazo. Me giro repentinamente para gritarle pero esta vez no encuentro a Daniel, sino a Marco.

Lo miro con los ojos muy abiertos. Hasta que él reacciona.

- ¿Elena estás bien? -me dice muy preocupado-.

Rápidamente me quito las lágrimas que acechan mis ojos.

- S..si, si tranquilo -digo impresionada- no es nada...oye ahora vuelvo, ¿vale?. He de ir a ver como van las demás.

- Vale -dice antes de que me vaya caminando rápido-.

Mi cabeza no para de pensar ni te recordar lo que minutos antes de Marco acababa de pasar. Intento volver hasta el momento en el cual Daniel a aparecido en mi vista. Y aún así no me creo que haya sido producto de mi imaginación.

Camino hasta encontrar a Cris. La cojo del brazo y me la llevo a un sitio más tranquilo.

- ¿Tia qué te pasa? -me pregunta preocupada-.

- Estaba aquí..Daniel estaba aquí- le digo cara a cara-.

- Co..como que estaba aquí, Elena creo que has bebido demasiado -dice agarrándome fuerte de los brazos-.

- Marco se había ido al servicio y de repente aparece Daniel en mi espalda...-digo pensativa- o eso me parecía-.

Hablamos durante un tiempo más, luego Alexia viene en busca de Cris y se la lleva. Me levanto de unos sillones donde estábamos sentadas y camino hasta el ropero. Una vez allí pido mis pertenencias pero cuando voy a salir una voz me llama.

- Elena!-dice una voz masculina-.

Cuando me giro veo a Marco viniendo hacia mi.

- Elena, ¿ya te vas?-me pregunta -.

- Si, la verdad es que no me encuentro muy bien. La cabeza empieza a dolerme así que será mejor que me vaya -digo poniéndome el abrigo que había traído-.

- Vale, ¿quieres que te lleve? -me pregunta sacando las llaves del coche-.

- No no tranquilo, el mismo coche que nos trae nos lleva de vuelta al hotel- digo con todo ya listo para salir-.

- Bueno pues al menos te acompaño fuera -dice él moviéndose hacia mi dirección-.

Salimos fuera y la gente que había antes ya no está, o hay muy poca. El coche que me espera está justamente en frente nuestro. Andamos hasta alcanzarlo. Marco me abre la puerta. Justamente cuando voy a entrar me coge de la cintura, me gira y me besa en los labios.

Sinceramente no me lo esperaba, pero me gusta. Sus labios son suaves, nos besamos apasionadamente dejando que nuestras lenguas se unan. Pocos minutos después nos separamos por falta de aire.

Me doy la vuelta y me entro en el asiento. Cierro la puerta y bajo un poco la ventana.

- Hasta mañana Marco -digo riendo-.

-Hasta mañana preciosa -dice el guiñándome un ojo-.

El coche arranca del todo y se pone rumbo al hotel, en el trayecto le mando un WhatsApp a Estefania para avisarle de que me he ido y que estaré en el hotel.

Cuando llego subo hacia mi habitación, enciendo la luz, me quito los zapatos y me siento en la cama.

-Estoy agotada- digo en mi cabeza-.

Me quito el vestido y lo dejo con su percha en el pomo del armario. Me deshago el peinado y me desmaquillo por completo, me lavo los dientes, me pongo el pijama y me meto en la cama.

Cierro la luz , mis ojos hacen lo mismo aunque les cuesta un poco más. Cinco minutos después los abro por falta de sueño. No puedo dejar de pensar en Daniel, en Marco y en todo.

¿Que hubiese pasado si hubiese sido realidad?

No paro de preguntármelo en ningún momento, pero fue tan real.

Su olor, su rostro, sus caricias, sus lágrimas...parecían tan reales.

- Solo tú podrás acabar conmigo Oviedo -digo en voz alta como si alguien me pudiese oír- Solo tu.

Y acto seguido caigo profundamente dormida.

Recuerdos de estos últimos meses aparecen en mis sueños hasta el día de hoy....

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Continuará 💜....

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora