CAPITULO 79

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Narra Elena:

Respiro muy deprisa mientras doy vueltas en la pista. Mis ojos intentan encontrar un punto donde mirar pero cuesta hacerlo.

- Elena, ¿qué te está pasando? -dice Estefania desde el equipo de música-.

- No lo sé -respondo agitada- un descanso, por favor-.

- Vale, cinco minutos -dice-.

Patino hasta el banco, me siento y hecho la cabeza hacia atrás. Cojo la botella de agua y bebo como si estuviese en un desierto. Vuelvo a incorporarme posando mis codos en mis rodillas, el cansancio puede conmigo. Llevo una semana entrenando sin parar y mi cuerpo empieza a resentirse. Cojo el móvil y miro la hora, las dos del mediodía. Vuelvo a dejarlo en la mesa y me levanto del banco, vuelvo a hacer el baile pero algo falla y no sabemos que es. Lo repito tres veces hasta que me rindo.

- No puedo más -digo estirándome en el suelo- se acabó-.

- ¿Porqué? -pregunta Estefania enfrente de mi- sé de lo que eres capaz pero no lo estoy viendo ahora mismo-.

Tiene razón, puedo dar más de lo que estoy dando hoy pero tengo un límite y si vuelvo a intentarlo no sé si aguantaré.

- Por hoy he terminado -digo sentándome en el suelo para seguidamente levantarme-.

Dejo a Estefania en el pista de pié, entro en el vestuarios y me saco los patines corriendo. Camino hasta el lavamanos y me enjuago la cara con agua. Cojo papel y me la seco, me apoyo en la pared y respiro. Así me paso cinco minutos, recojo las bolsas y salgo del pabellón.

Llego a casa dejando las cosas e el recibidor de mala manera, lo que no me esperaba es que estuviese Dani en el sofá.

- Hola -digo sonriendo- ¿qué haces aquí?-.

Camino hasta él, me acerco y nos besamos.

- Bueno hacía tiempo que no veía a mi novia -dice mirándome-.

- Lo siento -digo sentándome en el sofá-.

- Tranquila, sé que tu entrenadora te tiene prisionera casi las veinticuatro horas del día -me dice riéndose-.

- Si, se está pasando pero bueno -digo mirándolo- me gusta tenerte aquí-.

- Te quiero -dice besándome-.

Me río y lo beso para luego levantarme del sofá.

- Me voy a duchar, ahora vuelvo -digo dándole ya la espalda-.

- VALE -chilla riéndose-.

En el pasillo veo a Kate saliendo de su habitación, nos saludamos y entro en mi cuarto. Preparo la ropa y entrando en el baño. Me enjabono bien y al salir salgo como nueva, bajo al salón y un gran olor a comida invade mis fosas nasales.

- ¿Qué es lo que huele tan bien ? -digo entrando en la cocina-.

- Dani ha cocinado -me dice Kate sentada en uno de los taburetes-.

- Wow pues tiene un olor increíble -digo abriendo la tapa de la hoya donde se encuentra el pollo-.

- Tu novio es un manitas hermana -dice Kate riéndose cuando me doy la vuelta-.

- Ya lo veo -digo mirándolo cuando entra en la cocina-.

- Soy el mejor en todo chicas -dice sentándose al lado de Kate-.

- Aquí presumidos no eh- dice Kate-.

Nos reímos los tres, Kate me ayuda puniendo la mesa mientras yo lleno los platos de comida. La verdad es que tiene un pinta increíble, cuando está todo sirvo los platos y empezamos a comer.

- Dios mio esto está riquísimo- digo con la boca llena de comida- ¿dónde has aprendido a cocinar así?-.

- Es un gran secreto -dice riéndose-.

Terminamos de comer toda la hoya de comida, el pollo estaba espectacular no, lo siguiente. Es de esa comida que con solo dar el primer mordisco se te deshace en la boca, Kate sube a su cuarto para hacer deberes ya que mañana es lunes y yo recojo los platos con la mirada de Dani posada en mi todo el tiempo.

- ¿Qué miras tanto tú? -digo riéndome-.

- A mi espectacular novia -dice poniéndome roja como un tomate-.

- Pues muchas gracias -digo dejando los platos en la encimera para luego lavarlos-.

Me siento en su regazo sin dejar caer mi cuerpo encima de él por su pierna y sus heridas, lo beso lentamente.

- Te quiero un mundo -digo besándolo-.

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Continuará...❤

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora