SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]

CAPITULO 23

Una sonrisa hace que se le ilumine la cara, le respondo que con gran sonrisa. Se disculpa a sus amigos y se acerca a mi.

- Hola preciosa- dice mientras me levanto para darle un beso, corto, en los labios-.

- Hola -le respondo-.

- ¿Oye estás sola aquí? -pregunta mirando a las sillas vacías- ¿quieres venir te con nosotros?.

Me rio.

- Oh no tranquilo no estoy sola, ha venido mi hermana pequeña y dos amigos para ver el mundial - digo mientras señalo al fondo de la sala- y están pidiendo la comida.

Antes de que pueda responder una voz chillona aparece de la nada.

- ¡Eres tu! -dice Kate detrás de él-.

Cuando nos giramos vemos la cara de Kate alucinada.

- Tu debes de ser Kate -dice Marco haciendo que se sonroje-.

- S..si -intenta decir mientras las palabras se le traban-.

Me la miro sonriendo al ver su cara de boba.

- Marco te presento a mi hermana pequeña Kate, Kate él es Marco -le digo poniéndome al lado de Marco-.

- Encantada de conocerte Marco -dice ella más tranquila-.

Pocos segundos después parecen los demás con sus platos llenos de comida. Presento a Marco a cada uno de ellos, parece que les cae bien y a Jesús y Kat también así que me alegra.

- Bueno me voy a mi mesa a comer -dice despidiéndose de los demás-.

- Adiós Marco -dicen todos-.

- Hasta luego preciosa -dice dándome un beso al final-.

- Hasta luego -digo roja-.

Me siento y empezamos a comer, hablamos, reímos, Alexia se cae de la silla, Cris se cae al ayudarla para levantarse y todo es perfecto. Hacia semanas que no reía tanto y lo echaba tanto de menos.

Cuando terminamos de comer recogemos el desastre que hemos montado en la mesa. Salimos y cada uno se va a sus habitaciones porque está tarde tenemos entrenamiento y Estefania ya nos ha dejado muy claro que hemos de descansar. Así que eso hago, cuando abro la puerta de mi habitación me despido de todos menos de Kate que se aloja en la misma habitación que yo.

Cierro la puerta, me giro y veo a Kate en la venta, observando las calles de Italia.

- ¿Te gustan las vistas? -le pregunto a ella apoyada en el armario donde aún sigue colgado mi vestido-.

- Por lo poco que he visto Italia es preciosa, hay luz y colores por todas partes- dice observando cada detalle por las ventanas-.

- A mi también me gusta, llevo un mes aquí y parece que lleve toda una vida- digo sentándome en la cama-.

Kate se gira, camina, se sienta a mi lado y me abraza fuerte.

- Me cae bien Marco -dice Kate estirándose en la cama- pero hecho de menos a Daniel.

Me parte el corazón escuchar eso.

- Lo sé pequeña, lo sé-digo tocándole el pelo-.

- Espero que lo solucionéis y todo vuelva a ser como al principio -dice antes de quedarse dormida-.

Cojo unas mantas del armario, las estiro por encima de ella, me tumbo a su lado y cierro los ojos quedándome profundamente dormida.

La alarma de mi móvil empieza a sonar, estiro el brazo y la paro. Me levanto intentando no despertar a Kate y me preparo, cojo todo lo necesario para el entreno, le dejo una nota en la mesa para que sesos porqué me he ido y salgo de la habitación. En el pasillo me encuentro a Jesus y Kat.

-¿Dónde vais parejita? -pregunto riendo-.

-Vamos a ver los alrededores de Italia- dice Kat ilusionada-.

-Y yo que quería dormir un rato más -dice Jesus quejándose-.

Bajamos los tres por el ascensor y una vez en el vestíbulo nos despedimos. Salgo del hotel, camino hasta llegar a la pista. Cuando entro me fijo en que hay alguien más en la pista. Ya en los vestuarios me pongo los patines, miro el móvil y veo un mensaje de Alexia.

WhatsApp:

Alexia🔥: TIA YA LLEGAMOS, Cris se había olvidado la botella de agua JAJAJA

-Madre mía esta Cris y su cabeza, estoy en la pista ya.

Alexia🔥: Okey en nada llegamos.

Termino de hablar, guardo el móvil y entro en la pista. Me pongo a saltar cosas simples. Hago piruetas y algunos pasos para refrescar mi memoria. En uno de los momentos, cuando empiezo a hacer los pasos del baile recuerdo el primer día que patiné en Madrid.

Estaba muy nerviosa cuando vi la pista donde comenzaría una nueva vida. Recuerdo el girarme mientras bailaba y ver por primera vez ese rostro, esos ojos color café, oscuro pero que a la vez podían contener tanta luz como un destello en el universo. Una mirada que me seguía hacia donde yo iba, todo el tiempo. Algo inigualable como Daniel Oviedo.

Vuelvo a la realidad, mi respiración es agitada.

- He estado bailando pensando en ti Oviedo-pienso-.

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Continuará...🔥