La alarma suena, pero el manotazo en la cara por parte de Kate es quien hace que me levante de la cama. Entro en el baño, y cuando salgo me visto. Dejo a Kate durmiendo en la habitación, bajo a desayunar mientras veo la tele. Miro el móvil pero no veo ningún mensaje de Daniel así que supongo que se estará preparando. Salgo de casa, me subo al coche y conduzco hasta la casa de los Oviedo.
Pongo el freno de mano, saco mi móvil de la chaqueta y le envío un mensaje a Daniel para saber si está. Pasan cinco minutos y no contesta. Paro el coche, me bajo y camino hasta la puerta principal. Pico y segundos después me abre Jesús sin camiseta y con los pantalones de un pijama.
- ¿Elena? -pregunta dejándome pasar- ¿qué haces aquí?-.
- Vengo a por tu hermano, tiene cita con el médico y me pidió que lo llevase -le explico-.
- Bueno pues lo encontrarás aún en su cama -dice riéndose mientras abre la nevera y saca un cartón de zumo-.
- Muchas gracias -digo subiendo las escaleras-.
Camino por el pasillo hasta la puerta, cerrada, de su habitación. Pico y nadie contesta, abro la puerta y me lo encuentro estirado en la cama, dormido como nunca. Me acerco hasta él y le paro la alarma silenciada. Me lo quedo mirando, está estirado boca arriba y sin camiseta.
Decido despertarlo de una manera muy bonita. Me quito los zapatos y me subo en la cama, allí empiezo a pasar mis dedos por su abdomen, bien marcado, acerco mis labios hasta su cuello y empiezo a darle pequeños besos por todo él.
Poco a poco empieza a moverse, y yo me subo encima de él, sin dejar caer nada de mi peso en él, para darle besos desde el abdomen hasta sus labios.
Mientras lo beso sus manos se posan en mi cintura. Gira la cabeza y abre los ojos.
- Dios mío -dice muy sexy- quiero despertar así todas las mañanas-.
Lo beso en los labios haciendo que se calle, baja sus manos de mi cintura y tira haciendo que esté más cerca de él.
- Más vale que te levantes -digo besándolo en el cuello- porque sino no llegaremos al médico-.
Le doy el último beso en los labios y salgo corriendo de encima de él. Caigo al suelo y me rio. Él se mueve hasta mirarme desde la cama.
- Eso pasa por escabullirte de mi- dice volviéndose a estirar en la cama-.
- Venga! -digo levantándome-.
Lo cojo del brazo y tiro de él para que salga, con mucho esfuerzo lo consigo, cojo unos pantalones del armario y se los doy, se los pone junto con una camiseta y con sus muletas salimos de su cuarto. Bajamos las escaleras, Jesús le lanza una magdalena y yo la cojo antes.
- Gracias Jesús! -digo caminando hasta la puerta principal-.
- Hermano, ¿de qué parte estás? -dice Daniel haciéndose el indignado-.
Salimos y subimos al coche.
- Cométela -digo riéndome mientras le doy la magdalena-.
- Si jefa -dice él-.
Enciendo el coche y empiezo a conducir hasta el médico. Pasamos el trayecto tranquilo, Daniel se queja un poco porque no quiere ir al médico pero es lo que le toca.
Poco después entro en el parking, aparco en un sitio amplio para que pueda salir. Cojo la bolsa donde lo guardo todo, cierro el coche y me reúno con el. Caminamos juntos hasta el ascensor.
- Te quiero, ¿lo sabes? -me dice pasando su brazo por mis hombros-.
- Si, lo sé-digo besándolo-.
Llegamos a la tercera planta y nos sentamos en la sala de espera. Media hora después un hombre sale de la sala con una carpeta.
- ¿Daniel Oviedo? -dice leyendo la hoja-.
- Yo -dice Daniel levantándose-.
Cojo las cosas y entro detrás de él.
- Hola Daniel -dice el doctor cuando se sientan en las sillas- tuviste un accidente de moto, ¿verdad?-.
- Si, me rompí el peroné- explica-.
- Bien, pues empezaremos por una radiografía para ver cómo está ese peroné -dice levantándose-.
Daniel se levanta y se estira en la camilla, el doctor con una pequeña cuchilla le raja la escayola. Luego le ponen una pantalla y empiezan a hacerle la radiografía.
- Bueno está bastante bien -dice el docto- poco a poco va poniéndose en su sitio y eso es bastante bueno-.
Miro a Daniel sonriendo.
- ¿Cuanto tiempo debe llevar el yeso?- le pregunto al doctor-.
- Bueno pues tal y como va entre cuatro y cinco semanas más- nos explica-.
Daniel asiente con la cabeza, poco después entra una enfermera y vuelven a ponerle el yeso. El doctor sale para buscar los informes.
- ¿Estás bien? -le pregunto acercándome-.
- Sí aunque me gustaría que fuese menos tiempo -dice levantándose de la camilla-.
- Lo sé -digo- pero ya verás que en menos de lo que crees ya te lo quitarán-.
Me sonríe, el doctor vuelve a entrar y acaba de decirnos algunos temas de la pierna y las próximas visitas.
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Continuará....❤️
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SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]
RomanceElena una chica con carácter, alocada y deportista se verá llena de cambios en su vida, de gente gilipollas, de lugares y sobre todo el amor. Daniel Oviedo cambiará su vida por completo, traerá violencia, dolor, cabreos y enfados, pero traerá amor...