Inefable.

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Lleva más de una hora sin poder conciliar el sueño tras haberse despertado sobresaltada, ni el reciente dolor ni sus recuerdos se lo permiten, cuando escucha como su teléfono empieza a sonar sobre la mesa del comedor en la que lo dejó cargándose la noche anterior.

Pensar que se tiene que levantar para contestar y que, además, quepa la posibilidad de que la persona a la que responda le recuerde aún más lo que ya pesa sobre sus hombros le da una pereza inmensa. Decide dejarlo sonar hasta que cae en cuenta de que Luis estaba durmiendo en el comedor y el sonido puede estar molestándole, es entonces cuando corre hasta allí caracterizándose por su innata torpeza al chocarse con una silla antes de alcanzar el móvil.

El gallego, que no hace más de unos segundos que se ha despertado, llega a ver a cámara lenta como Aitana está a punto de caerse frente a él.

—Lo siento muchísimo —se disculpa llevándose una mano al pecho por la mezcla de apuro al haberle molestado y el acto reflejo debido al susto que se ha dado al creerse en suelo. Luis sonríe quitándole cualquier importancia al motivo de sus palabras y da unos golpecitos a su lado para que se siente mientras ella responde la llamada que le ha despertado— Hola papá —saluda sonriendo con los ojos cerrados cuando el chico le deja un silencioso beso en el flequillo como buenos días.

— ¿Cómo estás, peque? Ayer me dijiste por WhatsApp que me llamarías y al final no lo hiciste.

—Lo sé, se me pasó —reconoce mordiéndose el labio y viendo de reojo como el gallego pone los ojos en blanco vocalizando un "ya te vale" que saca una nueva sonrisa a la chica.

—Quiero que me contestes a la pregunta.

—Ay papá, yo que sé, estoy y ya está —suspira clavando el codo sobre la pierna y apoyando la mejilla en la palma de su mano—. Supongo que todo lo bien que puedo estar.

— ¿Y Miriam y Pablo qué, te están cuidando bien?

—Pues papá, la verdad es que... —Si Cosme fuera cualquier otra persona puede que su hija llegara a plantearse omitir ciertos detalles pero siendo el dueño y director de una de las más importantes revistar musicales del país... Sí, puede que "La caja de música" no se caracterice por formar parte de la prensa del corazón pero, quieran o no, toda aquella información relacionada con los artistas que son cabeza de cartel entre sus páginas pasa por la mesa del catalán. Cabe la posibilidad de que, en esta ocasión, no sea el caso pero una escapada de dos de los cantantes más importantes del país es una noticia que llegará a sus oídos antes o después— No estoy con ellos, se han tenido que ir al pueblo de Pablo y yo me he venido a casa de un amigo.

— ¿Ah, sí?¿Con quién?

—Papá, por favor.

—Hija es que últimamente no me cuentas nada y lo poco que dices hay que sacarlo con desatascador... —A pesar de todo Aitana lo comprende, es cierto que nunca le ha ocultado nada y lleva un tiempo que, si bien esa no es su intención, el desarrollo de la situación le ha hecho ser un poco más reservada.

—No hay nada que contar, papá, un amigo y ya.

—Bueno... —suspira cediendo— De todas formas, Aiti, yo quería pedirte que vengas a pasar unos días a casa hasta que encuentres algo. No estás bien, por mucho que no me lo admitas directamente, y estar de un lado al otro no creo que te beneficie... Vente, anda, deja que tu padre te cuide.

Luis decide dejarla hablar a solas, se pone de pie y le acaricia la cabeza antes de marcharse a la cocina a preparar el desayuno para ambos. Comprende que el padre de Aitana esté preocupado por ella, más sabiendo que el propio hombre vivió una situación similar a la que ahora enfrenta su hija, pero egoístamente le gustaría que la catalana se quedase más tiempo viviendo con ellos aunque la idea suene descabellada la mire por donde la mire.