Mis ojos tardan en darse cuanta de quien tengo delante. Logan. Con miedo me aparto del él.
- Elena, ¿estás bien? -dice dando un paso a delante-.
No se que responderle, ¿estoy bien?. No, no lo estoy. Miro a mi alrededor y aún que solo hay pocas personas me están mirando atentamente. Mi cara se vuelve como un tomate. Intento tranquilizarme, respiro, respiro y respiro. Logan me mira sin decir nada más.
- Tran...tranquilo -digo poniéndome el pelo detrás de la oreja y limpiándome las lágrimas de la cara- ¿qué haces aquí?-.
- Acabo de salir de un examen, escuché grito así que viene hacia aquí. Hasta que te he encontrado muerta de miedo- me dice sacando una pequeña sonrisa de sus labios-.
- Bueno tranquilo yo - no puedo acabar de terminar mi frase cuando alguien me llama detrás de mi-.
- Elena -me giro y veo a Daniel, lágrimas me vuelven a salir de los ojos- Eh pequeña, ¿qué ha pasado?-.
Pero no me lo pregunta a mi. Se lo pregunta a Logan. Me giro y lo observo, no sabe si decírselo a no, así que me mira fijamente a mi. Como no respondo lo hace él.
- Estaba llorando, en el suelo, muerta de miedo. Me he acercado para ayudarla pero no me ha dicho lo que le estaba pasando -dice Logan sin dejar de mirarme-.
- Gracias Logan -dice de repente Daniel-.
- No es nada, pasaba por aquí -dice Logan empezando a moverse para irse- espero que estes mejor-.
Le regalo una pequeña sonrisa. Me giro y observo a Daniel. Está preocupado por mi. Lo veo en sus ojos. Ese color poco visto últimamente.
- Estaba aquí -le digo a Daniel, me mira como si no entendiese nada. Aunque es así, él no sabe nada, nadie sabe nada-.
- Elena ¿quién estaba aquí? -me dice cogiéndome de los hombros para que le mire a los ojos-.
- No lo se -le digo apenas con lágrimas en los ojos- lo siento-.
Nos quedamos mirando el uno con el otro. No puedo seguir así, lo mato por dentro poco a poco y no es justo. Aún que él diga lo contrario se que estos últimos días no ha dormido nada, las ojeras debajo de sus ojos me lo confirman claramente.
Doy un paso atrás, me giro y empiezo a correr. Me sigue, es obvio que él corre mucho más rápido que yo así que me alcanza.
Cuando lo hace, me para en seco haciendo que mi espalda quede contra su torso. Puedo sentir su respiración, tiene miedo pero no es el único.
- No me hagas esto -me dice quebrándose su voz- saldremos de esta-.
Me giro para observarlo, está llorando y eso me rompe aún más el corazón.
- No puedo seguir haciéndote eso. No duermes y casi no comes, te estoy destrozando cada día más por dentro y no puedo seguir así. Daniel te quiero como a nadie más voy a querer en mi vida, pero hay límites y no me voy a arriesgar a destrozarte solo porque yo pueda estarlo. -digo sin más-.
Ya está, lo he dicho. Dentro de una hora me voy a arrepentir pero él a de saberlo. He de pasar esto yo sola, es más, lo necesito y no voy a llevar a mis espaldas con él hasta machacarlo.
Me voy andando. Sin llorar, y eso es fácil, mis ojos ya no tienen más lágrimas que soltar, pero en mi interior hay un tsunami que no cesa. Esta vez no me sigue, no quiero girarme para saber si está o se ha ido, pero sé que en el futuro me lo agradecerá.
Cuando llego a casa, Kate no a llegado aún, como las sobras que hay en la nevera y me preparo para ir a entrenar. Si, como habéis leido entrenar. Es hora de volver, necesito volver y hoy es el día. Cuando acabo lo recojo todo y lo guardo en su sitio. Subo y me cambio.
A las seis y media de la tarde salgo de casa con mi bolsa de patines. Me subo a mi coche y conduzco hasta el pabellón, una vez allí entro en la pista. Me la quedo mirando durante unos minutos.
Nada ha cambiado, sigue igual, con las líneas rascadas y el suelo rallado. Voy al banco que hay justamente al lado, me siento, me quito las zapatillas y empiezo con un pequeño entrenamiento físico. Tres vueltas al rededor de la pista, unos saltos con zapatillas, treinta flexiones y treinta abdominales. Acabado esta parte me pongo los patines.
Cuando me levanto me los quedo observando, todo ha de ser igual, pienso en mi cabeza. Así que lo hago empiezo a patinar, hago saltos y piruetas, me siento como si volara después de una gran caída. No puedo quitar la sonrisa de mi cara.
De lejos veo que está el reproductor de música. Cojo mi móvil, lo enchufo, busco mi música y la pongo.
Empiezo con mi baile, de repente todo cambia, no hay ni gradas ni porterías. Es todo genial. En cada salto, en cada vuelta, en cada estilo hace que crezca más. Esta emoción que siento ahora mismo no se podría describir de ninguna forma.
Cuando acabo el baile con una respiración agitada, me quedo durante un minuto en la misma posición.
- Esto es lo que necesitaba -digo muy bajito-.
De fondo escucho aplausos, me giro y veo a...
________________________________
Continuará....⛸❤️
(BAILE DE ELENA EN LA INTRO DEL CAPÍTULO)
![](https://img.wattpad.com/cover/170336486-288-k941827.jpg)
ESTÁS LEYENDO
SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]
RomanceElena una chica con carácter, alocada y deportista se verá llena de cambios en su vida, de gente gilipollas, de lugares y sobre todo el amor. Daniel Oviedo cambiará su vida por completo, traerá violencia, dolor, cabreos y enfados, pero traerá amor...