SOLO ÉL PODRÁ ACABAR CONMIGO. [Daniel Oviedo]

CAPITULO 78

Ha pasado una semana, hoy es el día que salgo del hospital después de todo. La semana no ha ido tan mal como pensaba, todos los días han venido a verme y a darme comida decente Jesús, Kat y Elena.

Me visto con la ropa que me han traído mis padres con ayuda de Jesús para meter mi pierna rosa en el chándal.

- Listo hermano -dice Jesús sacándose el sudor de la frente-.

- Exagerado -digo comiendo las muletas de la cama-.

- ¿Estás preparado? -pregunta Jesús ayudándome a levantar con las muletas-.

- Si, creo que si -digo mirando el suelo-.

Me levanto de la cama, Jesús me mira preocupado a que pueda caerme seguramente. Doy los primeros pasos, Jesús abre la puerta y salgo fuera. En el pasillo veo a mis padres.

- Hola hijo -me dice mamá abrazándome- ¿como te sientes?-.

- Bien, no es muy complicado -digo sonriendo-.

- Mejor -me dice papá tocándome el hombro-.

Antes de salir pasamos por recepción para hablar con el médico y firmar los papeles del alta. Este me dice que dentro de una semana he de volver para ver cómo van mis lesiones y para hablar de la rehabilitación una vez que mis huesos vuelvan a estar hundidos.

En ele coche lo montamos de tal forma que pueda entrar sin mucha complicación, aunque se me hace incómodo tener la pierna enyesada. Miro por la ventana, me alegra poder volver a ver el cielo desde fuera y no dentro de una habitación. Al llegar a casa lo primero que hago es sentarme en el sofá.

- ¿Qué quieres hacer? -pregunta Jesús sentándose a mi lado-.

- Descansar Jesús -digo riéndome- ¿sabes algo de Elena?-.

Elena no ha venido desde hace dos días y estoy preocupado, no creo que haya pasado nada pero aún así tengo una sensación rara.

- No mucho, Kat me dice que se pasa el día entrenando en la pista por culpa de su entrenadora -dice mirándome preocupado -.

- La está machacando un poco -digo dejando caer mi cabeza en el respaldo del sofá- acabará estallando-.

- La única que puede evitarlo es ella misma -dice Jesús- es algo que lleva con ella tanto tiempo que, creo que, podría aguantar hasta el limito del último límite que existe-.

Mamá y papá preparan la comida, nos sentamos y comemos todos juntos. Hacía bastante tiempo que no volvíamos a estar como una familia normal, Mama y papá trabajan viajando por las ciudades más importantes de Francia así que digamos que es algo parecido a lo que trabajan los padres de Elena pero en otro país.

- Dentro de tres días nos tendremos que ir a Francia otra vez -dice papá-.

- ¿Qué? -pregunto petrificado- pero si acabo de salir-.

Dejo caer el tenedor en el plato haciendo ruido para que cena mi enfado repentino.

- Cariño ya lo sé pero tenemos que trabajar -dice mamá dejando de comer- nos sabe fatal dejaros en esta situación-.

- No es justo para ninguno de los dos -dice Jesús a mi lado-.

Me vuelvo para verle y me lo encuentro en la cabeza gacha jugando con la comida en el plato.

- Está vez no será mucho tiempo, solo dos meses -dice mamá-.

- Siempre nos decís eso y de dos meses pasamos a cuatro -digo muy cabreado- llevamos demasiado tiempo estando solos en esta casa, queremos que vuelvan nuestros padres-.

- Nos tenéis aquí -dice papá mirándonos a los dos- volveremos pronto-.

- Lo que vosotros digáis -acaba diciendo Jesús-.

Terminamos de comer, ellos recogen la mesa mientras que yo me siento en el sofá. Cojo el móvil y veo que tengo un mensaje de a Elena, se alegra mucho de que haya salido ya del hospital y pide perdón por no pasar a verme estos últimos dos días. Le escribo para decirle que no pasa nada y que si se puede venir mañana por la tarde después de clase. Guardo el móvil en mi bolsillo, cojo las muletas y subo las escaleras. Al llegar a mi cuarto voy hasta el escritorio, abro el cajón y saco la libreta. La abro y veo la canción.

Cojo un lápiz, me siento en el suelo apoyando la libreta en una pequeña mesa y dejo que mi imaginación se exprese en la melodía de la letra.

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Continuará....❤️