Comparte, apoyada en la puerta que acaba de cerrar en busca de algo más de intimidad, una sonrisa cómplice con la gallega. Para Luis quizás ha colado la necesidad de colaboración para recoger las cosas que, supuestamente, tenía esparcidas por doquier pero Miriam sabía perfectamente cuando la ha acompañado escaleras a arriba que, más allá de un par de camisetas y un pantalón, no había nada fuera de la maleta que pretendía llevarse.
Lo único que realmente quiere es poder hablar con su amiga y que ella, como acostumbra y sabe hacer, consiga quitarle todos esos temores e inseguridades que no dejan de atormentarla. Hace ya mucho que la voz de su cabeza que le grita para que busque su valor, para que se deje llevar por aquello que desee hacer, parece ser más propia de una natural de A Coruña que suya propia pero hay veces que necesita que sea la misma Miriam quien insista un poco más y apriete su mano asegurándole que puede con todo.
—No sé qué estoy haciendo, no sé qué está pasando —reconoce dejándose caer, poco a poco, deslizando la espalda por la puerta hasta quedar sentada en el suelo.
—Eso me gustaría saber a mí también, no esperaba que me trajeras a la familia al completo a recoger las maletas.
—Jo, tía, no te rías.
—Mujer, es cuanto menos gracioso ¿qué ha pasado? Y lo más importante ¿cómo estás? Pero en plan de verdad, no el bien que me has dicho ahí abajo.
—Pienso mucho en él y no deja de doler —reconoce cabizbaja jugando con sus manos—, supongo que es normal.
—Pues claro, raro sería que lo hubieras superado ya.
—Y me siento mal... —añade mordiéndose el labio inferior— Sé que ni siquiera estábamos juntos pero me parece casi hipócrita o contrasentido decir que le echo de menos y a su vez...
— ¿A su vez, qué? —sonríe de lado— ¿Qué ha pasado?
—Pasar, como tal, nada... —admite encogiéndose de hombros— He dormido en su cama esta noche —La gallega alza las cejas sorprendida y Aitana se apresura a aclararlo—, sola. Él ha dormido en el sofá... Y esta mañana me han traído el desayuno, casi no me ha dado tiempo a pensar en lo de ayer y me siento mal por ello.
—No puedes cortar tu vida porque la de Diego se haya acabado, sé que suena fuerte pero es lo que cualquiera querríamos que nadie a quien queremos hiciera. Imagínate que ahora te pasa a ti ¿Qué te gustaría que hiciera tu padre? O yo, o incluso Luis ¿Morirnos de pena? Créeme que nos pasaría pero ¿Qué preferirías?
—Que pudierais seguir —afirma pensativa— pero, no sé, es complicado.
—Claro que lo es, pero vivir con ello, intentar superarlo, no significa que te olvides de él. Eso es lo único importante, el recuerdo —Aitana sonríe al descubrir que su amiga tiene más razón de la que siquiera se imagina, sus palabras le han hecho rememorar la última petición de Diego y esta no era más que el deseo de permanecer en sus recuerdos de una manera en concreto— ¿Qué más te preocupa?
—Tengo miedo, es muy fácil acostumbrarse a... Esto —resume señalando a un punto inexistente refiriéndose a la pequeña burbuja de los Cepeda— Y por mucho que me intente convencer que sólo es por lástima soy incapaz de no tener una pizca de esperanza.
—Epa, para el carro ¿por lástima?¿Por qué dices eso?
—Pues... No sé —suspira mordiéndose la uña del dedo meñique—. Es la única explicación que le puedo encontrar, por la mañana ni siquiera quiso escucharme y me pidió que me buscase otro sitio porque Lucía ya no estaba ingresada. Que, jolín, es cierto y en esa casa sólo hay dos habitaciones pero creía que quizás... —Enmudece chasqueando la lengua por la frustrante sensación de no saberse explicar— Que sí, sé que aun sin que hubiera pasado lo de no contarle lo de Diego habiendo estado sólo una semana en... Lo que fuera aquello, era muy precipitado compartir una casa en la que, encima, está su hija... Ahora es porque Pablo y tú os vais, pero siento que es como una obligación para él.

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Inefable.
FanficAitana se haya en una lucha interna entre algodones para ser alguien siendolo ya todo. Ansía menos de lo que tiene pero pudiendo lograrlo por sus propias manos. Lo mires por donde lo mires la vida de Luis no se torna nada fácil. Su historia es, prec...