CAPITULO 93

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Volvemos a reunirnos con los chicos, sacamos algo de alcohol, menos para Kate, y hacemos palomitas.

Salimos al jardín y nos tumbamos en el césped. Miro las constelaciones y me pregunto que habrá en ellas. Cojo mi vaso y le doy un sorbo, abrazo a Daniel por la cintura y pone su mano y mi cabeza.

- Es precioso -digo observando-.

- Si -dice Jesús a mi lado-.

Con Jesús no hemos hablado aún sobre Kat, siento que a de ser él quien empieza porque yo no lo quiero forzar, pero a la vez sé que si no le digo algo respecto a cómo se siente podrá acabar peor. Al día siguiente de que Kat se fuese se las pasó llorando toda la noche pero lo veo ahora y creo que lo lleva mejor. Y eso que solo ha pasado un día.

- ¿Cuándo os vais de vacaciones chicas? -pregunta Daniel-.

Kate y yo nos miramos a la vez.

- Dentro de tres días -dice ella-.

- ¿Tan pronto? -dice Jesús levantándose para mirarnos a las dos-.

- Si -digo riendo- ya lo sabíais-.

Nos reímos al verles la cara que ponen, hablamos de cosas sin sentido para pasar el rato. Poco después me levanto para ir al baño.

- Ahora vuelvo -digo levantándome-.

Camino escaleras arriba y entro en la primera puerta del pasillo, que es el baño. Meo, salgo del baño y vuelvo a bajar las escaleras. Justamente cuando voy a salir mi móvil suena, me acerco donde lo dejé y miro quien es. Otra vez esa persona, enserio no se cansa. Mientras leo lo que me a escrito noto que alguien está detrás de mi. Rápidamente paro el móvil y me giro para encontrarme a Daniel mirándome extraño.

- ¿Estás bien? -me pregunta-.

- Claro, ¿porqué no debería estarlo? -digo intentando no parecer nerviosa-.

- No sé, dímelo tu -dice él un poco molesto-.

Me acerco a él y lo cojo de la cara, y así mirarlo.

- Está todo bien, enserio -digo antes de besarle-.

Me sigue el beso mordiéndome el labio inferior como queja de que no se lo he contado todo. Y es verdad, no se lo he contado todo pero tampoco le veo la necesidad, ya que, es una cosa sin importancia para mi.

Alguien hace acto de presencia haciendo que nos separemos. Kate nos mira, y yo no puedo aguantar la risa por su cara.

- ¿Habéis acabado? -nos pregunta cruzando los brazos-.

- De esto nunca Kate -dice Dani volviéndome a besar-.

Veo como Kate pone cara de asco y los ojos en blanco, después se da media vuelta y vuelve a salir para seguidamente sentarse al lado de Jesús.

- ¿Crees que se pondrá mejor? -le pregunto mirándolo-.

- Sí, pero se tomará su tiempo -dice él- ¿has hablado con ella?-.

Me giro y asiento con la cabeza para luego volver a mirar a Jesús.

- Dice que ha hecho algunos amigos, y que nos hecha mucho de menos -le respondo- intento evitar el tema de Jesús pero ella siempre termina preguntándome por él, porque aún lo quiere-.

- Han pasado por tanto, y ahora esto -dice Dani triste por su hermano-.

- Lo sé, pero no creo que se vaya mucho tiempo -digo mirándolo- tengo ese presentimiento-.

Y al fin lo hago reír, esa sonrisa me mata y me enamora cada vez más. Es mágica, especial, increíble, en definitiva una adicción sin ningún tipo de remedio.

- Vamos -dice cogiéndome de la mano-.

Caminamos hasta fuera y nos sentamos, a Jesús lo veo distinto ahora que hemos vuelto a salir. Como desplazado y no me mola nada. Estamos una hora más y decidimos irnos ya a casa porque es tarde, es la una de la mañana con la tontería. Kate recoge sus cosas del sofá y camina hasta la puerta junto a Jesús. Yo reviso que lo tenga todo, saco el móvil y lo dejo en el sofá para en nada cogerlo. Kate sube escaleras arriba para ir un momento al baño y aprovecho para acercarme a Jesús.

- Ey -digo riéndome- ¿te lo has pasado bien?-.

- Sí -dice con una pequeña sonrisa al final- gracias por venir-.

Nos abrazamos y puedo notar su corazón a mil por hora.

- Ya estoy aquí -dice Kate- ¿nos vamos?-.

- Sí -digo separándome de él-.

Justamente cuando me giro para ir a recoger mi móvil veo que suena y Daniel lo coge del sofá, pero antes de que pueda hacer nada se queda mirando la pantalla con el ceño fruncido.

- Elena, ¿porqué te está llamando Marco? -pregunta confundido-.

La llamada termina y en la pantalla vuelven a aparecer mensajes.

- Así que, ¿esto era lo que me escondías? -me pregunta cabreado- has estado hablando con él a mis espaldas-.

- Dani no es lo que crees -digo acercándome a él- déjame explicártelo por favor-.

- ¿Qué no es lo que creo? -me pregunta enfadado- no sé que esperas que piense cuando veo mensajes de Marco, tu ex novio diciendo que vendrá a verte por vacaciones-.

Lágrimas empiezan a salir por mis ojos, nunca lo había visto tan cabreado con alguien y mucho menos conmigo.

- Daniel relájate -dice Jesús poniéndose delante de mi- creo que lo estás sacando todo de contexto-.

- Oh vamos, ¿tú también? -dice Daniel enfadándose aún más- no me jodas-.

- ¿Porqué no dejas que Elena te lo explique? -pregunta Kate de fondo cabreada con él-.

- Porque por lo que veo, ya está todo aclarado -dice él mirándome con odio-.

- Sabes que, piensa lo que te de la gana. Si crees que podría ponerte los cuernos será mejor que terminemos esto de una puta vez -digo cogiendo el móvil de sus manos- atente a las consecuencias gilipollas-.

Y sin más salgo de la maldita casa, las lágrimas no paran de salir de mis ojos. Estoy dolida, defraudada, enfadada y avergonzada por ese imbécil. Pero se acabó, si no puede ver que nunca le podría los cuernos con otra persona esto ha de terminar aquí.

Todo esto ha llegado demasiado lejos.

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Continuará...❤️
Penúltimo capítulo de esta historia de amor💫

SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora