La presencia de Roi facilitó un poco más el acercamiento de los padres de Luís con Aitana. No entendían qué hacía el amigo de su hijo en España, pero, cuando comprendieron que había sido cosa de la catalana, el asunto no hizo más que reafirmar las sensaciones que llevaban teniendo todo el día. Luís no iba nada desencaminado y esa chica parecía ser un trocito de cielo caído directamente en sus vidas.
Los gallegos se ponían al día sobre todas esas cosas que parecen demasiado irrelevantes para hablarlas por whatsapp pero lo suficientemente importantes como para extenderlas a una larga conversación en persona. Aitana caminaba de un lado a otro, acercándose sólo de vez en cuando, para no entrometerse demasiado hasta que Luís le cogió de la muñeca invitándola a sentarse.
—Así que has estado haciendo esto a mis espaldas, ¿eh? —le reprochó él besándole el hombro descubierto más cercano a su rostro.
—En eso consisten las sorpresas.
—Sorpresa que estuve a punto de joder yo mismo —admitió Roi sonriendo al verlos mirarse—. Llevábamos un tiempo sin hablar apenas y, de pronto me habla una chica diciendo que te conoce y queriendo pedirme un favor...
—¿"Que me conoce"? —preguntó Luis alzando las cejas con sorpresa.
—Tampoco iba a decirle algo que aún no tenía claro que querías...
—Touché —concedió él abrazando su cintura— ¿Y por qué estuviste a punto de joderlo?
—¿Sabes que te hable para contarte una cosa súper turbia que me acababa de pasar? —recordó Roi rascándose la nuca— Bueno, ninguna ardilla ha intentado quitarme el móvil, la verdad.
Aitana estalló en carcajadas enmudeciendo al caer en cuenta que continuaban en la sala de espera, se disculpó apurada con todos y acabó con la nariz escondida en el cuello del gallego mayor para escapar del apuro de la situación. Mientras tanto Roi le explicó a su amigo que, justo a tiempo, Aitana pudo explicarse lo suficientemente bien para que él le creyera y acabase confesándole que había estado a punto de descubrir el pastel.
—Le pedí que te dijera cualquier cosa creíble, cuando me pasó la captura de su historieta te juro que me puse blanca —explicó ella negando—. Sigo sin poder creer que te tragases ese cuento.
—Mira, a este chico le pasan cosas tan raras que yo ya no dudo de nada.
—¿Ves? Te lo dije, me debes ese batido —afirmó Roi haciendo ver a su amigo que esos dos tenían mucha más relación, en poco tiempo, de lo que se podría haber imaginado.
Aunque descubrir que su mejor amigo y su novia se llevaban de maravilla hizo más amena la espera, en cuanto Luis vio salir al doctor por las puertas de quirófano, dio un respingo y se acercó apresuradamente, seguido de todos, para saber cómo estaba su pequeña.
—Tranquilos, todo ha ido bien —aseguró el encargado de dar la noticia a la familia— La acabamos de pasar a cuidados intensivos y se irá despertando poco a poco... Si quieren les puedo acompañar hasta el pasillo.
—Queremos, claro que queremos.
La alegría y la emoción se cortó casi de golpe cuando, frente al cristal donde la pequeña yacía dormida, el doctor les dijo que no podían pasar hasta que la pequeña se despertase. Luís, controlando el impulso de decirlo de malas maneras, aseguró que eso no podía ser de ninguna forma. Su hija no tenía más de cuatro años y no pensaba permitir que, al despertarse de una operación así, estuviera sola.
—Lo comprendo —admitió asintiendo— y lo siento mucho pero está en un estado delicado... Lo único que puedo hacer es dejar que pasen sus padres.
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Inefable.
FanfictionAitana se haya en una lucha interna entre algodones para ser alguien siendolo ya todo. Ansía menos de lo que tiene pero pudiendo lograrlo por sus propias manos. Lo mires por donde lo mires la vida de Luis no se torna nada fácil. Su historia es, prec...